AU MODERN Limerencia (XueXiao)

Capítulo 3. Dulce

Pov. Xue Yang

Desde aquella última sesión sentí que algo había cambiado en mí, no sabía si debía sentirme aliviado pues aquella sensación de que estaba perdiendo mi tiempo se había desvanecido de mi pecho.

Inconscientemente, me encontraba contando las horas para volver a ese consultorio con paredes blancas, en la que mi nuevo terapeuta me atendía, incluso podría contar el tiempo con cada uno de mis dedos, las horas se me hacen eternas y cada día estoy ansioso por verle de nuevo.

Sentía una rara sensación de en mi pecho cada que le contaba mis pensamientos, a diferencia de la anciana anterior, que cada que abría la boca eran comentarios y preguntas estúpidas, "¿cómo llegaste a pensar en eso?" o "¿qué piensas que te hacía sentir de esa manera?".

Cada que la escuchaba tenía ganas de levantarme y gritar en su cara "—¡Oye! ¡No lo sé!, por eso estoy aquí vieja estúpida—".

Yo sé que ella no lo decía en voz alta, pero estoy seguro de que en secreto me juzgaba por cada cosa que yo decía.

La mirada en sus ojos no puede mentirme, talvez su boca decía "Xue Yang puedes curarte si lo deseas de verdad" pero en el fondo de su mirada era como si mis sentimientos no importaran mucho realmente, ella no me entendía, ella no me comprendía.

Pero Xiao Xingcheng, él era diferente....

Muy diferente, él entendía, me entendía y nada podía hacerme más feliz, alguien por fin no me juzgaba por los pensamientos en mi cabeza, no me miraba extraño cuando le hablaba de las pesadillas, no me miraba con desaprobación cuando le contaba como le ocasione problemas a mi ex cuando me entere de su infidelidad.

Y eso me traía una extraña calma, una extraña paz.

Es de esa manera que ahora solo puedo esperar pacientemente a que el día llegue, mi vida se ha convertido un monótono momento, un vistazo corto y pequeño. Entre la rutina desgastada y las emociones caóticas en mi cabeza, ir a ese consultorio de paredes blancas con olor a lavanda se convirtió en mi lugar favorito, después de la pastelería.

—Gracias por su compra—, entregue el último pedido del día, mientras el sonido de la campana se escuchaba en el local tras salir el último cliente.

—Xue Yang puedo dejarte a cargo un momento, tengo un asunto que atender— dijo Wei Ying

—Claro— Respondí mientras me retiraba el delantal.

—Bien, solamente será un momento— hablo mientras caminaba en dirección a la puerta y cambiaba el cartel de abierto por el de cerrado.

—Vete sin problema, yo me encargo— este solamente asintió y salió de la tienda.

Me dirigí a la parte trasera donde se elaboran los pasteles, tome algunos ingredientes del depósito, tome el recipiente que usualmente utilizaba para la preparación de la masa y me dirigí al área de trabajo, tome mi celular colocando algo de música en las bocinas del local, mientras preparaba la mezcla para un próximo pastel.

Me relajaba preparar pasteles, bueno no solo pasteles, cualquier cosa que fuera dulce, desde que era pequeño siempre me gustaron, mi madre siempre estaba en la cocina preparando postres y comida deliciosa.

Aprendí todas sus recetas, desde los más sencillos hasta los más elaborados, mi madre solía decir que "la forma de conquistar a un buen hombre era por el estómago".

Dicen que lo dulce atrae la felicidad, como el chocolate, aunque yo prefería la miel, como el pastel que estoy a punto de preparar.

—Esa canción es genial—