Capítulo 7. Profundo

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 Nota de autora: Capítulo más corto de lo habitual.


Xiao Xingchen

Como cada viernes espero la cita habitual que siempre llega puntual esperando en la sala de estar, alisto todo lo necesario para esta sesión, tomando el expediente de mi paciente.

"Nombre: Xue Yang

Edad: 20 años

Padecimiento: Obsesivo-compulsivo

Observaciones: evasión de la realidad, ataque de furia violentas, conductas depresivas, abuso en la..."

Las personas jóvenes siempre son las que cargan con mucho más de lo que muestran, Xue Yang es un buen chico, no es culpable de lo que le sucede, es controlado por su mente.

Minutos antes de las 12:00 pm él ya se encuentra en la sala como en cada una de sus sesiones, asiste a cada una de ella durante toda la semana, es uno de esos pocos pacientes que no dejan de ir u omiten las citas.

Los pacientes a menudo suelen posponer sus sesiones de terapia, porque "ya se sienten mejor" después de unas cuantas sesiones, la realidad es que muchas veces es un efecto placebo.

Ante su poca paciencia y su falta de disposición, muchas veces los rostros de los pacientes van y vienen, pero Xue Yang no es uno de ellos, desde la primera vez que entro por aquella puerta, pude ver que era diferente, muy diferente y cuando comencé a tratarlo me di cuenta de lo increíblemente difícil que es conocer lo que realmente está pensando.

Un joven de cabello negro sujetado con una coleta aparece por la puerta, hoy este vestido con una camiseta negra, jeans negros con accesorios sobre la cadera como pequeñas cadenas de metal, que hacen juego con el par de anillos en sus dedos y el habitual collar en su cuello.

En su mano izquierda, como en todas sus sesiones, lleva una bolsa de papel, una costumbre habitual que adquirió después de reconocerlo como el chico de la pastelería, aunque he rechazado el gesto en incontables ocasiones, ya que no es correcto.

En este trabajo debes mantener lo más profesional posible, completamente neutral, muchas veces llegando a decirnos que nos volvemos insensibles, que ignoramos el dolor ajeno.

Lo que por supuestos no es así, pero existe una línea invisible que es preferible no cruzar.

—Bienvenido de vuelta, Xue Yang— lo saludo como siempre antes de iniciar la sesión, él sonríe y levanta su mano izquierda.

—En esta ocasión he traída tarta de fresas— solo niego como siempre —en serio debe probar estas, realmente me quedo deliciosa— lo invito a que se siente y él coloca la bolsita en la pequeña mesa divisora.

Él me mira con sus ojos profundos, oscuros y brillantes, aún era tan joven me seguía sorprendiendo que alguien tan joven como el haya terminado de esta manera.

Tome la carpeta con su caso y comencé con las anotaciones rutinarias, sé que el chico de aquí no viene por voluntad propia, su expediente tiene varias anotaciones de la antigua terapeuta, como mi paciente, quiero ayudarlo, pues me han buscado a mí para poder ayudarle, fue así como me asignaron su caso.

—Gracias Xue Yang, pero es mejor que la acción no se repita, tú eres mi paciente y yo el profesional que te trata— respondí con seriedad.

—Pero no te lo estoy regalando como paciente, sino como amigo, además no ha vuelto a la pastelería— su comportamiento era algo que se debía resolver, pero hice un gesto de negación.

—No puedo, de ningún modo Xue Yang, lo mejor es mantener el rol de paciente y médico, ya que esto puede afectar tu recuperación, lo que yo deseo es que sanes—

AU MODERN Limerencia (XueXiao)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora