|1| No puedo apartar los ojos de ti ✔

Capítulo 87: ¿Estás tan preocupada por mí?

“Alrededor de las cinco de la mañana. Buenos días, mamá… ”Jiang Yao estaba despierta. Luego se sentó en la cama y se frotó los ojos. Ella usó su pierna que estaba debajo de la manta para patear a Lu Xingzhi, quien permaneció en su posición original para dormir. Ella susurró e instó: “Despierta, deberías volver con mamá y tomar una siesta más tarde. Visítame después del almuerzo. Quizás pueda irme a casa más tarde en la tarde ".

 Podía acostarse en la misma cama con Lu Xingzhi de forma natural y casual cuando no había nadie más en la sala, pero no tenía la afición de mostrar con arrogancia su afecto hacia su esposo frente a los mayores.

Lu Xingzhi le dio a la mujer, que lo instaba a irse a casa sin parar, una mirada débil, luego se despertó y se levantó de la cama. Sin embargo, no se fue a casa como deseaba Jiang Yao.

“Mamá, me quedaré en el hospital. Puedes irte a casa ahora. Si la dan de alta esta tarde, te llamaré. Solo pídale al conductor que nos recoja ".

La Sra. Lu sabía muy bien lo que quería decir su propio hijo. Cuando le dijeron que Jiang Yao estaba herida, se apresuró a regresar de inmediato a pesar de que solo había estado fuera unos días. Ahora tenía más tiempo para pasar con Jiang Yao y, sin duda, le gustaría quedarse a solas con ella.

La Sra. Lu sonrió y asintió con la cabeza. “Muy bien, dejaré el desayuno aquí. Ustedes dos recuerden tomar algo para comer. Si pasa algo, llámame ". Entonces, la Sra. Lu abandonó la sala de mala gana.

 “Has estado viajando durante toda la noche y ni siquiera has descansado lo suficiente ¿Por qué no vuelves a casa y te echas una siesta?". Jiang Yao se sentó en la cama y miró directamente a Lu Xingzhi. “La cama es pequeña y el hospital puede ser bastante ruidoso durante el día, no se puede descansar bien aquí”.

 Lu Xingzhi no le respondió y de inmediato se limpió. Luego, regresó y se sentó en la silla colocada al lado de la cama. Luego organizó el desayuno que trajo la Sra. Lu.

 Jiang Yao vio que no tenía intención de irse y comenzó a regañar de nuevo: "Solo vete a casa después de desayunar".

 Lu Xingzhi de repente dejó de preparar el desayuno. Miró hacia arriba y miró a Jiang Yao como si estuviera listo para soportar todas sus quejas. A medida que ella progresaba más, él incluso ajustó su postura sentada y se sentó derecho como un estudiante escuchando a su maestro en clase.

En ese momento, no era difícil decir que a Lu Xingzhi no le molestaban en absoluto las molestias de la mujer, sino que, en cambio, un tinte de felicidad brilló en sus ojos.

 Acercó su silla hacia adelante y se acercó a Jiang Yao. Jiang Yao vio su reacción y no volvió a decir nada.

 Regañar a este hombre no tenía sentido. No se defendió, no se enojó y ni siquiera le respondió. Él solo la estaba mirando hasta el punto en que ella ya no podía seguir regañándolo.

 "Jiang Yao ..." Lu Xingzhi habló de repente y la llamó por su nombre. Su voz era un poco ronca. "¿Estás tan preocupada por mí por no dormir lo suficiente?"

 Antes de que Jiang Yao pudiera decir algo, se puso de pie, puso una de sus manos en la parte posterior de su cabeza y presionó su rostro. Él selló sus labios que antes estaban ocupados regañándolo con los suyos.

 Este beso fue un poco repentino. Ambos labios se tocaron. Él le dio un ligero beso al principio, luego se emocionó y comenzó a explorar más profundamente. Se aferró a su elegante lengua como si quisiera algo con impaciencia. La atrajo hacia él, pero tal vez preocupado por las heridas en su espalda, solo tiró de sus brazos.

Jiang Yao no sabía lo que Lu Xingzhi anhelaba desesperadamente, pero podía sentir su entusiasmo.

 Ella le devolvió el beso con torpeza. Ambos estaban tan cerca el uno del otro, tan cerca que sus ojos no podían ver nada más que su rostro.