Fallas En La Vida (Albalia)

VII

Narra Natalia:

Ya era Navidad, este año no podría ir a mi casa. Había demasiado problemas tanto allí como aquí. Pol, había decidió por su cuenta que se vendría a mi casa a quedarse. No me apetecía mucho verle la cara. No quería. Sabía que a la mínima acababa mal parada. A pesar de lo mucho que me quisiera. Me hacía daño.

Habían pasado ocho semanas desde el inicio de clases, con María y Marta quedaba muchos findes de semana, cuando Pol me dejaba. Con Alba, había quedado una vez pero habíamos quedado este sábado cerca de su casa. Recalcó que era jueves.

La semana pasada, justo, Pol y yo habíamos cumplido dos años juntos. Ese día, subí una foto con el pantalón de cuero, que he de aceptar que es muy pegado, y un crop-top ceñido. Gracias, a los filtros hice que no se notara ninguna marca de nada. Al subirla, bastante gente me respondió. La verdad solo le hice caso al dm de Marta y María. Los demás me importaban poco.

A la media hora o así, Pol, con las llaves que había cogido unos días antes, abrió la puerta y se acercó a mí a paso rápido.

- Pollll -estaba feliz de verle-. Felices dos años cariño. -me acerque para abrazarle.

(CONTENDIÓ DELICADO)

Él no me felicitó, ni correspondió me abrazo. Me agarro del cuello y me estampo contra la pared más cercana. Cerré los ojos, me había hecho daño.

- ¿Quién te crees subiendo esa foto? ¿A quien te quieres follar? ¿Con quién quieres ligar? Eres una p*ta, una zorra mal partida. Nose como tienes esas amiguitas tuyas. -me elevó del suelo. Ya no respiraba bien.

- Po-Pol... Suel-suéltame... -intenta soltarme, no podía respirar. Él en cambio, hizo más fuerte su agarre, me pegó más a la pared y me elevó.

Cogió mi móvil de mi bolsillo, lo desbloqueo y se puso a mirar mis dms. No encontró nada como siempre. Y como siempre me chillo "para que borras las cosas zorra".

- Hoy serás mía... hoy no podrás zafarte... -se mordió el labio y se pegó a mi.- Después de seguramente, haberte follado a cinco... te haré mía de una vez por todas... Y no podrás irte.

Me soltó, dejándome caer al suelo. ¿A qué se refería con aquella frase? ¿Qué iba a hacerme? Me levante como pude. Desde mi habitación me chillo para que fuera. Yo, no quería que las cosas fueran a peor. En cuanto entre el me agarro de las muñecas. Me tumbo en la cama y se tumbo sobre mi. Prácticamente me arrancó toda la ropa. Me había quejado mucho. Le pedía por favor que parara. Yo no quería nada, no con él, no en ese momento. Se desnudó frente a mi. Me ato de pies y manos a la cama. Se puso protección y sin más, entró a mi. Ignoro el echo de que estuviera llorando. Ignoro el echo de que yo no dejaba de pedirle que parara. Agarro mis muñecas. Cada estocada que daba era peor. Sentía como me partía por dentro. No me gustaba esa sensación. Deseaba que parara. Que se fuera de mi vida. Lo tenia claro, en ese momento lo vi. Quería dejarle. Él me follo hasta que se canso o se sacio o a saber. Dios. Que asco. Después de eso, se tumbo a mi lado. Me soltó. Me susurro "ya eres mía completamente". Cada vez me daba más asco. Pero no dije nada. No podía. Nada salía de mi boca. Estaba en estado de shock. Me quede ahí. Desnuda. Dolorida. Mirando boca arriba. Con el culpable a mi lado. No me salía ni llorar. No entendí la situación. Era como si no asimilara lo que acababa de pasar. Al poco tiempo escuché a Pol roncando. Joder.

En ese momento eran como las 16:40. Él cuando despertó, eran como las 20. Yo seguía en la misma postura. Lo único que cambio fue, que no dejaban de caerme lagrimas.

- Esto lo hice por tu bien -¿Por mi bien?-, y por que te amo Natalia; así estaremos toda la vida juntos.

- ¡N-No! -no se de donde saque valor, ni las fuerzas pero se lo dije. Él se subió sobre mi.

- ¡¿Cómo que no?! -yo volví a negar. Le mire directamente a los ojos. Su mano, bien abierta, impacto en mi cara dos veces seguidas. Me cayeron más lagrimas.

Tras eso, él me besó, me dijo que en navidades estaríamos juntos. Y se fue. Sin más. Sin pedir perdón ni nada. Ese día pensé en rendirme, pero no tenia que dejarle ganar. Yo sabía que si salía de esa relación, todo iba a mejorar. Ahora me faltaba salir de la relación.

Era el dia 25. No había hecho nada especial. Había cenado un vaso con leche. Pol, tendría que haber venido hace dos dias. Pero eso no pasó, pero eh, así mejor. Sobre las 18:30 o 19:10, la puerta de la entrada se abrió, dejando ver a Pol. Suspire. Él se acercó a paso rápido a mi. Me besó. Tras eso me dijo que me quería y se fue a la cocina, desapareciendo de mi vista. Me arme de valor y fui a la cocina.

- Pol. -cerré la puerta- Tenemos que hablar. -tras esas palabras, se giro inmediatamente.

- ¿Eh? -se acercó a mi, y a mi me empezo a temblar la voz.

- Si. Quiero que lo nuestro termine. -pusó sus manos en mi cara. Acaricio mis mejillas con sus pulgares.

- ¿Qué dices mi Nat?

- No soy tuya. Y tenemos que dejarlo -él negó y apreto sus dedos.-. Pol, me lastimas.

- Tú no me vas a dejar, eres mia, y te quiero mucho, y si alguien deja a alguien seré yo.

- Pues hazlo, Pol, hazlo.

- ¡No te voy a hacer caso!

- Pues te dejo. -hice fuerza y me separé de él. Se pegó rapido a mi, me agarró del cuello, me pegó a la pared, y me puso en el aire. Apretó. Tenía miedo

- ¡ERES MIA! -le di una patada, nose como lo hice, no se de donde saque el valor.

- ¡LARGATE! ¡No te quiero en mi vida! ¡Ni en esta casa! -me enfurecí.

Seguía teniendo miedo pero lo hice, le dejé. Tras dos largos y duros años, lo hice. Tras meses de sufrimiento y de dolor, logré dejarle. No se de donde saque el valor.

- ¡TE ARREPENTIRAS ZORRA! -me chilló, me besó, un beso que no corrrespondí y por ello recibí un manotazo. Tras eso se fue, dando un portazó.

Me derrumbe, me caian lagrimas. No entendía porque lo hacía. Pero al menos me libre de él. Joder.