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Yoongi amaneció de un muy buen humor así que estaba ordenando la casa y había puesto música, estaba en la gloria.

— ¡YES I'M BACK IN BLACK! —cantó mientras usaba la escoba como guitarra.

La música estaba a todo volumen, solo esperaba no tener a la molesta anciana de al lado quejándose de la música.

Agh, vieja amargada, pensó.

Siguió barriendo mientras usaba como palillos de batería lo que tenía al alcancé.

—¡Yoongi! —gritó Jimin pero Yoongi estaba tan sumergido en la música que no lo escuchó. —¡Yoongi! — volvió a gritar pero nuevamente fue ignorado, hasta que se le ocurrió una gran idea. — ¡el bebé ya viene!.

Como si dentro de su cuerpo tuviera la mismísima Antártida, Yoongi se congeló, primero se quedó tan quieto como una estatua, apenas respiraba, para luego abrir grande los ojos y girar su cabeza como si estuviera poseído, hacía donde estaba Jimin.

—Joder...¡Jimin, el bebé ya viene! ¡¿que hago?! — comenzó a subir las escaleras tan rápido como sus delgadas piernas le permitieran, cuando llegó a la habitación, tomo un bolso y comenzó a meter toda la ropa necesaria para Jimin. — Santa mierda, Jimin. ¡No hemos comprado ropa para el bebé! Dios mío soy el peor padre de la historia, ni siquiera le hemos comprado la cuna ¡¿donde dormirá?! ¡tampoco tiene juguetes! me iré al infierno seguramente, soy el peor padre en el universo.

Jimin miró preocupado a su novio, luego de que pudiera calmar su risa por la pequeña broma que le jugó a Yoongi, había subido a pasos lentos ya que su abultado estómago no le permitía caminar apropiadamente y cuando por fin llegó a su habitación se había encontrado con un Yoongi histérico que hablaba solo mientras se tiraba de sus cabellos, ahora si estaba preocupado, Yoongi estaba apuntó de sufrir un colapsó. Se sintió culpable.

—Yoongi, cariño — se acercó a pasos lentos hasta Yoongi y posó su mano en la cabeza de este para luego acariciar su cabello e intentar tranquilizarlo —Amor, tranquilo...era broma, el bebé no viene. Lo lamento. —se disculpó.

Yoongi levanto su cabeza y miró con ojos de perrito a Jimin.

— ¿Qué? — se calló un momento— eres un desconsiderado, Park Jimin ¿no ves que mi corazón es frágil?

— Era broma, am-...— se cortó tan pronto como Yoongi tapó su rostro y sollozó — Oh...Yoon, bebé...espera, espera, no llores por favor — pero Yoongi no paró, solo lloró con más ganas — bebé...no por favor, me harás llorar a mí...

Y así es cómo ambos terminaron en el piso de la habitación, llorando mientras se abrazaban y se decía lo mucho que se amaban con Jimin prometiendo no volver a bromear con eso otra vez.

Hormonas...

Síndrome de Couvade •• PJM & MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora