F I N A L

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10 años después.

"Hoy se cumplen diez años desde la muerte de la famosa y legendaria idol, Lisa Manoban. También se cumplen diez años desde que Park Roseanne cumple con su condena en la cárcel de Seúl, donde todavía le faltan treinta y cinco años más. Esta noche se llevará a cabo un concierto donde los artistas de YG Entertainment darán un tributo a la fallecida, veremos después de una década a las chicas de BLACKPINK juntas, cantando sus canciones y como grupo, también..."—

Jungkook soltó un suspiro, apagando la radio, después de haber escuchado el mismo mensaje por décima vez en la mañana y aunque había pasado tanto tiempo, seguía siendo duro para él.

Más de lo que algún día admitiría.

Miró las margaritas que tenía en el asiento de copiloto y una sonrisa suave se esbozó en su rostro cuando un recuerdo se hizo presente.

"—¿Crees que con rosas me vas a conquistar, Jeon?— Cuestionó en tono serio, aunque en su rostro había una sonrisa dulce.

Nadie nunca le había regalado rosas y que Jungkook se apareciera en su puerta a las doce, justo en San Valentin sosteniendo unas, le estaba haciendo latir el corazón más de lo que debería.

Le gustaba hacerse la difícil, pero con él era complicado ocupar ese rol.

—Pensé que te gustarían. Las vi y te recordé, igual de hermosas a ti.—Soltó.

Lisa soltó una risita burlona.

— Eres muy malo en mierdas cursis, Jungkook.—Exclamó.—Están lindas las rosas, pero prefiero las margaritas.—Dijo indiferente, viendo fijamente las rosas.

—Pues voy a buscarte otras.

La tailandesa abrió los ojos de par en par cuando le vio alejarse de la puerta.

Jungkook, lo prometo. No es necesario, puedes pasar, la próxima vez me da las margaritas.

—No, no, no. Si tú lo dices, se cumple. Si tus favoritas son margaritas, debes tener las margaritas.—Dijo.—¡Vuelvo en quince minutos!—Exclamó alto, ingresando al elevador.

Lisa vio cómo las puertas se cerraron y sintió cálido en su corazón.

Nadie nunca se hubiese molestado por hacer algo y que Jungkook lo hiciera, de repente, sin pedírselo, le provocaba de todo.

Sentir que para alguien es importante lo que piensa y siente, es una sensación que jamás pensó experimentar.

¿Quién mató a Lisa? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora