LOS MANOBAN KIM (Jenlisa G!P)

Día Revelación.

Después de la noche en que Lisa y Jennie se entregaron mutuamente, todo era diferente. Se levantaron y juntas fueron a desayunar, una vez bajaron, toda la familia estaba allí. Comiendo y compartiendo risas entre todos.

-Buenos días, familia. —Mencionó Lisa.

-Hola chicas, ¿qué tal durmieron? —respondieron.

-De lo mejor, como no tienen idea. —contestó Jennie.

-Ahg, iug, callense. —Respondió Jisoo.

Todos comenzaron a desayunar, reían, platicaban, y compartían anécdotas que habían pasado los padres de Lisa. De pronto, Jisoo se despidió y salió, había inventado que iría a caminar, pero esa no era en realidad su plan. Tras unos minutos caminando, Jisoo se encontró con Roseanne, la doctora de la tribu, que también era Loba.

-Hola, linda. —Sonrió la felina abrazando a la pelinegra.

-Hola, Rose. —Correspondió el abrazo con gusto.

Mientras los días iban pasando, las chicas se frecuentaban a escondidas, no querían que ningún rumor o sospecha hiciera presencia.

-Sé que nos vemos casi todas las noches pero quería decirte que te extrañé mucho. —Mencionó Rosé.

-Sé que nos vemos casi todas las noches pero quería decirte que yo te extrañé mucho más. — Respondió la contraria.

De tantas pláticas, la noche hizo presencia y las dos estaban en la cima de una montaña. La luna era la única luz que iluminaba esa noche, las estrellas hacían compañía y los pequeños grillos sonorando acompañaban a las dos chicas.

- Sé que quizá no me conoces mucho y sé que quizá no me tienes tanta confianza, pero quiero decirte que... —Suspiró. - Jisoo, quiero decirte que, me he imprimado en ti.

Un silencio inundó el lugar.

-Rosé... N-no se q-que decir... —Un largo suspiró retumbó.

A la felina se le había achicado el corazón, creía no haber sido correspondida, pero de pronto, un abrazo hizo acto de presencia.

-Estoy feliz de que hayas sentido eso conmigo, y no con alguien más. —Soltó la humana.

-La imprimación sólo pasa una vez en nuestra vida, y a veces muchos no son correspondidos, y es realmente deprimente, pero... Quizá contigo no sea el caso. —Mencionó.

-Por supuesto que no será así conmigo, en nuestro lado, se le llama, enamoramiento. Y estoy sintiendo eso, por ti. —Susurró.

Jisoo la abrazó aún más, la vió a los ojos y lentamente se acercó a ella, pegando su boca con la de la felina. Las mariposas en el estómago se volvieron un completo zoológico.

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-Lisa, cariño. — Jennie se acercó a Lisa.

-Dime, cariño. — La agarró de la cintura y sonrió ampliamente.

-Te quiero, infinitamente. — Susurró.

-Te quiero aún más, cielo. — Sonrió.