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Todo conllevó desde esta famosa frase...
"El que esté libre de pecado que lance la primera piedra"
Secretos, dudas, preguntas y una simple respuesta... Tú...
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Disney mío, que sería de mi infancia si no te hubiera conocido... jejeje, amé mucho esta canción, me gustó bastante su mensaje. Espero les guste... Sin más... Comencemos...
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TIEMPO DESPUÉS
Aún recuerdo el día en que nos casamos.
El instante en que lo vi aparecer al otro extremo del camino de flores blancas, mientras que la música clásica de la boda era reemplazada por el sonido de las olas.
Mi querido Gunnie estaba con una camisa blanca sin cuello, junto a un pantalón azul marino. Esas dos únicas prendas era lo que él portaba... no había zapatos, en realidad nadie las tenía puestas. Entrar en contacto con la arena era pura satisfacción, así que usar calzado no era una opción.
Recuerdo verlo caminar con lentitud, mirándome a los ojos con cada paso que daba. La cristalinidad que se veía en ellos, me decía que las lágrimas se aproximaban, y para que negarlo, las mías habían comenzado a salir.
Él estaba a unos pasos de llegar hasta mí. Yo estaba a unas palabras de completar lo que tanto había esperado.
Cuando él había llegado hasta mi lado, descubrí que la vida al fin me sonreía, agradecí que por fin acabara el ciclo en que habíamos sido ninguneados por una persona con un nombre que no recordaba. Agradecí por estar presente en ese instante, viendo como el amor de mi vida se aferraba a mis manos mientras decía sus votos, mientras soltaba algunas lágrimas y mientras me decía que me amaba.
Sí, habían pasado años desde que Gun apareció, sin embargo, aún me sentía como en un sueño, uno muy irreal, pero a la vez tan real que me sentía como en un cuento...
- ¡Off!
Dejé de recordar aquel bello instante en que nos casamos ante la ley de los cielos, para poder aterrizar a la realidad. A mi actual realidad.
Vi correr a Tay y a New rápidamente. Ambos salían del área de parto. New traía una sonrisa plasmada en el rostro al igual que Tay.
- ¡Eres padre! – (Gritó New)
La sonrisa que se formó en mi rostro se mezclaba con las lágrimas de felicidad que inundaban todo mi ser... sentí la mano de mi padre en mi brazo, como diciéndome felicidades hijo mío. Fluke y Ohm se colocaron a mi derecha y también me dieron una gran sonrisa de alegría.
- Es preciosa – (agregó New al llegar) – es completamente hermosa.
Mi sonrisa seguía plasmada, sabía que debía levantarme, pero no podía.
¿La razón?
El calambre en mi trasero me enviaba punzadas directas a mi sistema. Había estado sentado por más de 6 horas, mis pies no dejaron de temblar en ningún instante, lo que había ayudado al calambre que ahora me mantenía postrado en la silla.
