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Instituto La Push

Pov Lisa.

Me desperté muy temprano, más de lo normal, lo cual era extraño. Bajé de mi habitación y estaban mis dos hermanas, mis padres y por supuesto, Leico. Quería un desayuno, amanecí con mucha hambre.

-¡Buenos días, Familia! — Mencionó la chica hacia los presentes.

- Buenos días, Lis. —Contestaron al unísono, todos.

- Es raro verte despierta tan temprano, pero me alegra que hayas madrugado. -— Dijo el padre de Lisa acercándose a ella.

-Lo sé, es extraño hasta para mí, quiero suponer que es por haberme dormido tan temprano. —Le dedicó una sonrisa al mayor.

Todos desayunaron, mientras lo hacían, platicaban sobre las actividades que tendrían durante el día.

- Me retiro, tengo que alistarme para ir al instituto, tengan un buen día todos, los amo. —Hizo una reverencia en señal de respeto y agradecimiento. Terminando aquello, subió a su habitación.

Se alistó con algo casual, unos jeans negros, tenis converse, playera negra ajustada, y una camisa de manga larga cuadrada de color rojo con negro. Una vez terminando, salió de su casa, subió a su moto y arrancó hacia su destino. Llegó y sus amigos la estaban esperando, incluyendo a Leico.

- ¡Buenos días, Lis! — Se acercaron a ella, sonrientes.

- ¡Hola chicos, buenos días. —Quitó su casco y saludó a todos con un beso tirado al aire.

- Dime que hiciste la tarea de Álgebra. —Mencionó Rosé, su otra mejor amiga.

- ¿Qué?, ¿teníamos tarea? —Arqueó una ceja en señal de desconocer el tema.

- ¡Vaya, Lisa Manoban, alias la nerd olvidó por primera vez la tarea. —Leico hizo acto de presencia en aquel lugar.

-Cállate, lo olvidé por completo. —Hizo un ligero puchero.

Los 5 chicos que se encontraban ahí, decidieron pasar a sus respectivas clases, lamentablemente les tocaba por separado. A pesar de ir en el mismo grado, no iban en las mismas aulas. Lisa entró y saludó a la mitad del salón.

- ¡Buenos días, clase. —El profesor de aquella materia hizo presencia.

Al parecer, una chica muy linda estaba a su costado.

- Hoy se integra una nueva alumna, Jennie Kim. Por favor Jennie, siéntate en aquel lugar vacío, junto a Lisa. —Indicó el profesor.

Jennie se acercó al asiento y vió atentamente a Lisa. Al hacerlo, se ofrecieron una cálida sonrisa.

- Hola Jenie, soy Lisa. — Se presentó y sonrió mostrando sus dientes, dejando expuestos sus colmillos.

-Hola Lisa, un gusto. —Mencionó la contraria.

Las horas pasaron y todo transcurría increíblemente bien. Al momento de llegar el receso, Jennie se acercó a Lisa.

- Hey, hola. ¿Puedo estar contigo?, aún no conozco a nadie y no tengo con quien sentarme. —Rió avergonzada.

- ¿Estas diciendo que cuando conozcas a alguien más, me harás a un lado? — Le preguntó extrañada pero con cierta burla notoria.

- H-he N-no.. quiero decir.. cuando tenga amigas, nos sentaremos juntas, tu, yo, con nosotras... ¿Qué?, Dios, ¿si puedo sentarme aquí? —Señaló el asiento vacío.

Lisa rió ante la actitud que mostraba la contraria, le daba ternura.

- Claro, adelante. —Sonrió abriendo la silla para la chica.

Jennie tomó asiento a lado de Lisa, al hacerlo, la felina se sintió completamente invadida por una ola de calor, nunca había sentido aquella sensación. Su respiración fue rápida, sus nervios la envolvían, el aroma de Jennie la atrapaba de tal manera que su cerebro la memorizó para nunca olvidarla.

- Diablos... —Susurró Lisa para ella misma. Se levantó y fue corriendo al baño.

- ¿Estás bien? —Preguntó Jennie yendo detrás de Lisa.

Al llegar al sanitario, mojó su rostro con agua fría. Estaba a una temperatura muy alta, no era normal.

- Lisa, ¿qué sucede?, ¿puedo ayudarte en algo? —Preguntó Jennie acercándose a la contraria.

Cuando la chica estuvo a centímetros de Lisa, todo cobró sentido....Lisa se había imprimado de esa chica humana.

-E-estoy B-bien —Tartamudeaba viendo a Jennie directamente a los ojos. Al instante de sentir su cálida mano de la chica sobre su mejilla, su corazón latió fuertemente, al punto de doler.

- Tranquila, estarás bien, ven. - Mencionó la chica a la felina. Tomó su mano y caminó hacia el estacionamiento del instituto.

Lisa no sabía cómo reaccionar, nunca le había sucedido. Sabía que había encontrado a su alma gemela, pero tenía miedo de no ser correspondida.

-J-jennie, e-estoy B-bien... — Se detuvieron ambas frente a un auto negro del año.

La chica abrió su auto y sacó un medicamento, creía que Lisa tenía fiebre, seguramente algo le cayó mal, pero no era de preocuparse, esa pastilla hacía magia.

-Toma. —Sacó la pastilla de su envoltura y se la dió a la más alta.

-G-gracias. —Lisa tomó el medicamento y lo tragó.

Sin razón alguna, su instinto no estaba en un error. Paz, confianza, lealtad, amor, gratitud y admiración sentía cuando Jennie estaba cerca. Era buena señal.

-Te sentirás mejor con eso, ahora necesitas comer algo, vayamos a comprar algo ligero para ti, estar con el estómago vacío no es bueno. —Mencionó la más baja. Caminó hacia la cafetería para pedir un sandwich de atún y un jugo.

Sin duda alguna, la preocupación y atención que Jennie tenía hacía Lisa revolucionaba todo aún más. Las dos chicas se sentaron, comían y conversaban.

- Cuéntame de ti, Jennie... Kim. —Mencionó la felina.

- Bien, veamos.. Soy de Corea del Sur. Tengo una hermana mayor, Jisoo. Me encanta el baile, la pintura, el teatro, y la literatura. Soy muy tranquila en el aspecto de la relación con las personas, me gusta conocer gente nueva pero siempre me quedo sola, pues no salgo a fiestas, no me llama la atención. —rió.

Lisa escuchaba todo con gran atención, no importaba nada más que Jennie. Sonreía al verla, le encantaba ya, todo de ella. Era hermosa.

-Increíble, no somos dan distintas, excepto que a mi no me atrae mucho la literatura. —Comentó la chica.

Leico y sus otros amigos se quedaron pasmados viendo a Jennie y Lisa a lo lejos. Leico sabía lo que sucedía, su instinto y olfato lo detectaron al instante. Ahora Jennie Kim era intocable, aunque no supiera nada de ella, era parte de la vida de Lisa. No importaba si llevaran horas de conocerse. La imprimación es un acto con extrema importancia para los lobos. Una vez que un miembro de su tribu se imprimaba en alguien, no importaba nada más que la seguridad de esa persona.

Lo que no le agradaba mucho al mejor amigo de Lisa, era que la chica era humana, y eso probablemente sería un problema para la manada. Pero a pesar de eso, apoyaría incondicionalmente a su amiga, pues así era. Siempre fieles a sus compañeros de vida.

Lisa y Jennie platicaban sin tener ni un solo silencio que incomodara a alguna de las dos. Aunque Lisa temía de sus pensamientos de no ser correspondida, no tenía ni la menor idea de que Jen, sentía lo mismo que la contraria.

Capítulos diarios, mi gente hermosa. 😎❤️
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LOS MANOBAN KIM (Jenlisa G!P) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora