🖇; capítulo 26

2K 306 1
                                    

Después de que Yoongi abandonó el baño y escuchó la puerta cerrarse, se apresuró para salir de la ducha, secarse y cambiarse.

Salió del baño con una toalla en mano, secándose el cabello. Yoongi estaba terminando de guardar sus cosas y miró al rubio.

—Deberías ir guardando también lo tuyo. Es domingo y es hora de volver.

—Claro.— asintió e inmediatamente se dirigió a donde estaban sus cosas para comenzar a guardarlas él también, dejando la toalla que traía en mano a un costado.

La habitación se sumió en un silencio pero no era para nada incómodo. Lo único que se escuchaba eran las cosas que guardaban en sus mochilas. Taehyung ya quería regresar a casa, extrañaba ver a sus amigos y decirles cómo había ido la boda de Jung Ji-woo. Claro que omitiría la parte más incómoda de la noche, que fue bailar con el chico llamado Jinyoung.

Ese recuerdo quería apoderarse nuevamente de él, pero no se lo permitió. No iba a dejar que ese tipo de cosas lo atormentaran más.

Yoongi terminó y se sentó en la cama, mirando con atención al rubio. Tenía un nudo en la garganta y no sabía cómo iniciar la conversación que habían dejado pendiente, así que dijo lo primero que se le vino a la cabeza en ese momento.

—Lo lamento.

—¿Por qué?— Taehyung lo miró de repente, como si no lo hubiera entendido.

—No te hagas. Estoy consciente del comportamiento que tuve contigo anoche y el que haya estado bebiendo no es una excusa. Estaba tan desesperado porque me dijeras todo lo que sabías de Seokjin que yo...

—Está bien, no te preocupes por eso. Creo que tampoco puedo aplazar por más tiempo lo que tenga que decirte de él.— soltó un suspiro y se dirigió a la cama, sentándose a su lado. Tardó un par de segundos antes de comenzar. —El día en que te dejó, borró por completo todo rastro tuyo en las cosas que le hacían recordarte. Esa noche, él me llamó diciendo que tenía listas sus maletas para irse y que no lo encontraras porque sabía que lo buscarías. Yo me preocupé demasiado porque pensé que realmente se iba de Seúl. Aunque se fue por un par de semanas a casa de sus padres, yo di por hecho que los rumores eran ciertos porque desde entonces ya no volvimos a contactarnos...

—Sí lo busqué, llamaba a su celular pero era obvio de que ya no era el mismo número...

Bueno, como te dije...Seokjin estuvo fuera de Seúl y cuando regresó me pidió que viviéramos juntos en un apartamento. Yo lo vi con un brillo especial en sus ojos y por un momento pensé que había conocido a alguien el tiempo que estuvo fuera, pero no...simplemente superó todo el daño que le causaron esos rumores y venía dispuesto a empezar desde cero. Abrió su propio negocio aquí en Seúl y le va muy bien, pero desde ese entonces nunca te volvió a mencionar...hasta hace poco aunque ya no con el mismo dolor en su voz.— hizo una pausa por un par de segundos antes de continuar. —Yoongi, la cafetería a la que tú y yo fuimos hace un par de días...es la cafetería que abrió Seokjin hace un par de años.

El pelinegro volteó a verlo sorprendido, intentando buscar un rastro de mentira en los ojos o las palabras del rubio. Sintió como si le hubiese caído un balde de agua fría.

—Cuando quieras, puedes ir ahí y lo encontrarás.

—Entonces...¿realmente no vio a nadie más después de todo este tiempo?— Taehyung negó.

—De todos modos, un día ambos deben enfrentarse cara a cara, ¿no crees? Él no podrá seguir escondiéndose porque debe ser consciente de que esto tendría que ocurrir tarde o temprano.

—Gracias por contármelo. Anoche no pude dormir pensando en ello después de que Hoseok me vino a traer acá.

—Lo entiendo, no te preocupes. Ahora vamos a darnos prisa para ir a desayunar y después partir a Seúl.

—Quiero ir por Seokjin en cuanto lleguemos a Seúl...— el rubio frunció el ceño y nuevamente negó.

—Si nos marchamos ahora, no llegaremos hasta muy tarde. Para ese entonces no lo podrás encontrar en la cafetería.

—Tienes razón. ¿Deberíamos quedarnos todo el día aquí y partir en la noche? Podremos llegar temprano a Seúl.

—Ni hablar. No permitiré que andes manejando a altas horas de la noche. Prefiero marcharme hoy mismo por la tarde, puedes acompañarme al departamento si quieres, se encuentran y hablan.

—Acepto.— el pelinegro sonrió amplio y Taehyung también le regresó aquel gesto.

Si Seokjin se permitía hablar con Yoongi, quizá podrían arreglar las cosas o al menos aclararlas. Su amigo ya no se había permitido enamorarse; Yoongi fue su primer y última pareja. El primer amor siempre terminaba dejando una marca dentro de uno.

Las horas transcurrieron. Durante el desayuno, Ji-woo y Yang Mi les contaron cómo se conocieron a Yoongi y Taehyung. El más fascinado por la historia de ambas chicas era el rubio, lo veía como si de un drama se tratara y con eso se convenció de que ese tipo de historias realmente llegaban a suceder en la vida real. Yoongi también les contó un poco de su historia, permitiendo abrirse hacia más personas sobre su historia con el mejor amigo del rubio. Taehyung sólo había contado lo parecido a su amigo de cabello negro, omitiendo por sobre todas las cosas mencionar a alguien que le gustase o si tuvo parejas anteriormente.

De algo estaba seguro y era de que Jung Ji-woo no era para nada tonta. El rubio vio por el rabillo del ojo una figura más entrar al comedor y lo que temía Taehyung, se hizo realidad.

—¿Y no ha habido algún chico o alguna chica que te guste, Taehyung?— la voz de Ji-woo se hizo escuchar en aquellas cuatro paredes.

Taehyung intercambió miradas con el pelinegro sentado frente a él. Por su parte, Yoongi alzó una de sus cejas y se encogió de hombros; confundido por tan repentina pregunta sabiendo que Jung Hoseok estaba a pocos centímetros desayunando.

—¿Qué?— sintió algunas miradas sobre él, incluyendo una más al otro extremo de la mesa. Sus manos comenzaron a sentirse frías por el sudor provocado por sus nervios. Aún así aclaró su garganta para evitar que su voz temblara. —Pues...desde mi última cita, creo que sólo me dediqué a mí mismo. Uhm, dejé de lado eso del amor porque no podía estar al pendiente de mí, ¿ahora estar al pendiente de otra?

—Pero entonces...¿por qué estás trabajando para mi hermano? Eso quiere decir que estás al pendiente de él con lo que sea que necesite, ¿no?

—Cariño...— mencionó Yang Mi en voz baja.

—¿Qué?— preguntó Taehyung.

Deja de decir "qué".

—¡Oh! Pero eso es de hace no mucho tiempo...uhm, me refiero a que después de meses aprendí a tener tiempo para mí y también para las personas que me rodean.

—Oh, muy bonito de tu parte eso, TaeTae.— Ji-woo le sonrió ampliamente.

No podía entender cómo podía hacerlo sentir incómodo y después sonreír como sino fuese culpable de nada, logrando tranquilizarlo por dentro. Era obvio que la sangre de su hermano mayor corría por sus venas. Los extraños comportamientos de los Jung quizá ya eran algo de herencia.



In A Heartbeat °• HOPEVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora