Machistas y El Equipo

6.6K 346 10
                                    

Una vez terminada la clase de música, nos dirigimos todos juntos hacia la cafetería pues ya era la hora del almuerzo. Dos puertas transparentes custodiaban la entrada a lo que algunos consideran su propio infierno, y si tal vez esto sea una exageración, pero creanme; no hay nada más infernal que un espacio que junta a decenas de adolescentes cansados, malhumorados y hormonales.

Una vez dentro, se podía ver como una larga fila se estiraba desde el lado derecho de la cafetería hasta alcanzar las mismísimas puertas por las que acabamos de cruzar. Así que la decisión fue que no comeriamos, bueno al menos yo decidí eso. No tenía ni las ganas, ni las fuerzas para hacer semejante fila. Además, no es que la comida de este lugar fuera particularmente sabrosa, así que realmente no me estaba perdiendo de nada.

Alejándome de los chicos que si estaban dispuestos a desperdiciar su hermoso descanso, intente encontrar a Ian entre la multitud de gente. Claro que, considerando mi estatura, fue una búsqueda bastante inutil. Así que, tomando mi celular, le envié un texto pidiéndole que gritara tan fuerte como le fuera posible. Segundos después, obtuve como respuesta mi nombre rebotando en las cuatro paredes del gran salón, silenciando a todo aquel que estaba teniendo cualquier tipo de conversación y permitiendome saber hacia dónde debía ir.

Al llegar a la mesa, pude ver que Ian aún permanecía con aquel jodido pelinegro, Chad. Junto a ellos otros dos chicos, uno rubio y otro pelirrojo.

-Chicos ella es, Sky. Sky, ellos son Jeremy-Dijo señalando al pelirrojo-Ashton-Dijo señalando al rubio-Y Chad-Con un movimiento de manos y una media sonrisa como presentación, procedí a sentarme junto a Ian.

************

El resto del día transcurrió normal. Al menos hasta llegar a la última hora, en la cual se nos permitía elegir alguna de las opciones disponibles como actividad recreativa. En mi caso, había elegido basketball, pues era una de las cosas que se me daba bastante bien y además un juego que hacía años que jugaba junto a mis hermanos. Según Jackie me había contado, el equipo era mixto pero el entrenador a cargo no daba verdaderas oportunidades a quienes no compartían su mismo género. Es decir, el equipo era completamente de hombres.

Llegando al gimnasio, pude ver que las palabras de Jackie eran de hecho, ciertas. Alrededor de 20 chicos se encontraban practicando en la cancha, todos intentando impresionar al entrenador. Ni una sola chica a la vista. Rodé los ojos medio exasperada, ¿En qué año estabamos? ¿1940?

Acercándome al entrenador, llame su atención tocando su hombro. Un simple movimiento de ojos hacia mi dirección me indico que la tenía, pero sus ojos permanecieron en la cancha, analizando a los que se encontraban jugando.

-Buenas tardes, jovencita. ¿Qué desea?-Me pregunto, un poco indiferente y con aires de arrogancia. Rode los ojos internamente, preparandome para discutir con este idiota de ser necesario.

-Deseo volar-Respondí sarcástica. Haciendo que Jackie y los chicos que se encontraban en la cercanía, rieran. También provocando que la totalidad de la atención del entrenador se posará sobre mí, una mirada reprobatoria como acompañamiento-Pues, ¿que no es obvio? Estoy aquí para hacer las pruebas para quedar en el equipo-Me explique, esta vez mostrando seriedad. El entrenador dejó escapar una pequeña risa incrédula y aquellos escuchando nuestra conversación lo acompañaron, tomando lo que había dicho como un chiste. Increible, pense, siglo XXI y aun existe gente machista.

Definitivamente has viajado a 1940.

-Lo siento, jovencita-Me respondió, asegurándose de remarcar la última palabra-Pero eso no será posible-

-¿A que se refiere con que no será posible? Hasta donde yo tengo entendido todos ellos-Exclame, señalando a todos los que se encontraban jugando-Se encuentran haciendo las pruebas, entonces por qué en mi caso, eso no sería posible?-Pregunté algo irritada. Sep, definitivamente este hombre me caía mal y no faltaba mucho para que me hiciera explotar.

De Vuelta en CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora