En eso entro al baño, el cuál era grande, con grandes lujos, al igual que la habitación de Naevia, dio pasos en silencio y observo a la hermosa mujer que estaba recostada en la tina, era menuda, pero estaba llena de atributos, su vista fue de su rostro sereno, sus pómulos y sus labios rosados en una ligera sonrisa, su largo cuello , su piel clara, libre de imperfecciones, sus senos totalmente expuestos , eran redondos, firmes,de pezones rosados, totalmente proporcionales a su cuerpo, podía ver bajo el agua su cintura fina , su triangulo femenino y sus largas piernas.
Se acerco , dejando caer la espada. Ella abrió sus ojos, y vio al guerrero, por un momento pensó que era uno de aquellos sueños, que ya había tenido con él, pero no todo le quedo claro cuando vio caer la toalla, Y vio aparecer un excitado miembro grueso, largo, muy grande, que ella nunca había visto en su vida. Nunca se imagino que podría ser así, por lo que había escuchado eso era lo que tenían todos los hombres, y que era aquello con lo que sabían dar placer a una mujer y sentir placer.
Acerco sus rodillas a su pecho y paso las manos entrelazadas en ella.
que que ... haces ... aquí?-logró articular Naevia tratando de no mirar aquello tan nuevo para ella, dirigiendo su vista a sus ojos que eran de un azul tal intenso, que por un momento llego a tener miedo, de su mirada intensa.
-no tienes derecho a preguntar nada, de hecho yo debería decirte eso, el dueño de todo este domus soy yo, ahora y tú serás una simple servidora, no espera, serás mi esclava-entro en la tina, estiro las piernas de Naevia , la cual se resistía.
Estaba asustada, pero a la vez excitada, ese hombre despertaba algo en ella, que le era totalmente desconocido, y esa voz tan seductora , gruesa, ronca y masculina, la hacía desfallecer.
Él pensó que irradiaba un aura de inocencia, parecía tan pura, su blanca piel, sus ojos asustados, y su color de ojos, eran realmente hermosos, grandes y de un verde esmeralda intenso y sus mejillas sonrojadas
Recordó haberla visto en lo alto del domus, inalcanzable , bella, distinguida, pero siempre en compañía de su amiga, con una sonrisa en la boca. También aquel día en que se le permitió tener una cena dentro del domus, recordaba su mirada, llena de curiosidad, y deseo. Sus movimientos eran metódicos y se notaba que le tenía un gran respeto a su padre, pudo observar que no hablo en toda la cena, le pareció algo retraída, pero pensó que eso era solo una máscara, ya que todos sabían que era una mujer lujuriosa, y venenosa, tal y como la describían la mayoría de las doncellas, que pasaban por su cama,
- No te resistas mujer, no quieres salir dañada verdad y desde este momento serás mi esclava sexual
No- dijo ella tiritando
- Sé perfectamente que esto te encanta, dijo llevando una mano entremedio de su piernas, donde nunca había sido tocada. Ábrete
.Ahh que haces, suéltame dijo ella, pero el ya había pasado una mano por detrás de su espalda pegándola a su pecho.
-Ábrete Naevia, no quiero hacerte daño, mm todavía- pronuncio Pietro mirándola directamente a los ojos. Mierda, era lejos la mujer más hermosa que había podido ver.
- suéltame , ¿porque me haces esto? -justo en ese momento llego a su cavidad, suave y caliente.
-Pietro aay por por fa vor, dijo ella colocando sus pequeñas y suaves manos en sus hombros. Sentía su fuerte y masculino cuerpo encima de ella , ah y su aroma, era aún mejor de lo que ella creía.
-quieta quieta disfrutaras, como nunca lo habías hecho antes , mujer
- no no quiero, déjame por favor ah ah . Pietro tenía una mano en su clítoris, con sus dedos expertos acariciaba su botón inocente y con dos dedos acariciaba su entrada , haciendo círculos lentos y ejerciendo presión
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Naevia (+18 años)
RomanceAño 73 a.c Pietro tenia una sed de venganza, que pedía a gritos ser saciada, antes de raptarlo y tomarlo como esclavo, para convertirlo en un guerrero a sangre fría, era un hombre de dinero, que vivía junto a su esposa en una gran casa, con una...