07; Rendirse

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NARRADOR OMNISCIENTE

3 meses después.

"Hoy se marcan tres meses del asesinato de Lalisa Manoban y en esta fecha se llevará a cabo el último juicio en contra de Jeon Jungkook, donde se confirmara su culpabilidad en la muerte de la idol y condena de ser el responsable. Los demás integrantes de BTS y BLACKPINK estarán presentes en la corte, siendo parte de un día histórico en el país. Estaremos informando todo lo que pase el día de hoy a todos ustedes, para que puedan ser los primeros en recibir los resultados"

—¿No estás nervioso?

Silencio.

—¿No quieres hablar porque dejarás todos tus argumentos para la corte? Tal vez esta vez podrías intentar defenderte, a este paso todo el mundo cree que de verdad la asesinaste.

—Eso no es cierto.

—Entonces actúe como tal, señor Jeon.—Espetó. —Lleva tres meses aquí y dos juicios, esta es su última oportunidad para ver la luz del sol, para que su vida recupere sentido.

Jungkook esbozó una sonrisa al escucharlo.

—¿Sentido? ¿Qué sentido y normalidad recuperará mi vida después de toda la mierda que he tenido que pasar? El amor de mi vida fue asesinada, mi padre murió porque no soportó que su hijo fuera llamado asesino y medio mundo me detesta por algo que no cometí ¡¿Cree que me interesa vivir?!

—Los chicos están haciendo todo lo posible para sacarlo de aquí.

—Pues que ya no lo intenten, tengo todas las de perder.—Dijo.

—No es así. Hoy es el juicio y tengo pruebas para que su teoría se confirme.

—No es una teoría, Park Chaeyoung asesinó a Lisa ¿Quiere una razón? Su ambición y rivalidad que ella misma creó en su mente la llevó a sacarla de su camino por el trofeo.

— Reuní todas las pruebas que pude y tengo un testigo que puede ser ficha clave.

— Me declararé culpable.—Dijo a su abogado.—Ya no intente hacer algo por mí, señor.

El abogado Park Ji Wok sintió impotencia dentro de él ¿Por qué Jungkook se estaba dejando vencer si no era el culpable?

— Por favor.—Pidió el hombre.

Tal vez ese caso estaba cruzando la línea entre lo laboral y personal, pero algo dentro de él le pedía hacer lo imposible para ayudar a aquella joven.

— Confíe en mi y aunque sea por hoy, párese enes corte con la cabeza en alto y diciendo todo lo que no ha dicho y se ha guardado, todo lo que puede darle posibilidades de salir de aquí.—Dijo con voz suave, como de un padre aconsejando a un hijo.— Por lo que me ha dicho de ella, la señorita Manoban estaría muy enojada con usted si lo ve rendirse tan fácilmente.

Y sus últimas palabras le trajeron lágrimas a los ojos; Jungkook tuvo que bajar la vista e intentar mantener su apariencia fuerte y desinteresado con lo que estaba sucediendo.

Pero cada que la mencionaban, cada vez que decían su nombre o le recordaban algo de ella, era como echarle sal a una herida que sentía jamás sanará.

No había un solo día en donde se hubiese ido a dormir sin pensar en ella, en lo mucho que la extraña y lo poco que era para él poder sentirla sólo en sueños y fantasías momentáneas donde su vida no se había transformado en una pesadilla.

Y si abogado tenía la razón.

Lisa estaría pateando su trasero y le habría dicho que es un idiota si estuviese aquí, ni siquiera le hubiese concedido momento para explicarse, ya estaría haciendo lo posible para sacarlo de ese lugar, para que pueda vivir su vida.

Le costaba pensar que si salía de la cárcel debía afrontar una nueva vida; una muy diferente, retadora y dolorosa para poder quererla.

Por eso se aferraba a quedarse en ese lugar, en donde no era el gran Jungkook, sino un chico que asesinó a su novia famoso y que se convirtió en el hombre más odiado de Asia, más que nada Tailandia.

Porque claro que veía las noticias en el televisor destartalado del lugar de comida en prisión, veía como su nombre estaba en titulares y como era llamado hijo de puta por todos, veía como los otros chicos hacían lo posible para limpiar su nombre y protegerlo, como siempre lo habían hecho, veía como las chicas no decían nada cuando les preguntaban sobre él, sólo cambiaban de tema y decían que querían justicia para Lisa.

¿Jennie y Jisoo creerán que él la había matado?

Y lo que más le ardía, era ver cómo Rosé seguía allí afuera, como seguía casi vida aunque cargaba con esa culpa, como pretendía verlo pudrirse en la cárcel cuando la que debía estar allí era ella.

La rabia que crecía en él cuando pensaba en ella, le nubla la mente.

Ella debería estar aquí, no yo.

Alzó la mirada, encontrándose con los ojos de su abogado, que le rogaba en silencio que no se rindiera tan fácil. Tomó una respiración profunda y soltó un suspiro débil.

— Está bien, hoy vamos a hacer lo posible para demostrar que soy inocente.

¿Quién mató a Lisa? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora