✑Cuando Taehyung es obligado a casarse con el gobernante de reino vecino, sin alternativa, sin ningún otro camino más que resignarse a aceptar el cortejo del Rey Namjoon, sin embargo al llegar al reino de Busan y finalmente conocer cara a cara a su...
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El tiempo pasaba, y por cada nuevo minuto que marcaba el reloj, el lobo de Jungkook se inquietaba aún más, estaba preocupado, por lo que fuera a pasar allá, no solo por su hermano, le preocupaba todo lo que pudiera pasarle a los que fueron al reino de Seúl, le preocupaba que no todo fuera como aparentaba, o que se ocasionara una segunda guerra, desconfiaba de aquel supuesto hijo del tipo que mató a su padre, ¿Qué clase de cosas le enseñaba un criminal a su hijo? ¿Empatía? ¿Amabilidad? Por supuesto que no, alguien que hizo el mal en vida, querría que sus hijos sigan sus pasos, y terminen lo que él no pudo.
Una de las mayores cosas que le preocupaba, era el pequeño ser que sería su sobrino o sobrina, su hermano dijo que necesitaba a SeokJin para que empezara aprender a lidiar con deberes reales, pero sabía que esa era una vil mentira, había otra razón por la que su hermano llevó a su omega, lo conocía bastante bien, sabía que por muy importante que fuera, no pondría en peligro a alguien cercano a él, y justo esa cena en el reino de Seúl era lo contrario a "seguro".
Estaba al borde del estrés, por su propio bien, y por el de los demás, se había encerrado en su cuarto, llevaba ahí dentro desde hace varias horas, únicamente dando vueltas de un lado a otro, con desesperación, sus sentidos estaban alerta, y bien podía romper algo por el estrés, su lobo por el contrario estaba en colapso, parecía estar reviviendo cada uno de sus dolorosos recuerdos, el pecho le ardía por tanto guardar sus emociones, le costaba respirar, y se sentía mareado.
De pronto sus pies dejaron de sostenerlo, hubiera caído al suelo de no haberse sostenido del pie de su cama, un terrible dolor le atravesó por la columna vertebral, hasta llegar a sus pies, su garganta le comenzó a quemar, y su vista comenzó a volverse borrosa, se sentía mareado, y sus ojos se estaban volviendo pesados; mientras aún trataba de mantenerse en equilibrio, escuchó como la puerta de su dormitorio se abría, más no logró saber de quién se trataba, ya que su cuerpo en ese preciso momento perdió la fuerza que le quedaba, y cayó al suelo inconciente.
Despertó sintiendo su cuerpo pesado, abrió sus ojos notando inmediatamente la oscuridad de su cuarto, siendo iluminada con la escasa luz de la luna, que lograba pasar por sus cortinas, un poco desorientado intentó levantarse de su cama, pero un peso insoportable se lo impidió, logrando que volviera a caer sobre el colchón debajo suyo, rendido, observó como pudo su habitación, notando finalmente el bulto al pie de su cama, identificando la silueta con la de Taehyung, que se había dormido pacíficamente, mientras esperaba a que despertara.
—Tae... —Llamó lo suficientemente alto para llamar la atención del chico.
El de cabellera plateada abrió sus ojos lentamente, parpadeó un par de veces para alejar el sueño, se reincorporó para estirarse y tronar algunos huesos, por último lo volteó a ver con cara adormilada, frotando uno de sus ojos.
—Despertaste... Estaba comenzando a preocuparme —Declaró con sinceridad.
—¿Qué fue lo que pasó? —Preguntó con duda, acomodándose de mejor forma en la cama.
