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Las chicas estaban sentadas en el pasto que se encontraba frente la casa de Lisa. Un sonido aturdidor comenzó a sonar, y de nuevo, el terremoto hizo presencia, dañando la ciudad más de lo que ya estaba. Por suerte, donde se encontraban los Manoban no sucedía absolutamente nada. De pronto, un grito desgarrador se escuchó. Lisa se paró en seguida, y todos los presentes igual. Un peculiar olor se hacía presente... ¿Jennie?, no, Jennie estaba justo a su lado, pero... Entonces ¿Por qué olía igual a ella?.

-Unnie, ¿Tienes hijos? —Preguntó Lisa.

-¿Qué?, no. ¿Qué sucede?, ¿Por qué la pregunta? —Se preocupó al ver a la felina en ese estado.

¿Como es posible que otra persona tenga el mismo aroma que Jennie?, solo se podía si ella hubiera tenido un hijo, pues su olor se impregna en ambos.

-¿Tienes hermanos? —Se incorporó mejor, podía olfatear el miedo, sangre e incluso sentir el dolor que esa persona sentía. —Rápido Jen, ¡Dime!

-Tenía, tenía una hermana, Jisoo, pero murió en el terremoto. ¡Lisa! —Gritó viendo correr a la chica.

Lisa sabía que esa persona era muy cercana a Jennie. Corrió, y corrió, encontrando así a la chica, sangrada, llorando y herida.

-¡A-ayuda¡ —Gritó.

- ¿Jisoo? —Recordó el nombre que Jennie le había dicho.

-¡Si!, ¡si! —gritó. - ¡Por favor, ayúdame! — lloraba.

Lisa cargó a Jisoo. Corrió de una forma anormal, pero justo antes de llegar, sus pisadas fueron disminuyendo.

- ¡Papá!, ¡Jennie!, ¡Ayúdenme!—Gritaba llegando con la contraria en brazos.

-¿Jennie? —Susurró la chica para después caer completamente desmayada.

-¡Jisoo!, ¡Nooo! —Gritó Jennie llorando al ver a su hermana en ese estado.

-Jen, ven! —Lisa la agarró.

Jisoo era llevada dentro de la cabaña donde vivían los Manoban.

- ¡Lisa, es mi hermana, déjame! —Gritaba llorando.

-Para, estará bien, Unnie, tranquila. —La sostenía con fuerza.

Pasaron al rededor de 4 horas, todos estaban en la sala sentados esperando, Jennie ya era parte del clan, a pesar de no ser un lobo igual que ellos. De pronto, Roseanne, mejor amiga de Lisa y doctora de la tribu, salió.

-Rose, ¿Como está? —Preguntó Lisa viendo a la contraria.

-Por suerte ella estará bien, perdió mucha sangre pero poco a poco se irá mejorando, estaré viniendo para checar su pulso y su progreso, dejé medicamentos en la mesa, los tiene que tomar para así recuperarse. —Dijo viendo a Jennie.

-¿Puedo pasar a verla? —Preguntó la castaña.

-Si, pero trata de no agitarla mucho, tiene que estar tranquila.

-Gracias. —Caminó hacia la habitación.

Jennie entró, y cuando lo hizo, ahí estaba su hermana mayor. Acostada, pálida, moreteada y en mal estado, eso le rompió el corazón.

-Chu... —Susurró acercándose lentamente. - ¿Me oyes? —Esnifó. - Creí que te había perdido en aquel otro terremoto, estaba sin vida cuando vi a nuestros padres muertos... Nunca te vi a ti, pero deduje que te había sucedido lo mismo. —Lloró.

Jisoo no se inmutó en lo absoluto. Simplemente dormía, pero la escuchaba.

-No me dejes sola, necesito mostrarte muchas cosas, necesito que conozcas a la maravillosa familia que me abrigó cuando yo no tenía nada. No me dejes sola. —Susurró tocando su delicada mano.

Después de unos minutos, Jisoo apretó ligeramente la mano de Jennie, pero esta estaba completamente dormida.

°°°°°°°°

Una semana después.

Jisoo ya había despertado, no tenía mucho de haberlo hecho, pero su progreso era demasiado rápido.

-Hola Jisoo, ¿Qué tal te has sentido?—Preguntó Roseanne.

-Estoy bien, me duele mucho el abdomen, pero supongo es parte de los golpes que recibí.

-Bien, dejame ver. —Descubrió su blusa, visualizando un moretón completamente rojo, y morado.

-¿Está muy mal? —Preguntó.

- Me tranquiliza que las partes verdes que tenías han estado desapareciendo, sigue con tu tratamiento y estarás mejor.

-Gracias, Rose. —Sonrió la pelinegra.

-No es nada, Jisoo. —Correspondió la peliblanca.

Rose Salió y en seguida entró Jennie, sonriente y con el desayuno.

-Hola, Chu. ¿Como estás? —Se sentó a un lado.

-Estoy mejor Jen, ¿Tú? —Sonrió.

-Estoy demasiado feliz de tenerte aquí, con vida. —Vió con ojos de amor de hermanas a Jisoo.

-Siempre estaremos juntas, ok? —Sonrió.

-Lo sé, Chu. Ahora que estamos en esta familia tan maravillosa, de verdad, el peligro no es molestia.

-Es verdad... Jennie, no sé cómo voy a pagarles todo lo que tus amigos han hecho por mi. - Susurró preocupada.

-Jisoo, tranquila, estoy segura que habrá una forma. —Sonrió.

¿Pagarnos qué? —Interrumpió una voz masculina. ¿Se puede chicas? —Preguntó el papá de Lisa.

-Adelante señor Lio. —Respondieron las dos al mismo tiempo.

Entró y detrás de él, venía Lisa, su madre, y sus hermanas. Irene y Joy.

- ¿Hablaron sobre alguna paga? —Preguntó Lisa.

-De verda no sé cómo pagarles, han sido tan hospitalarios conmigo, y con Jennie, no quiero causar más molestias. —Bajó la mirada.

-No pasa nada, no nos deben nada, nadie. Estarán aquí el tiempo que ustedes gusten, si se quieren quedar, son bienvenidas. —Repondió la madre.

-De verdad... Muchas gracias a todos, son la mejor familia que haya podido conocer. —Respondió Jennie.

Todos platicaron y platicaron, hasta que se hizo noche, todos fueron a sus habitaciones, Jennie se había quedado con Jisoo. Eran justamente 3:39 de la mañana, y todos dormían placenteramente, cuando de pronto, unas garras se escucharon en la ventana. Jennie y Jisoo despertaron, no sabían qué estaba sucediendo...

LOS MANOBAN KIM (Jenlisa G!P) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora