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Su cuerpo estaba adolorido, cuando salió del comedor en busca del rey de Seúl, no pensó que terminaría siendo víctima de una emboscada y ahora por culpa de su imprudencia, el rey de Namjoon había sido herido por el originario de las tierras

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Su cuerpo estaba adolorido, cuando salió del comedor en busca del rey de Seúl, no pensó que terminaría siendo víctima de una emboscada y ahora por culpa de su imprudencia, el rey de Namjoon había sido herido por el originario de las tierras. Con su mente nublada por el dolor, sus heridas abiertas ardiendo en su piel, intentó recomponer su postura; no podía solo quedarse viendo como el aparente hermanastro del rey Namjoon lo asesinaba lentamente.

Sus manos tantearon el suelo en busca de su espada, que tiempo atrás había sido alejada de las manos de su superior, consiguió enrollar sus dedos en el mango tras haber arrastrado su cuerpo lo suficiente para tenerla al alcance, aprovechó que Juwon se entretenía hablando de sus planes futuros, disfrutando de los quejidos de dolor que le ocasionaba a Namjoon, para lanzar su espalda con las pocas fuerzas que aún tenía, buscando que de esa forma el rey de Busan pudiera salir de su pequeña prisión bajo el pie de Juwon.

La espada voló cerca del rostro del rey de Seúl, que si no hubiera sido por sus increíbles reflejos el resultado habría sido terrorífico, su cuerpo se balanceó perdiendo equilibrio, retrocedió unos pasos tratando de asimilar lo sucedido, este acto fue aprovechado por el otro para alejarlo de sí, logrando ponerse de pie nuevamente; la adrenalina con la que estaba viviendo en ese momento no le permitió concentrarse en la punzada que surgió desde su pecho, haciéndole doler cada punta de su cuerpo, en su lugar con una mano tomó con fuerza los largos cabellos del hombre ajeno y con la otra tiró la muñeca del mismo, de esa forma logrando tirarlo bocabajo contra el frío pavimento echo de mármol.

-Mierda... -fue lo único que dijo tras haber chocado su rostro contra el suelo, para después intentar sacarse de encima a su medio hermano.

Respiró con irregularidad, enfocó su vista en el joven que estaba a pocos pasos suyos, pudo notar alivio en sus ojos adoloridos, no quiso seguir esperando, por su culpa ahora el reino de Busan estaba desprotegido y sus menores estaban en peligro, solo había una forma de cambiar todo, pero temía a el resultado final, aún así no podía perder el tiempo intentando encontrar una posible solución cuando en realidad todo pendía de un hilo; inhaló una gran cantidad de aire, guardándola en sus pulmones por algunos segundos antes de soltarlo lentamente, su mente se aclaró, debía hacerlo.

-¡Hoseok! -llamó. -¿Aún puedes mantenerte de pie?

El otro se sorprendió ante tal pregunta, pero no lo pensó demasiado, estaba seguro que el rey tenía algo en mente, por lo que verificó el estado de su cuerpo para darle una respuesta. Su cuerpo ardía y dolía en cada mínimo rincón, pero si juntaba fuerzas podía fácilmente ponerse de pie en caso de emergencia.

-Un poco, majestad... -respondió.

El rey asintió con la cabeza como respuesta, eso fue suficiente para él. -Necesito que te levantes y envíes una advertencia a Busan... -los ojos ajenos parecían perplejos, entendía perfectamente por qué se lo pedía, pero no podía irse y dejarlo ahí solo, era una idea completamente suicida. -Deben estar preparados para lo que sea que vaya pasar.

𝐓𝐡𝐞 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞 𝐎𝐟 𝐃𝐚𝐞𝐠𝐮...✍︎ 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐕 ♔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora