Undeniable atraction - KTH

Cap 10

clair

Finalmente!, honestamente nunca pensé que este día llegaría, el día en que taehyung no sólo admitiera sus sentimientos por mí, sino que actuara en consecuencia, su cuerpo duro pegado contra el mío se sentía mejor de lo que imaginé, y lo imaginé, bastante.

Cada pulgada de nuestros cuerpos se presionaba junta.Podía sentir cuan duro lo puse. Eso por si solo lo hace una de las mejores experiencias de mi vida, le hice eso a él, con muy poco esfuerzo debo añadir. Me pregunto, si se hubiera puesto más duro si lo hubiese
intentado. Me retuerzo debajo de él, y gruñó en respuesta.

—Necesito que me digas primero, ángel.
No tengo ni idea de qué habla, ya le dije que no quería esperar más.
¿Sigue esperando el visto bueno?
—¿Decirte qué?
Se sostiene en sus codos, me gusta cuando hace eso, tengo una buena vista de nuestros cuerpos alineados, aunque todavía estoy completamente vestida, y él está solo en sus bóxers, es una vista increíble, esos bóxers están en su máxima capacidad de estiramiento, sonrío, no puedo evitarlo. No puedo esperar a verlo sin ellos.

—Dijiste que me amabas, si es verdad, dímelo otra vez, dímelo ahora.

Me congelo, sé que lo amo. Pero no creo que sea algo que él quiera oír. No en este momento de todas maneras. No aún.

—No te congeles, ángel, si eso no es verdad, no importa, puedes decirme después cuando quieras.

—No es que no sea verdad, es sólo que, ¿por qué quieres que lo diga de todas maneras?
Su sonrisa es brillante y hermosa.

—La primera vez que escuché esas palabras salir de tu boca no estaba preparado, pero lo estoy ahora, si quiero empezar algo aquí, quiero saber, sin lugar a dudas qué es lo que quieres. Que soy lo que quieres,
porque no hay vuelta atrás para mí.
Tomo una respiración profunda. Me está ofreciendo todo lo que siempre he querido. Deslizo mis manos a su cuello hasta que acuno sus
mejillas.

—Te amo, taehyung , con todo lo que soy, con todo lo que tengo. Te amo.

Bajo su rostro hacia el mío y lo beso, nuestro beso es salvaje, como animales que se reclaman el uno al otro. Y creo que es lo que estamos haciendo, mis dedos recorren cada pulgada a lo largo de su mandíbula y
arriba en sus mejillas, pasando sus sienes, y entre su cabello, agarro dos
puñados de él y lo aprieto. Su gemido en respuesta me da ánimo y lo hago
de nuevo.

—Demasiada ropa, ángel.
Se deshace rápido de mis pantalones de yoga y mi camisa. Me quedo en mi sostén deportivo y bragas, lo observo mientras me revisa.
Puedo decir que le gusta, la forma en que se detiene en mis caderas y pechos me hace sentir femenina y sexy.

—Dios, eres preciosa, ángel, no puedo quitarte los ojos de encima.
Sonreí a este punto, no creo que sea capaz de dejar de hacerlo.
—Tú no estás tan mal.
Se encoje de hombros.
—Lo sé.
¿Orgulloso de sí mismo o qué?
—¿Un tanto engreído?
En broma le pego en la cabeza, él arquea las cejas hacia mí.
—Cuidado, ángel, me puede gustar rudo.
En lugar de retractarme le devuelvo su movimiento de cejas.

—Eso nos hace dos entonces. Qué perfecta combinación hacemos.
Saca mis manos de su cabello y las coloca arriba de mi cabeza otra vez.

—No empieces algo que no puedes terminar, Clair.
—Nunca lo he hecho.
Esa declaración sella mi destino.
Su agarre alrededor de mis muñecas se aprieta mientras empuja su
pelvis a la mía. Gimo. Necesito más.
—Deja de tomarme el pelo.
Lo estoy tentando, sé cómo presionar sus botones. Sus grandes
manos callosas me sueltan y luego se deslizan a lo largo de mis brazos mientras se sienta lentamente a sí mismo. Se detiene en mi sujetador
deportivo.
—Súbete en tus codos.
Hago lo que me dice. Apoyándome en un ángulo enfrente de él. Sus
manos se deslizan alrededor de mi espalda y deshacen el cierre con rápidos movimientos practicados. Antes de que me pueda mover para
quitarlo tira de las correas por mis brazos, tiro de mis codos hacia fuera y
estoy en mi espalda de nuevo. Mi sujetador no está en ningún lugar visible.