Cp7: Quiero Evitarte.

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P. O. V GATO

estaba relajado en nuestra habitación mirando el sólido techo de madera, escuchaba los tarareos de la dulce voz de dulcinea, unos que daban hasta sueño, pero yo no quería dormir, me habían empezado a buscar con más intensidad desde lo del... Asesinato.

Solo podía esconderme y salir de noche a alguna tasca a tomar, ya que de día la seguridad se multiplicaba.

ohh gato ¿porque no vamos a algún lado hoy? Me gustaría conocer más san ricardo— dijo dulcinea sentándose en la orilla de la cama, me incline un poco y la mire.

Suspiré.

—en san ricardo no hay muchos lugares donde ir linda — conteste y cerré un rato los ojos.

—debe haber un sitio— insistió mirandome

Abri los ojos y también la mire, me llego a la mente un sitio que no visitaba hace un largo tiempo.

—¿de verdad quieres salir? — dije levantándose de la cama.

Ella movió la cabeza repetidamente.

—muy bien, pero necesito que hagas todo lo que yo te diga — dije firmemente y la señale con un dedo, ella me miró confundida y movió la cabeza sin parpadear. —pero debes saber, es en la zona baja de San ricardo, así que no esperes nada tranquilo — le adverti

—esta bien, pero tengamos cuidado — dijo y asentí.

Sabia donde ir, recuerdo que hiba a la zona baja solo para ir a ese lugar, siempre había fiesta y descontrol, muchas había llegado la guardia llevándose a quienes no se acoplaban, pero digamos que las personas que se encuentran allí.. No son muy educadas.

Espero que sol cayera para poder partir con dulcinea, ella estaba muy emocionada y caminaba de un lado a otro esperando que el tiempo pasara rápido, no la culpaba, ella cuando estaba en san Lorenzo ni siquiera salía.

¿ya podemos irnos gato? — me pregunto dulcinea impaciente colocándose la pulsera que le regale junto con un pequeño collar con un pequeño rubí incrustado.

Uno de sus favoritos.

Reí

—claro, pero necesito que te pongas esto — dije entregándole una capa de color negro.

—ummmm ¿porque? ¿Ay que escondernos? — pregunta ella algo preocupada.

Suspiré y la mire

—si, pero lo que pasa es que, no se sabe cuando pueda aparecer... Un guardia, y la identidad es importante allí — le dije lo más calmado para que no temiera.

—Entiendo... — murmuró dulcinea.

Ella se colocó su capa y yo tome mi espada escondiendola con la capa, no quería alarmar a dulcinea, pero la verdad, ese lugar no era muy seguro.

Ya era de noche, y todo se encontraba ya oscuro, nos fuimos por unos callejones para evitar a algún guardia, pasamos algunas calles y llegamos a grupo de gatos.

—¿tu nombre? — pregunto uno de ellos, sonreí y baje un poco la capucha para que viera mi cara —tiempo si verte, pasa. — dijo el, hale de una mano a dulcinea y pasamos los dos.

—no te alejes de mi — dije en un susurro al pasar.

—esta bien gato — susurro también dulcinea tomando mi mano, el sitio estaba muy bien, había personas bailando, gatos cantando y tocando  instrumentos, en las esquinas habían algunos fumando y coqueteando con gatas.

te presento al amor de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora