AU MODERN Limerencia (XueXiao)

Capítulo 2. Palabras

POV. Xiao Xingcheng

El tacto de Xue Yang era suave, su mano era cálida y siempre mostraba una sonrisa cuando me atendía, era paciente y bromista, nunca había silencio a su alrededor, ya que se mantenía hablando siempre sobre cualquier tema de conversación, del clima, de los postres, de anécdotas pasadas o del jardín de rosas blancas que estaban afuera de la cabaña.

Cuando mis heridas sanaron y ya podía sostenerme con ayuda, Xue Yang me llevaba al porche de la cabaña en un asiento de mimbre que colgaba del techo, donde nos balanceamos mientras veíamos el atardecer a lo lejos, el acostado en mi regazo mientras yo le mimaba jugando con sus mechones de cabello negro.

En sus manos siempre había una libreta de dibujo y una pieza de grafito, donde dibujaba constantemente, mientras hablábamos o bueno él hablaba, yo me mantenía en silencio escuchando y solo opinaba en ocasiones.

—Tu cabello ha crecido bastante— comenté el paro de dibujar y me miro desde abajo.

—¿Quieres que lo corte?— me pregunto, yo lo pensé un poco y conteste negando.

—No, me agrada tu cabello— él solamente sonrió y sujeto mi mano que estaba posada en su cabeza, entrelazo nuestros dedos y estos se mancharon por el grafito que había en los suyos, con una sonrisa suave me miro y de la misma forma le correspondí.

—Si Daozhang lo desea puedo cortarlo por ti— moví la cabeza en negación mirándole.

—Así está bien, me gusta— pude sentir la caricia en el dorso de mi mano y un beso ser colocado en ella, siempre era así.

Si yo decía que me gustaba el color azul Xue Yang era capaz de pintar la casa entera de azul, si yo decía que no me gustaba la carne estoy seguro de que se volvería vegetariano solo por mí, aunque le guste comer carne.

Pude darme cuenta de que mis palabras tienen un increíble peso en sus decisiones, como si yo tuviera la última palabra y el mejor ejemplo que tengo era el jardín de rosas blancas que había plantado en el porche de la casa para que pudiera verlas todos los días y poder oler su aroma.

—¿Xue Yang algún día podremos ir más halla del bosque?— le pregunté, hizo el sonido de estar pensando y contesto.

—¿Por qué querría ir más hallas del bosque?— solté un suspiro al escuchar su pregunta, siempre era así cuando preguntaba sobre, salir de la cabaña.

—No lo sé— le respondí, "tal vez porque siento que he olvidado algo" continúe en mi mente.

—Yo no querría ir a ningún otro lugar, porque aquí lo tengo todo— se levantó de mi regazo y acaricio mi mejilla como siempre lo hacía. —Estas a mi lado, en una hermosa casa, rodeado de la tranquilidad del bosque, alejados del aire contaminado de la ciudad, que es ruidosa y acelerada—

Reflexioné en sus palabras y me dije a mi mismo, que aquí era como si el tiempo estuviera detenido, como en un sueño, donde el sonido de las cigarras nos arrullase por las noches, la brisa fresca de la mañana se colara por toda la cabaña y la luz del sol hiciera crecer a las plantas.

Beso, mis labios con suavidad y observé sus ojos brillar en una emoción inexplicable.

—Tengo hambre— comenté de repente, interrumpiendo el ambiente que se había creado a nuestro al rededor, y aquella chispa en los ojos de Xue Yang desapareció por un momento, pero eso no hizo que borrara la sonrisa en su rostro, él asintió y hablo.

—Ya es hora de la comida, quieres recoger los vegetales del huerto— yo, afirme con la cabeza energéticamente, ambos nos levantamos y caminamos juntos de la mano, tomando las dos canastas de mimbre para dirigirnos al pequeño huerto, que habíamos construido.