¿𝒄𝒐́𝒎𝒐 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒆 𝑲𝒊𝒎 𝑺𝒆𝒐𝒌𝒋𝒊𝒏?

Diecisiete.

¿Cómo se supera un corazón roto?

Esa es la pregunta que SeokJin se ha hecho durante toda su vida. 

Fue la pregunta que se hizo cuando comprendió que su padre jamás volvería a su lado; que se había ido para no regresar más, dejándolo solo.

Es la pregunta que se hace cada vez que su madre con sus comentarios lo hace sentirse mal, cansado y destruyendo el autoestima que finge tener frente a todo el mundo. 

Cuando en realidad no es más que un chico inseguro que se aferra a su físico para no ser olvidado. 

Y, también, es la pregunta que se hacía cada vez que JungKook le hablaba o lo miraba de mala manera y cuando hacía comentarios hirientes.

O es la pregunta que se hace en ese momento, mientras escucha como JiMin le plática algo a YoonGi.

Está preguntándose cómo se supone que va a olvidarse de JungKook, del amor que le tiene y cómo se supone que tiene que sanar a su corazón que ya está bastante herido. 

No sólo por JungKook sino también por él mismo.

Han pasado dos semanas desde su plática con JungKook. 

Dos semanas desde que el menor le pidió que tratara de olvidarlo. 

Dos semanas en las que se la ha pasado llorando porque su corazón duele demasiado al convencerse de que nunca tuvo oportunidad con JungKook.

Era demasiado patético. 

No sólo por el hecho de estar llorando por una persona que seguramente no se lo merece. 

Sino porque, a pesar de que JungKook fue bastante claro, él no podía olvidarlo. ¿Cómo se supone que lo haría? Era demasiado difícil y a veces pensaba que jamás lograría hacerlo. Porque JungKook se encuentra demasiado metido en su corazón que la sola idea de olvidarlo es dolorosa. 

Patético.

— ¿Jin hyung?

La voz de JiMin le hace salir del mar de pensamientos en el que se quedó sumergido. Aparta la mirada del latte que tiene en la mano y lo mira.

— ¿Qué?

— ¿Estás bien? Desde que llegamos estás muy callado. 

Los tres se encuentran en una cafetería. 

Habían ido de compras y después de estar de un lado a otro —gracias a JiMin que no encontraba el regalo perfecto para darle a TaeHyung, decidieron descansar y comer algo en una de las cafeterías del lugar.

 Llevaban ya un buen rato ahí por lo que los postres que habían ordenado ya no se encontraban sobre sus platos, incluso SeokJin se comió toda la rebanada del pastel de fresas que había pedido, pese a que les había dicho que no tenía nada de hambre. 

—Perdón, no dormí bien y estoy cansado. 

Contesta dándole un sorbo a la bebida ya fría en su mano. JiMin lo mira con preocupación a través del cristal de los lentes de sol que está usando. YoonGi a su lado le mira igual.