🖇; capítulo 35

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Había pasado un tiempo.

Taehyung ni bromeando se acercaba a Hoseok más de lo que debía y éste último tampoco lo llevaba consigo en el auto cuando salía y con justa razón; todo aquello lo habían dejado atrás después del incidente de los rumores. Hoseok también le había prohibido volver a llevarle el desayuno y al rubio sólo le quedó aceptar aquello. De todos modos escuchaba que siempre salía a almorzar con Nam Hye Sook.

El señor Jung se la pasaba más tiempo en la empresa y en la oficina de su hijo. Por supuesto que eso ocasionó que Taehyung dejara de estar todo el día ahí dentro con ese hombre, por una parte se alegraba y agradecía la presencia del señor Jung, pero por otro lado extrañaba pasar tiempo molestando a Hoseok.

Ya se había dado por vencido y lo único  que quería era seguir con su vida. Sentía una enorme presión en el pecho y eso sólo significaba una cosa: ya no hacía falta en ese lugar.

—¿Ya hablaste con él sobre eso?— Yoongi, que mantenía sus manos ocupadas tecleando y su mirada atenta en el ordenador, prestaba atención a lo que el rubio le decía.

—No realmente. Cuando quiero hacerlo, me avisa que salga de su oficina porque su padre está llegando a la empresa y cuando el señor Jung se va, él se ocupa.

—Lo supuse.— al final ambos soltaron un ruidoso suspiro al unísono. Yoongi dejó de teclear y miró con atención al rubio. —Aún así, creo que ya no deberías dejar pasar más tiempo. Puede que al confesarte, sus sentimientos no cambien o puede que sí. No lo sabremos si no lo intentas.

Taehyung asintió.

Realmente ya estaba cansado de torturarse todas las noches pensando en una vida con Hoseok y donde una desconocida llegaba a separarlos, logrando su cometido y llevándose lejos al mayor de su lado.

—Tienes razón.— golpeó las palmas de sus manos en el escritorio de Yoongi al mismo tiempo que se ponía de pie. —Deséame suerte.

Yoongi lo miró con una enorme sonrisa en su rostro, pues no podía creer que Kim Taehyung haya agarrado el valor que tanto le hizo falta hace meses atrás para decirle a Jung Hoseok lo que sentía por él.

—Suerte.— dijo el pelinegro, después de que la puerta de su oficina se hubiese cerrado.

Quizá estaba un poco nervioso, su estómago se sentía extraño desde que salió de a oficina de Yoongi. Sentía ligeras náuseas y se imaginaba el sinfín de cosas que le diría a Hoseok.

Aunque también se había llenado de valor. Sus piernas se mantenían firmes con cada paso nuevo que daba en dirección a la oficina de su jefe.

A pocos metros de la puerta, entró sin previo aviso. El mayor estaba solo, como lo esperaba, ya que suponía que el señor Jung se había retirado de la empresa hace un par de minutos.

Hoseok se encontraba mirando unos documentos que parecían importantes y apenas levantó la mirada para saber que Taehyung había irrumpido en su oficina.

—Necesito hablar contigo.— dijo sentado frente a él. Se sorprendía de lo firme que había sonado su voz.

—No tengo tiempo para hablar.— respondió, sin levantar la vista de esos papeles.

Taehyung tensó la mandíbula y se imaginaba a si mismo tirándole todos esos documentos, echarles agua encima y gritarle un par de palabras a su jefe...pero se contuvo y respiró profundo.

—No me importa si tienes tiempo o no, necesito hablar contigo.— volvió a repetir, esta vez elevando un poco su tono de voz, esperando alguna reacción del mayor.

In A Heartbeat °• HOPEVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora