PIETRO:
Llevaría a la princesita a un lugar que le encantaría, era tan sencilla, nunca me imagen que fuera así, con lo más mínimo que le doy, me regala una de sus hermosas sonrisas, y esos ojos verdes que me tienen totalmente atrapado, no puedo dejar de mirarlos.
Nunca antes había visto ese color verde, y esos pequeñas motas doradas que tiene la hacen verse tan provocativa. Joder su cuerpo me excita mucho, es exquisita, me encanta hacerla gritar de placer, sentir sus tiernos senos y ese coño con escaso vello que siempre espera húmedo para mí, y que cuando me alberga en su plenitud, se llena por completo y encaja perfectamente a mis medidas.
La llevaria en un caballo, ella se asusto al enterarse, nunca antes había montado en uno, su reacción me sorprendió.
- Naevia vamos súbete al caballo, queda un poco lejos
-Pietro no, nunca he subido, y si me caigo
-Ven pequeña súbete iras conmigo
la subí, sujetándola de su estrecha cintura, joder porque se tuvo que poner ese vestido verde oscuro, mostraba sus hermosas piernas, su hermosa piel, suave, sus rodillas, y además tenia un escote que me dejaba ver sus senos, y el cual iba amarrado por detrás del cuello. Mmm sería tan fácil quitárselo.
-Hay Pietro se mueve.
- Espera ya subo
- Me quede atrás de ella, la cual inmediatamente se apoyo en mi pecho, rodee su cintura y bese su cuello
- Nunca imagine que tu no supieras montar
- No , no sé, mi padre no me dejaba acercarme al establo
- bueno eso me hace un privilegiado ¿o no?
-¿porque? dijo ella inocentemente apoyada en mi hombro izquierdo, mirándome hacia arriba con su hermoso rostro
- Porque fui al primero que montaste, bueno de hecho me has montado varias veces . Se empezó a sonrojar mi hermosa damita- y que manera de hacerlo le dije mordiendo su lóbulo. La apreté mas contra mí. -de arriba hacia abajo, de adelante hacia atrás, segui besándola, su delicioso olor inundaba mi nariz, - mi bella-.
Puse una mano para alzar su rostro y la bese, quiero que me sigas montando solo a mi.
- Sí solo a ti, a nadie más, tú me enseñaste- dijo ella
- Si fue aquel día cuando te desvirgue mi amor, vamos o si no alcanzaremos a salir de aquí, sin que te folle ahora misma.
Al llegar ella estaba fascinada con la vista
- Nunca antes había estado aquí Pietro
Yo estiraba las mantas que traje sobre el césped
- Esto es hermoso, gracias gracias y se lanzo a mis brazos , se estiro y tomo mi rostro. Haz conmigo lo que quieras dijo , separándose de mí y desato su vestido de la parte de atrás, dejándome ver sus magníficos senos.
- Naevia , señorita como tú, no debería decirlo eso a un hombre como yo
- Pero si soy tuya, tómame, dijo acercándose a soltar mi traje, al caer al suelo la levante en mis brazos, ella pasos sus piernas por mis caderas y me ofreció sus senos
- Soy solo tuya mi amor, sola tuya ahahh - dijo esto último cuando me introduje uno de sus pezones dentro de la boca, ella tenía sus manos en mi pelo, tirando de él. y mis manos estaban en sus nalgas apretadas pero generosas, y no podía dejar de acariciarlas.
Sentía como mi miembro se hacia cada vez más pesado, me ponía duro con tan solo mirarla, pero tenerla , sentirla en mis brazos era una tortura , su suave piel, deliciosa y su aroma me volvía totalmente loco. Tan joven, tan bella como una verdadera ninfa y tan entregada a mi
ESTÁS LEYENDO
Naevia (+18 años)
RomanceAño 73 a.c Pietro tenia una sed de venganza, que pedía a gritos ser saciada, antes de raptarlo y tomarlo como esclavo, para convertirlo en un guerrero a sangre fría, era un hombre de dinero, que vivía junto a su esposa en una gran casa, con una...