🖇; capítulo 13

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Con el corazón estrujado, Taehyung se dirigió a donde se encontraba la cafetera para prepararle un café a su jefe. Mientras ésta se llenaba de agua caliente, se quedó mirando un punto fijo; la mujer con el labial poco notorio en sus labios, la mancha roja que llevaba Hoseok en los suyos; el empalagoso olor de la colonia cuando la mujer pasó a su lado al salir era el mismo que percibió al entrar a la oficina.

Realmente no era asunto de su importancia, tal y como lo había dicho su jefe, porque después de todo, eran sólo eso; jefe y asistente. No debía meterse en los asuntos de su vida personal.

Tanto era la concentración de esos pensamientos que se hacían presentes en su mente, que no se dio cuenta en el momento que la cafetera casi se derrama de agua caliente. Decidió dejar todas esas ideas de lado y concentrarse en lo que debía hacer, no quería causar un daño más por su torpeza.

Le sirvió un café, pero no con el mismo entusiasmo como normalmente lo hacía, hasta sentía que le iba a saber más dulce ya que ni siquiera puso atención en cuánta azúcar le había puesto. Lo revolvió y se dio vuelta para ir y dejarle el café sobre la mesa a su jefe, esta vez a una distancia lejos de sus documentos.

Sin preguntar y sin decir ni una palabra, se sentó en una de las sillas frente al mayor, apoyando un brazo sobre el escritorio y su mentón sobre su mano. Lo miró por un par de segundos, ya que el mayor era consciente de cada acción realizada por el menor. Se incorporó en la silla y llevó sus manos hacia sus muslos.

—Lamento si mi pregunta te incomodó.— mencionó Taehyung por encima del tedioso ruido de las teclas del portátil que presionaba Hoseok. No obtuvo respuesta, como era costumbre. Hizo una pequeña reverencia. —Perdón.

El sonido de las teclas se detuvo y escuchó un suspiro pesado, pero en ningún momento levantó la mirada.

—Kim, usted está aquí para cumplir su deber trabajando, no metiéndose en los asuntos personales de su jefe.— dijo el mayor de manera directa y con un tono de voz frío.

Taehyung se sintió aún más pequeño, pero en ese entonces el rubio no estaba consciente de lo que estaba diciendo. Levantó lentamente la cabeza y una amplia y angelical sonrisa se asomó en sus labios. Asintió un par de veces y se puso de pie; muy derecho, ceño fruncido y llevando su mano a la altura de su frente en forma de saludo.

—Tiene toda la razón, mi general.— bromeó con una voz más grave de lo normal. Volvió a tomar asiento mirando al moreno de manera divertida.

Éste sólo lo miraba como el ser más absurdo que le había tocado conocer en su vida. Su rostro no reflejaba ni una emoción o expresión, su mano frotando su mentón y luego soltando un suspiro.

—Hoseok.— hablaron abriendo la puerta. La sonrisa de Taehyung desapareció en un instante. —Jung Hoseok.

Era la mujer del ascensor, la misma con la que vio salir el otro día a Hoseok del edificio y se subían a su auto. La mujer pasó por desapercibido a Taehyung y se sentó en la otra silla libre.

—Ya he ido a reservar para nuestra cita de hoy en la noche.— sonrió ampliamente, tomando la taza de café que el rubio le había servido al moreno y que no la tocó en ningún momento. —Por favor, no me vayas a hacer esperar mucho.— hizo un puchero y acercó la taza con el líquido humeante a sus labios.

Líquido que Taehyung no se esperaba sentir en su rostro y parte de su pecho. Quería hacerse la idea de que cuando abriera los ojos, lo ocurrido habría sido sólo su imaginación, pero no lo era. Quemaba un poco en su rostro e inmediatamente retiró lo posible con sus manos; la mujer le había escupido el café en la cara.

In A Heartbeat °• HOPEVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora