Tres

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Mira el reflejo que el espejo que tiene enfrente le regresa y una sonrisa de lado adorna su rostro, sintiéndose satisfecho por el resultado de haber estado todo el día escogiendo la ropa que se pondría en la fiesta de esa noche.

"Tengo que verme bien" piensa, mientras toma el labial que Jimin le obsequió hace unos días y que esa noche ameritaba ser usado.

Su satisfacción aumenta el doble cuando se siente atractivo.

Su mirada viaja hacia sus clavículas y hace una pequeña mueca; últimamente ha estado comiendo más de lo que debería por lo que éstas ya no se notaban como le gustaban, y aquello lo hace sentirse frustrado.

— ¡Jin hyung!

Jimin entra a la habitación de golpe, provocando un susto que le hace soltar el labial que todavía tiene en su mano.

—Dios, Jimin, no me asustes así.

—Perdón, hyung. —El peli plateado se acerca y recoge el labial que rodó hasta sus pies. —Quería avisarte que tu madre se ha ido.

—Uh, ni siquiera se despidió.

Jin rueda los ojos, acostumbrado al comportamiento de su madre.

Desde que su padre los abandonó, ella se la pasa todo el tiempo metida en el trabajo.

SeokJin no tendría ningún problema con eso porque sabe que su madre tiene que salir adelante por él y por sí misma, pero le molesta que no le ponga la atención que, como su hijo, supuestamente merece.

Al trabajar en una empresa de moda en donde la imagen es lo más importante, su madre es una vanidosa total, a tal grado de que todas aquellas ideas narcisistas y vanidosas se las ha impuesto a su propio hijo.

SeokJin creció escuchando a su madre decirle y recordarle que él siempre tiene que ser el más lindo y atractivo de todos; que tiene que ser delgado, estilizado, de piel bonita y otros estereotipos más.

Kim JiSoo no podía permitirse tener un hijo feo por nada del mundo.

Jin recuerda cómo su madre siempre le controlaba todo, su vestimenta, su alimentación, su forma de actuar, y cuando no hacía algo bien lo regañaba y le gritaba que dejara de ser una vergüenza para ella.

Su padre los había dejado precisamente por la actitud de ella. Porque no podía soportar estar al lado de una mujer tan vanidosa y egoísta como lo era su madre.

Muchas veces llegaron a discutir de forma horrible porque su padre no estaba de acuerdo en que la mujer comenzara a inculcarle a Seokjin todas aquellas ideas tan superficiales que tenía.

JiSoo era una persona orgullosa, no se dejaba doblegar por nada ni por nadie y fue así como, sin saber qué más hacer, Ji Sung decidió irse.

Dejándolo solo con su madre.

Ahora, a sus 22 años, su madre ya no lo controla del todo.

Jin se esforzó demasiado para ser el hijo perfecto y del cual JiSoo se sintiera orgullosa, y lo logró.

Su madre siempre le dice lo hermoso y atractivo que es, con un cuerpo delgado, hombros anchos pero que contrarrestan muy bien con su cintura delgada, piel limpia y blanca que se nota suave y brillosa a la vista.

Por supuesto que eso no significa que sus comentarios malintencionados salieran de vez en cuando.

Como esa mañana que le dijo que habia subido de peso y que tenia que hacer algo al respecto porque seria horrible que se pusiera obeso.

Fue todo lo que dijo antes de irse a su cita que tenía en el spa.

No lo felicitó ni le deseó feliz cumpleaños.

¿𝒄𝒐́𝒎𝒐 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒆 𝑲𝒊𝒎 𝑺𝒆𝒐𝒌𝒋𝒊𝒏?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora