5: 𝓒𝓲𝓽𝓪

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Ya era casi la hora acordada, Harry se encontraba bastante tranquilo a comparación de Anne, ella estaba por los cielos, la "primera cita" de su muchachito. Harry estaba acomodando sus rizos con la secadora de su mamá. Él se estaba preparando para algo que tenía planeado más allá de la "cita"

-Cielo, ya casi son las 08:00pm, debes estar puntual para tu primera cita, debes mostrarte seguro de ti, pero a la vez caballeroso, tú debes pagar la cena, no se te olvide...

La mujer continuó dando consejos a su hijo, Harry no le daba tanta importancia a ese día, el solo iba a cenar con una amiga.

-... Usa el auto, no creo que papá se enoje, solo recuerda quitar las llaves a tiempo.

- Mami puedo ir caminando y a...

-Shush- cariño ¿Cómo se te ocurre hacer caminar a la pobre muchacha?.

-Uh- Creí que era lo mejor.

-¡NO!, ¿Qué impresión le vas a dar a sus padres?.

-No pensaba ir por ella.

-¡Qué! Harry ¿Cómo se te ocurre?, Parecerá que no tienes modales.

-Oh, está bien iré por ella a casa, ¿Segura que puedo usar el auto?, no quiero que papá se enoje contigo.

-Segurísima mi vida. Cualquier problema que haya ya veré como lo arreglo.

-OK, regreso a la 10:30-11:00pm ¿Está bien?

-Perfecto cariño. Suerte mi muchachito coqueto.

Harry salió de su recamara y se dirigió a las escaleras.

-Bye Gemms.

-Bye Hazz, por favor ten cuidado.

-¡Harry!- Gritó la mujer desde el segundo piso -El dinero cielo.-

-Cierto.

Harry regresó al pasillo donde se encontraba la mujer, ella le entregó una vieja cartera de su padre la cuál traía un poco de dinero. Anne depositó un besito en los rizos de su pequeño.
Harry salió de la casa con la cartera y las llaves del auto. Sabía conducir su padre le enseñó, el dijo que mínimo debería saber lo básico o como mover un auto en caso de emergencia. A Harry no le disgustaba manejar, de hecho le relajaba mucho. Pero le gustaba manejar solo, le permitía pensar en él, hundirse en sus pensamientos mientras el viento golpeaba su cabellera, era un momento donde el podía ser quien realmente era y relajarse.

Llegó a casa de Amelia 07:55pm. Bajó del Chrysler rojo, al bajar empezó a escuchar gritos, una mujer bastante desesperada, ¿Amelia? Definitivamente no era ella su voz se escuchaba más grave, Amelia tenía una voz bastante dulce. Esa debía ser la mamá, Harry estaba en el porche, era una hermosa casa, era enorme, paredes blancas ventanas amplias, pilares de mármol, el jardín decorado con bellos rosales rojos y altos árboles. Harry dudó mucho el llamar a la puerta. Estaba apunto de irse cuando escucho un grito de Amelia.

-¡Papá! ¡Papá por favor bas...!

-¡Calla de una vez Amelia, debes aprender el lugar de una mujer es en casa, no andar de zorra como tu madre!

-¡Micheal, por favor!- dijo la mujer entre sollozos.

-¡Qué sea la última vez que sales de zorra!

-Mi-Micheal solo fui al mercado, Roger era solo un amigo de la secundaria.

-Todos son amigos hasta que te revuelcas con ellos. Ahora ve a lavarte la cara que la niña tiene invitados.

Hasta que la suerte nos separeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora