✑Cuando Taehyung es obligado a casarse con el gobernante de reino vecino, sin alternativa, sin ningún otro camino más que resignarse a aceptar el cortejo del Rey Namjoon, sin embargo al llegar al reino de Busan y finalmente conocer cara a cara a su...
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«Narrador»
Era un día tranquilo en el palacio, no ocurría nada fuera de lo habitual, los sirvientes hacían sus labores, los guardias vigilaban; no había nada raro o fuera de lo habitual. Y para Taehyung tanta tranquilidad le aburría. En todo el medio día no había visto a ningún miembro de la realeza, exceptuando el desayuno. Taeyon estaba en su alcoba dejando que sus sirvientas le ayuden con su manicura y pedicura. Namjoon estaba en su oficina trabajando en algo que no había querido contar en el desayuno, lo único que avisó era que no lo fueran a buscar. Y Jungkook, dios realmente quería ir a ver a Jungkook, no sabía nada de él desde el desayuno, y el omega de Taehyung estaba inquieto por saber que estaba haciendo su alfa.
Taehyung ayudaba como todos los días a las omegas de jardinería, y mientras llevaba una maceta de hortensias al ala norte del castillo, disimuladamente pasó por el pasillo que daba vista a el campo de entrenamiento, quería que estuviera ahí, lo deseaba, pero sus deseos fueron en vano, en el campo de entrenamiento solamente se encontraban guardias principiantes en alguna de sus clases avanzadas. Taehyung lo sabía, su omega le decía a gritos que aquel alfa azabache era su alfa, pero su parte humana negaba dar el primer paso, llevaba solo una semana y media en el castillo, no quería ser precipitado.
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Había terminado con sus labores en jardinería, y tenía muchas ganas de ver a Jimin, sin embargo, tenía varias dudas que quería aclarar con Namjoon lo antes posible, había pasado un largo rato, seguro ya había terminado sus labores, así que no habría problema. Cuando llegó a la puerta de su oficina notó a los guardias, al parecer aún no había acabado. Pero en verdad necesitaba aclarar su mente, por lo que les pidió a los guardias dejarlo pasar por que tenía asuntos que tratar con el Rey.
Cuando le dieron acceso, ingresó a la gran sala. Se llevó una gran sorpresa al notar que la habitación estaba completamente desolada. No había ni una sola alma en el lugar, y por lo que le habían dicho los guardias, Namjoon no había salido aún de la habitación. Se quedó estático ¿Le habría pasado algo? ¿Que tal si fue un secuestro muy silencioso? No, no podía ser eso; Namjoon era un alfa muy fuerte, incluso si hubieran querido desmayarlo no lo habrían logrado, entonces ¿Por qué no estaba?.
Comenzó a buscar por la habitación con la esperanza de encontrar algo que le dieran las respuestas, cualquier cosa. Estuvo un rato buscando y lo único que había encontrado era un retrato pintado a mano de un hombre, pensó al instante que podría ser el padre de Namjoon. Aún que dudaba un poco de eso, era bien sabido que Jeon JungWoo era un alfa, y el joven retratado en la pintura tenía rasgos finos, característicos de un omega. Aún que bueno, según le habían contado la apariencia de JungWoo no le daba justicia a su formidable personalidad.
—¿Qué está pasando? —Habló para si mismo mientras veía otra vez aquel retrato. —¿Quién eres? Si Namjoon tiene un retrato tuyo seguro eres muy importante para él... —Trataba de convencerse que aquel chico era el difunto padre de la familia Jeon, pero le costaba. —Debería irme, creo que no podré hablar con Namjoon hoy —Suspiró con cansancio. —Solo por si acaso guardaré el secreto sobre la ausencia de el Rey... Al menos hasta poder platicarlo con Namjoon —Se dijo para si mismo, solía hablar solo cuando algo le preocupaba.
Taehyung salió de la habitación dejando el retrato donde lo había encontrado. Al salir los guardias estaban en su descanso, por lo que no se preocupó por dar explicaciones sobre la tardanza. Se encaminó a su habitación aún pensativo, aquella escena anterior le había causado un mal presentimiento y tenía planeado pensarlo bien antes de ir con Jimin. Pero sus planes nuevamente fueron interrumpidos cuando escuchó la dulce voz de Jimin a lo lejos.
—¡Taehyung! Oye te estaba buscando, nesesito contarte algo súper importante espero que... —Se interrumpió a si mismo al notar la mirada baja del contrario. —Oye ¿Pasa algo? —Cuestionó preocupado.
—No... —Se tomó unos segundos para despejar su mente, luego volvió a hablar. —No es nada importante, Jiminie —Le dedicó una sonrisa casi forzada. —¿Qué eso que tanto querías contarme? —Cuestionó al no recibir respuesta.
—¡Oh! ¡Si! —Como por arte de magia volvió a hacer aquella mirada difícil de descifrar. —¡No me lo vas a creer Kim Taehyung!.
—Habla de una vez entonces —Comenzó a caminar a pasos lentos dejando atrás a su amigo.
—Es que no puedo hacerlo —Corrió detrás de él. —Al menos no aquí, si lo digo en voz alta las omegas del palacio ¡Se van a volver locas! —Exclamó en un susurro.
—Entonces vayamos a mi habitación —Con eso último el rubio asintió repetidas veces.
Al llegar a la habitación del peli-plata, Jimin tomó su mano rápidamente adentrándose en la habitación lo antes posible, Taehyung con dificultad cerró la puerta detrás suyo.
—Bien ¿Que es tan importante y misterioso para que las omegas del palacio no deban saberlo?.
—¡Jungkook entró en celo! —Volvió a exclamar bajito, esperando no ser oído.
Taehyung abrió sus orbes de sobre manera por ello...
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