Pietro fue el primero que despertó, y se quedo admirando a la mujer que tenía en sus brazos.
Hace años que no dormía con una mujer, a pesar de ser su enemiga, recordaba la pasión con la que se había entregado a él, la forma en que lo besaba y como le había entregado su inocencia.
Tenía un físico increíble, sus curvas, su vientre plano, sus hermosos senos, tan sensibles al tacto, su piel clara libre de imperfecciones, tersa, suave muy suave. Apoyada en su hombro con la cara hacia arriba podía ver sus rasgos, su sonrisa mientras dormía, su cabello ondulado estaba a lo largo de la almohada y de su brazo, sus pómulos, largas pestañas. Vio que ella tenía una pierna y un brazo cubriéndolo.
Le acaricio una mejilla, sentía que se ponía duro con tal solo verla. Quería estar de nuevo dentro de ella, pero sabía que debía estar adolorida , según lo que había escuchado hablar acerca de las mujeres de su condición y anoche ella había dado todo, las escasas lágrimas que resbalaron en su cara con las primeras penetraciones , habían sido borradas con sus besos, nunca había sido tan cariñoso, ella sacaba ese lado de él , tenía muchas contradicciones dentro de su cabeza, hacia cosas que eran totalmente opuesta a lo que quería hacerle a esa muchacha, después de todo esa era una mujer fría y calculadora.
Parecía joven , ¿cuántos años tendría?¿por que seguiría ahí? ¿estaría prometida?, se mostraba todo lo contrario de lo que decían, habían dicho que era una mujer promiscua y resulto ser una virgen que no tenía idea del sexo, incluso él le había dado su primer beso.
Habían pasado tantas cosas desde el día anterior, pero no daría vuelta atrás. Mañana dormiría en el suelo la princesita, y le daría trabajo que hacer por muy cansada que estuviera.
Así que la movió un poco y ella gruño , volviendo a acomodarse en su pecho, haciendo pucheritos inconscientemente
Diablos- dijo Pietro entre dientes.
Así que retiro su pierna y su brazo, quedando su cuerpo más expuesto a su vista.
-Naevia , despierta. Tienes cosas que hacer.
Al escuchar su nombre como por tercera vez, despertó, miro el techo, le dolía cada centímetro de su cuerpo, sobre todo la parte inferior. Miro hacia su lado y Pietro estaba con una toalla de espaldas, con el pelo mojado , se había bañado y no lo había escuchado, no despertó.
se dio vuelta y la vio ahí, con ojos somnolientos y con un pecho descubierto.
-Será mejor que tomes un baño, y luego laves las sabanas.
Ella miro hacia abajo y vio la mancha de sangre de su virginidad, que estaba como pruebas. Se sonrojo al instante.
- Cámbialas y acuérdate de hacer una cama al lado. No pensaras dormir al lado mí, solo estarás aquí cuando te quiera follar en la cama. ¿Entendido?.
Se tapó como pudo con sus piernas.
- No me trates así, es mi cama, cerdo, si alguien tiene que dormir en el suelo eres tú.
El se puso furioso, ella lo pudo notar al ver sus manos como puños y su mandíbula tensa.
- No me hables así, apúrate, báñate ,vístete. Luego recoge el resto de las ropas de los guerreros, y luego tienes que preparar la once para las 40 personas. Me comentaron que te gustaba la cocina, así que no creo que te moleste tanto.
- Dejame, yo no merezco esto. Se levanto hecha una furia, sin importarle su desnudez y le golpeo el pecho. El le sujeto ambas manos , dejándola arriba de la cama.
- Suéltame animal, estúpido, me usas y luego me tratas mal, ¿quien te crees que eres?
- Anoche no me decías lo mismo princesita.
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Naevia (+18 años)
RomanceAño 73 a.c Pietro tenia una sed de venganza, que pedía a gritos ser saciada, antes de raptarlo y tomarlo como esclavo, para convertirlo en un guerrero a sangre fría, era un hombre de dinero, que vivía junto a su esposa en una gran casa, con una...