Ella Thomson
- Espera un momento que se me ha reiniciado el Windows – dice Sydney muy confundida – Entonces el moradito y tu habéis ido a una cena para conseguir negociador para conseguir pasta ¿verdad? - asiento -
- ¿Moradito? Sabes que estoy aquí verdad.
Estamos desayunado mientras le cuento todo a Sydney y veo que no se ha dado cuenta de que esta aquí delante y la situación es bastante graciosa.
- Tú te callas, moradito – le pone la mano en la cara para que lo haga – Y tu, vuélveme a contar porque no puedo procesar mucha información.
- Vamos a ver, pues...
Me interrumpe Ian – Haber no es tan difícil de entender te lo ha contado y no es su problema que seas cortita de mente y no entiendas, así que desayuna y calla me tienes hasta las narices – me quedo en shock nadie le habla así a Sydney y tengo mucha curiosidad que pasa – Además amargado me gusta más, moradito es muy cutre.
Él está tranquilo desayunando mientras que Sydney se le queda mirando sin decir nada y la verdad es que me da miedo que de repente le salga laser por los ojos y lo fulmine vivo.
- Mira amargado de mierda vuélveme a hablar así y voy a hacer que te arrepientas de haberme traído - Ian se le queda mirando y hace un gesto con la cabeza y se acercan los guardas y cogen por los brazos y se la llevan – Serás hijo de puta bájame de aquí.
- Llevárosla a la habitación.
- Espera, espera – consigue que la suelten y se acerca a la mesa y coge de todo que no sea sano, o sea, todo lo que lleve chocolate y con solo olerlo te engorde cinco kilos– Vale ya me puedo ir, y vosotros no me toquéis que ya se caminar.
Me rio de la situación y después me doy cuenta que Ian y yo no hemos quedado solos y hay un silencio incomodo increíble yo solo miraba a mi plato, pero noto aquí que servidor no me para de mirar.
- ¿Pasa algo? - pregunto.
- Si, sí que pasa algo, lo que pasa es que aún me debes un favor por si se te ha olvidado.
"Joder tiene que sacer el tema ahora"
- Si, lo sé, así que dime que quieres.
- Es sencillo, veo que se te da bien lo de conseguir que la gente diga lo que quieras – sé por dónde va así que asiento – Perfecto, pues mañana vendrás conmigo a una reunión y harás lo que te diga.
- ¿Dónde...? ¿Con quién...? ¿...
- Deja de hacer preguntas mañana ya te diré todo así que no te preocupes – termina de desayunar y se levanta de la mesa.
- Espera, pero como sabes si esas personas no me conocen o...
- Pues claro que te conocen – tiene que dejar de interrumpirme me deja como tonta – Cuando fuimos a la cena todos pensaron que eras mi prometida así que si te conocen.
Se así por la cara dejándome en shock, ¿Cómo que prometida? Este hombre está loco como pretende que me haga pasar por su prometida. Son palabras muy fuertes para soltarlos, así como si nada, como si fuera lo más normal del mundo. Un guarda me toca el hombro como gesto de que tengo que subir a la habitación con Sydney.
Entro a la habitación y veo a Sydney tranquilamente en la cama comiendo como si no pasara nada, me ve y nota que pasa algo.
- Ay no jodas, ¿Qué te ha dicho ese inútil? - dice con la boca llena de comida.
- Quiere que le devuelva el favor siendo su prometida en una reunión – abre la boca dejando que la comida caiga a la cama.
- Espérate, espérate, me estás diciendo que moradito quiere que salgas con el – asiento y se empieza a reír como loca y yo aquí como una estúpida sin saber por qué.
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COLAPSO [EN PROCESO]
Teen Fiction- Ahhhg por favor que esto sea un sueño. - Y quien te ha dicho que no bombón.