Capítulo 45

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-Michael-

(Esa misma noche después de hablar con Frank, se dirigió a su habitación y se acomodó para dormir lo antes posible. No quería darle más vueltas al asunto; ya era demasiado.

Se encargó de preparar todo y se quedó dormido rápidamente. Hace mucho que no le ocurría eso y se convenció que fue gracias a tantas emociones y sucesos los que se habían encargado de ello).

Narra Michael:

Esa noche tuve un sueño, uno muy simbólico a mi parecer pero, no tengo ni la más remota idea de lo que en realidad pueda significar. Puede ser que sea mi subconsciente simplemente reflejando mis preocupaciones con las imágenes de las personas que de verdad me importan y estoy agradecido por tener conmigo, pero eso no me quita la sensación tan extraña de lo que presencie.

🌙

(Michael se veía sentado en su oficina escribiendo lo que parecían ser unas cartas. Todo estaba calmado. Se dió cuenta que tenía una chimenea cerca, estaba encendida y es por eso que el frío de aquella noche parecía no existir. Seguía escribiendo; de vez en cuando dejaba a un lado su pluma para recargase sobre le respaldo de su asiento y pensar un poco antes de seguir escribiendo. Cuando concluyó una cuartilla más, escuchó como golpeaban sutilmente la puerta. Al principio, solo levantó un poco su rostro para prestar atención pero al saber que no volvieron a golpear, asumió que pudo haber sido algo más. No se levantó.

Minutos después, otro golpeteo se escuchó con más intensidad. Michael dejó todo a un lado y con pasos firmes y calmados, llegó a la puerta y la abrió. No había nadie pero todo era diferente. Sumergido entre confusión, asombro y curiosidad, caminó más hasta estar en el pasillo. La puerta se cerró de golpe lo cual hizo que se sobresaltara. Por intuición, forcejeó con la manija para intentar abrirla pero le fue imposible. Ante tal pequeña derrota, se dedicó a apreciar el panorama. El pasillo de su casa estaba diferente. Toda la pared del pasillo que tenía la puerta de su oficina era en realidad un gran cristal traslucido. La parte opuesta del pasillo sí era igual, con las ventanas, cuadros y decoraciones pero era ese cristal lo que le pareció extraño.

Lo pensó demasiado y se armó de valor para caminar. Entre sus pasos, su mirada vagaba de arriba a abajo para analizar ese cristal traslucido. ¿por qué no estaba la pared de siempre? ¿dónde estaban los demás pasillos de ese lado? Fue listo y con un poco de ayuda de su memoria, intentó recordar dónde se suponían que debían de estar tales cosas para así poder guiarse.

Llegó a la parte principal de la entrada de la casa. Pudo saber eso gracias a que las puertas de entrada se mantenían ahí por lo que en frente y al otro lado del cristal deberían estar las escaleras. Se regañó mentalmente por no habérsele ocurrido antes intentar ver a travez del cristal, así que lo hizo.

Inmediatamente retrocedió.

Su respiración se agitó y sus manos empezaron a sudar.

Al intentar calmarse, se acercó otra vez y pudo lograr ver lo que vió previamente antes con claridad. No lo creía. Se le partió el corazón con aquella imagen.

Vió del otro lado a Taylor sentada en frente de esas escaleras, con sus rodillas ante su pecho y su cabeza agachada. Se abrazaba.

A su lado, el pequeño Prince abrazaba una de las piernas de la chica. Ambos estaban juntos y parecían estar inmóviles en esa parte de la casa en penumbras).

Michael: (susurró) Taylor... Prince...

(No obtuvo respuesta. Empezó a golpear el cristal y a gritar sus nombres pero no parecía tener efecto alguno. Pateaba el cristal, lo golpeaba, gritaba pero no pasaba nada..

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