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Narra Natalia:

El sábado desperté muy pronto, a pesar de haberme dormido bastante tarde la noche anterior. Lo que menos me apetecía ahora era ir a comer con alguien. Pero sabía que Pol iba a hacer algo por mi, y eso me daba ganas de ir. Tras una hora larga de estar metida entre las sábanas, me desperecé y me vestí. Me puse unos pantalones de cuero muy ceñidos y un top negro de manga larga. Fui al baño a maquillarme un poco. Me mire al espejo y tenía una pequeña raja. Joder. Y lo de al rededor lo tenía bastante rojo. Suspire. Me lo limpie y lo tape. Limpie la herida de mi brazo, se notaba mucho más que la de la cara, al menos llevaba manga larga.

Esa mañana estaré tantas cosas me olvide de desayunar. Fui directamente al bar. Me he olvidado de comentar, que por la noche me llamo para decirme donde y a qué hora íbamos a comer. A las dos en un bar de su barrio. Me parecía buena idea. Fui y le esperé. Llegue 10 minutos antes de lo acordado. La verdad estaba feliz e ilusionada. Estuve esperando durante más de una hora y media. Me había dejado plantada nuevamente. Joder. Suspire y me fui a mi casa.

Al llegar, me quite la ropa que me sobraba.
Me puse una bata sobre la ropa interior. Salí a mi pequeño balcón, encendí un piti y me lo fume. Esperaba un mensaje o una llamada de Pol, que me explicara el porqué mi había dejado plantada. Pero nada, no me dijo nada de nada. Me estaba cansando de esto, no entendía el porqué de su actitud. Cuando se hicieron las nueve, me tomé un vaso de leche caliente, eso era lo único que había comido en todo el día, y me metí a la cama. Sobre la una de la mañana, como el día anterior, alguien empezó a golpear la puerta y a tocar el timbre. Era Pol seguro, pero no quería abrirle, no iba a abrirle. Me había dormido llorando pensando en porque me trataba así o en qué podría haber hecho mal para merecer que me hiciera eso. Sabía que el no abrirle mañana u otro día sería peor. Pero me daba igual, ahora no quería lidiar con su actitud, no quería ni verle, ni hablar. No me apetecía verle, para que mentir. A pesar de los golpes, cerré los ojos, intenté concentrarme en cualquier otra cosa. Acabe durmiéndome, aun que parecía que iba a tirar la puerta abajo.

A la mañana siguiente, me desperté por mi alarma. Ugh. Me removí por la cama para apagarla. La apague y me volví a envolver por las sábanas. Que gusto estar asi. Cerré los ojos, pero la alarma volvió a soñar. Ya no me iba a dormir. Apague esa alarma y la siguiente. Me puse unas mallas, un top y una chaqueta. Cogí mi móvil y los cascos. Como todos los domingos, iba a salir a correr o a andar, hoy iba a correr. Me hice una coleta y salí del departamento. Al salir, vi a Pol sentado en el suelo. Cerré la puerta, y le intenté evitar en silencio. Pero no funciono.

- ¿A dónde vas?

- A correr como todos los domingos

- ¿Por qué ayer por la noche no me abrías?

- ¿Cuándo? No escuché nada de nada. -me hice la tonta.

- Aja. ¿A quién escondías zorra?

- ¿Yo? -me extraño tal pregunta

- Si. Tú. -agarro mis dos muñecas.

- A nadie. No tengo nada que esconder.

- Aja aja. No te creo. Eres una zorra. -no entendía nada

- Pol estás delirando... jamás te sería infiel

- Si. Seguro. -rio falsamente

- Pol te lo digo en serio, no soy capaz de serte infiel. Yo te quiero mucho. -nota como cada vez agarraba más fuerte mis manos. Se estaba enfadando.

- Aja. Eres una zorra asquerosa. Y una p*ta que se folla a cualquiera. -me empezó a clavar las uñas. Dios empezaba a doler mucho.

- Pol... -me cayo una lagrima. A la que él me dio un manotazo.- ¡JODER! ¡Pol para me haces daño! -intenta soltarme de su agarre. Me estaba haciendo demasiado daño.

- Cállate. Me nervas. Me cansas. Me agotas Natalia. -suspiro.

- ¡Pues lárgate! Nadie te obliga a estar aquí.

Le encare. La había cagado. Ahora venía algo malo seguro. Él, como respuesta, me apretó más de una mano, sentí sus uñas clavarse en mi piel. Soltó su otra mano. Cerré los ojos sabía lo que venía ahora. Había pasado esto muchas veces. Su puño paró en mi ojo. Dios. Notaba como latía esa parte de mi cara. Al parecer no se sació, porque note otro golpe en mi abdomen. Dios. Me retorcí de dolor en ese mismo sitio.

- Para que aprendas. A mi no me respondas. -me dio un pico y se largo.

Yo, entre a mi casa. Cerré la puerta, me derrumbé tras esta. Esto no era amor. Esto no era una relación sana. Él no me quería. Llore hasta que me desahogue. Me levante. Fui al baño. Me quite la chaqueta. Dios eran demasiado profundas las heridas de mis muñecas. Mi ojo, de momento, solo estaba rojo, mañana estaría peor, eso lo tenia seguro. Y el golpe de mi abdomen no se notaba. Eso no quería decir que al día siguiente estuviera así. Me deshice de mi ropa. Me puse mi pijama y me metí a la cama. Recordé lo del viernes. El tras comer me había tratado muy bien. Me había cuidado y mi mimado. ¿Por que ahora me trataba así? ¿Que le había hecho yo para eso? Sin darme cuenta, caí abatida.

No se que hora era cuando me desperté, la verdad ni me importaba. Cogí mi móvil y fui a la cocina. Tenía algunos mensajes. No quería ni abrirlos. Eran de ayer por la mañana de porque me había ido el viernes tan pronto y tal y cual. Tenía varios de Pol.

"Te quiero ❤️"
17:38

"¿Por qué no respondes?"
17:40

"Nataliaaaaa"
17:41

Se dedicó a petarme a mensajes durante las próximas horas, hasta que en un momento paró. Al parecer se había cansado. Hubo un mensaje que me preocupaba mucho.

"Hablaremos tú y yo, no me puedes no leer los mensajes. Tienes que responder rápido. Te las verás."
19:27

Tras quedarme pensando en que podría querer decir con ese mensaje; me calenté un plato precocinado y me fui de nuevo a la cama. Ayer no me había alimentado, y hoy tampoco. A parte eran las 23 de la noche así que no había consumido nada en muchas horas. Algo necesitaba ingerir, sino no hubiera comido nada de nada. Me senté en la mesa, entre a instagram y empecé a comer. Tras eso me fui a la cama. Active mis alarmas, a parte el móvil y tras unos minutos, me quede dormida. Esperaba que el lunes las cosas mejorasen y fuesen a mejor. A pesar de que no tenia un buen presentimiento.

Fallas En La Vida (Albalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora