✑Cuando Taehyung es obligado a casarse con el gobernante de reino vecino, sin alternativa, sin ningún otro camino más que resignarse a aceptar el cortejo del Rey Namjoon, sin embargo al llegar al reino de Busan y finalmente conocer cara a cara a su...
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«Taehyung»
Ha pasado una semana desde mi llegada y la verdad me siento algo incómodo, el rey Namjoon es bastante distante conmigo, cada que la reina madre intenta dejarnos solos él termina yéndose dejándome solo, siempre que eso sucede me dirijo a dónde algunos omegas trabajan dentro del palacio (incluyendo a Jimin), al inicio les incomodaba tenerme ahí, pero yo les expliqué que así era en Daegu y que hacer labores de ese estilo me hacía sentir en casa, por lo cual me he echo su amigo, también les he estado ayudando a algunas chicas con la jardinería del palacio. Un pasatiempo que disfruto sin duda.
—Dime cariño ¿Cómo va tu relación con Namjoon? —Preguntó Taeyon.
—Ahhh... —En realidad su relación era pésima, habían intercambiado una que otra palabra, pero no era ni siquiera una relación de amistad. —Bueno...
—Va excelente madre —Interrumpió Namjoon.
—¡Genial! Entonces ¿Podemos adelantar la boda? —Preguntó emocionada.
—No lo creo, solo nos conocemos de una semana, madre —Habló nuevamente el rey.
—Termine de comer —Jungkook se levantó rápidamente de la mesa.
—¡Jeon Jungkook! ¡¿Quién te dijo que podías irte?! —La mujer fue ignorada. —Ese muchacho es todo un irrespetuoso.
Me sentía algo incómodo, apesar de tener algunos días aquí, sentía no encajar en la familia de los Jeon.
—En fin... Como aún siguen conociéndose los dejaré solos para que puedan convivir más —Taeyon se levanto de la mesa y se fue a algún lugar del castillo.
—Yo también debo irme... Tengo cosas importantes que hacer —Namjoon se levantó de la mesa a punto de irse.
Taehyung ya estaba cansado de que siempre se fuera de esa forma. —¡Espera!—Él contrario se dió la vuelta. —¿Qué pasa? ¿Por qué siempre me evitas? Si voy a casarme contigo me gustaría por lo menos tener una buena relación contigo... Pero ni eso tenemos, lo único que se de ti es que eres el rey y nada más... —Tal vez estaba exagerando pero tenía ganas de llorar.
—Escúchame Taehyung, ya te lo dije, este matrimonio solo es para unir nuestros reinos, yo no quiero nada contigo, así que por favor no insistas —Tal vez estaba siendo algo duro, pero no quería que aquel chico se enamorara de él, pues no tenía intenciones de corresponderle.
—Lo sé, yo tampoco quise que este matrimonio pasara, yo deseaba encontrar a mi pareja predestinada... Acepte por obligación de mis padres —¿Estaba mal llorar por eso? —Pero te lo pido... Al menos seamos amigos...
—Taehyung... —Se notaba que eso le afectaba también a el chico, y él solo estaba pensando en si mismo. —Esta bien podemos ser amigos... Pero solo eso.
—¿¡De verdad!? —Una sonrisa pareció en su rostro. —Te lo agradezco —Namjoon salió de aquella habitación sin antes dedicarle una muy sincera sonrisa.
Me sentía bastante feliz, conseguir la amistad del rey Namjoon me había subido el ánimo, era posible que nuestro matrimonio sería forzado, pero al menos seriamos amigos y eso me hacía sentir feliz. Comencé a dirigirme a mi habitación para cambiarme de ropa, era un príncipe pero no me gustaba llevar ropa elegante siempre, además estaba por ir con los omegas de lavandería, les prometí llevarles provisiones así que cumpliría mi palabra.
Mientras iba a mi habitación mire al campo de entrenamiento, no había nadie, pero esperaba que lo hubiera. Realmente estoy confundido, jamás me había sentido así con nadie, pero al estar con el príncipe Jungkook todo es distinto.
—¿Podrías quitarte del camino? —Habló amargamente aquel chico que erizaba la piel de Taehyung.
—¿Ah? ¡Oh, si! —Se hace a un lado, mirando el cuerpo de el contrario, siempre que entrenaba se retiraba su camisa y era imposible no ver su marcado abdomen.
—¿Que ves? —Cuestionó indiferente.
—¡Ah! ¡Nada! —Rápidamente retiró la mirada y sale corriendo de aquella incómoda situación.
Me dirigí a mi habitación rápidamente, al llegar cerré la puerta detrás mío, aquel chico realmente causaba algo en mi lobo, al estar con él parecía estar realmente feliz y cómodo. Fuí al baño de mi habitación y mojé mi rostro para despejarme un poco de lo sucedido, cambie mi ropa y tomé las provisiones que les prometí a los de lavandería, salí de mi habitación para dirigirme hacia allá.
—Wow Taehyung ¿Por qué esa cara larga? ¿Que pasó? —Jimin se acercó a Taehyung.
—Hace un momento hice algo bastante incómodo con el príncipe Jungkook —Dijo avergonzado.
—¿De verdad? —Rió. —¿Que hiciste? —Aguantó una carcajada al ver el rostro de vergüenza de Taehyung.
—Mire su abdomen marcado enfrente suyo —Jimin no logro contener más la risa. —¡No es gracioso Jimin!.
—Disculpa —Dijo aún riendo un poco. — ¡Vamos admítelo! Te gusta el príncipe Jungkook.
—...
Tal vez y tenía razón. Sin embargo no quería aceptarlo.
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