XI

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Narra Alba:

Había llegado el martes, por la mañana, Natalia había faltado a clase. Algo muy raro por su parte, pero tendría algún problema o algo, como la ultima vez. Igualmente, tenía esperanzas de que por la tarde seguiriamos con el plan de quedar. La mañana fue muy normal, estuve con Sabela mayor parte del tiempo, recibía miradas de parte de Maria y Marta. Y a la vez que lo hacian, cuchicheaban. No se, eso era bastante extraño y raro. Pero bueno, no me importaba en lo más minimo.

Llegó la tarde, fuí a donde Nat y yo habiamos acordado en quedar. Era un lugar tranquilo y calmado. Buen sitio para estar con amigas y tomar algo. Habiamo quedado sobre las 19. Llegué muy puntual. Ella aún no había llegado, así que espere. Estuve esperandola casi una hora, como 50 minutos. Ella no había llegado y no había dado ninguna señal de vivir. No había aperecido, nome había escritó. Me había dejado plantada. A ver, alguna razon habría. Tal vez, se había puesto enferma por eso no fue a clase. Tal vez, se olvidó. Quizas, no quería quedar conmigo. No se.

Me había dejado plantadada y no había dado señales, y a mi eso me molesta muchisimo. No se tal vez podría haber avisado o algo. Esto había sido una perdida de tiempo y de dinero. Ya que tenía que tenía que pagar a la niñera.

Narra Natalia:

El lunes, cuando acabaron las clases. Rápidamente dejé mis cosas en mi casillero y quise irme. Solo quería irme a mi casa para luego poder ir a mi bar favorito. Salí del insti, como dijé anteriormente quise irme hacía mi casa, pero una mano me agarró mi brazo. Me paré y le mire a la persona que tenía enfrente. Era Pol.

- ¿Qué quieres? -dijé firme, no quería verle.

- Felicidades. -me sonrió mucho y sacó un ramo de flores de su espalda. A decir verdad, sonreí. Era mi primer regalo.

- Gracias. -le sonreí, se había acordado de mi cumple.

- Oye, te quería comentar algo. Sobre nosotros -ahora estaba confusa. ¿Nosotros?.-. Quiero pedirte una segunda oportunidad.

- Pol...

- Nat, he cambiado, he cambiado por ti y para ti... Te prometo que no hare nada mal, no te perjudicare... vale?

- Pol... No... -no quería volver a pasar lo que pasé.

- Natalia, ¿cuando te he mentido? Te prometo que he cambiado... quiero ser la persona con la que quieras estar siempre, quiero ser la persona perfecta para ti... -me lo pensé en verdad, jamas me había mentido. Además todo el mundo merece una segunda oportunidad.

- Vale -asentí y le sonreí-, podria darte otra segunda oportunidad.

- Veras como no te arrepientes. -me besó, a lo que yo correspondí.

Horas despues, ya estaba en mi casa, él estaba conmigo. Estabamos en mi cama, era la primera vez que estaba ahí, además sin llorar, yo de echo acababa de despertar de haberme echado la siesta. Había sido un día agotador. Él estaba acariciando mi cara, como si estuviera apreciandome y haciendose recorar todos mis rasgos faciales. Abrí los ojos y le miré a lo que él me sonrió. E de aceptar que era bonito estar así. Me sentía segura con él. Estuvimos así hasta que se hizo de noche. Me hizo la cena y tambien me mimó hasta que me durmiera. Era bonita toda esta situación.

A la mañana siguiente, mientras yo dormía, la alarma sonó, a lo que Pol la apagó sin yo ni inmutarme, tambien apago la siguiente. Yo, por ello, desperté sobre las 12:30 13:00. Había hecho que me perdiera mis clases. ¿Quien se creia?. Pero aún no estaba enterada, no entraba luz por las ventanas asi que no tenía ni idea de que hora era.

- Buenos dias... -dijé y cogí mi movil.

- Buenos dias cariño. -me sonrió.

- ¡¿Me has apagado las alarmas?!

- Si, ayer te veias cansada, asi que pensé que era buena idea que hoy descansaras.

- ¡¿POL PERO QUIEN TE CREES PARA HACER ESO?! ¡QUE TENGO CLASES JODER! -el simple echo de saltarme clases me alteraba, era becada, no podía hacer estas cosas. Tenía que evitar saltarme las clases o meterme en problemas. Así ya ibamos mal.

- No dramatizes, solo ha sido un día.

- No dramatizó, no puedo hacer esto.

- ¡SOLO HICE ALGO BUENO POR TI, JODER!-me chilló él.

- Lo siento... -dije cuando alzó su mano. Pero aún así recibí el golpe.

- Tienes que aprender a no hablarme así. -yo únicamente asentí con miedo.

Al rato, estábamos comiendo, la verdad, me había pedido perdón, eso no lo hacía mucho. Pero igualmente me seguía doliendo la cara.

- Pol, en un rato, he quedado con una amiga.

- No.

- No es una pregunta, te aviso de que voy a quedar con ella.

- No, hoy estarás conmigo. Estoy aquí, quédate.

- Pol, no. -se levantó y me agarró de la muñeca.

- Te vas a quedar, porque yo te lo digo.

- ¡Auh! -me estaba haciendo daño.- suéltame Pol.

- Quédate conmigo, salgamos.

- No... -realmente quería quedar con Alba.

- No nada. Te vas a quedar conmigo. Porque te lo digo yo -apretó más.-. ¿Entendido? -negué. Por haber dado esa respuesta, él la mano libre, la alzo, y me pegó. Y la mano que tenía en mi muñeca, apretó más clavando sus uñas.

Al rato, estabamos sentados en el sofa de mi casa.  Estabamos viendo una serie. Él estaba acariciando mi pierna. Yo sabía que él tenía intención de más, asi que cada vez que intentaba más me separaba. No quería, no me apetecía, y menos con él. De repente, sonó el timbre. ¿Quien podría ser? Joder. Fui a abrir porque Pol no tenía intencion de hacerlo. Y los de fuera no tenían intencion de parar. Abrí. Eran un grupo de cinco tios. Entraron, sinmas, como Pedro por su casa. Pol se acercó a mi y ordenó que les atendiera en lo que ellos quisieran y necesitaran. Dios mio. Que tarde más larga me esperaba. Así fue la tarde. Hasta las 20:30 me trataron así. No podía quejarme, ya que cuando lo hacía recibía golpes de parte de Pol. Se suponía que había cambiado. Joder. Y yo había confiado en él, y me había quedado como ilusa.

A parte de eso, no le había avisado a Alba de que no podía ir. La había dejado plantada. Dios. Estaria enfadada conmigo...

Fallas En La Vida (Albalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora