Ella Thomson
- ¡¿Como que una puta?!
- Lo que escuchas, Ella. Una. Puta – dice recalcando las dos últimas palabras.
Dios mío lo que me faltaba, el problema es que lo dice tan tranquila como si no le molestara, pero me da a mi es que si le molesta y mucho y mucho.
- Haber explícame, ¿Cómo lo has descubierto? - Ian esta como de chismoso al lado mía.
- A ver, escúchame bien, ¿sí? - asiento – Bueno, pues mientras lo estábamos haciendo le llego un mensaje en el móvil, lo miro y estuvo respondiendo varios mensajes de la perra esa, pero dejo el móvil encendido así que aproveche y eche un ojo cuando se fue a duchar, o sea, ahora y... Bueno mejor te lo enseño que lo he traído – se saca el aparato de las tetas e Ian sigue ahí parado como si fuera un mueble.
- Que hija de puta, a ver, a ver enseña - me da el teléfono el cual pone lo siguiente.
+ ¿Cómo sigues, cariño?
- Bien, recuerda que en unos días pasare por casa, para ver como estas.
+ Ven cuando quieras aquí te espero.
- Entonces te dejo que estoy ocupado en mi trabajo.
+ Adiós, amor no te preocupes.
Lo vi y creo que exagera un poco, pero después me digo a ver el nombre de la supuesta puta y lo que veo la verdad es que no me sorprende, y es allí cuando Ian pone el ojo y cuando se da cuenta de quien le ha puesto eso empieza a reírse sin parar, que por poco y se queda sin aire.
- ¿De qué te ríes, imbécil? - pregunta Sydney muy cabreada – A ver no somos nada, pero no soy como las demás yo soy LA CHICA. Y me niego que me use.
- A ver, Sydney como te digo esto...
Sydney está muy confundida y con Ian al lado dándole casi un paro cardiaco de la risa, me resulta difícil decírselo.
- Escucha, moradito aquí tienes dos posibilidades o te callas o te cojo de los huevos y te cuelgo en la lampara – Ian se calla, pero sin dejar de sonreír y eso como que me da mala espina.
- ¿A sí? Inténtalo.
- ¿Perdona, me estas retando?
- ¿No se nota, urraca?
- Hijo de su madre – Sydney se levanta y yo como puedo recojo toda la sabana para taparme he intentar parar la catástrofe que va a pasar, pero creo que dios me ha escuchado y Francis aparece en la puerta con una toalla en cintura y el torso descubierto, Sydney lo mira y directamente mira a otro lado.
- Se puede sabes que pasa aquí - pregunta bastante confundido.
- Lo que pasa es que tu urraca se te escapo – suelta Ian y yo le doy una colleja en la cabeza para que pare de llamarla así.
Sydney muy orgullosa de la ostia que se comió Ian agarro su móvil y se lo tiro.
- ¡No sé, vete y pregúntale a la perra esa! - dice bastante cabreada.
- Primero que todo, ¿Qué mierda haces con mi teléfono? Y segundo, ¿Qué perra? - parece que es el mejor día de Ian se lo está pasando bomba con esto.
- Pues la que te llama "cariño" y "amor" - haciendo comillas con los dedos, y Francis confundido mira su teléfono y cuando quiere decirle lo que realmente pasa Sydney no le deja formular palabra.
- Pero...
- Ni, pero ni nada, que te crees yo solo soy tu "trabajo" como pone ahí.
- No, no, pero...
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COLAPSO [EN PROCESO]
Teen Fiction- Ahhhg por favor que esto sea un sueño. - Y quien te ha dicho que no bombón.