MARCA

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Hi hi hi, mis bellxs y pequeñxs hanyou's!

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Hi hi hi, mis bellxs y pequeñxs hanyou's!

Nuevamente aquí reportándose LinKaritza con un nuevo (Y ultimo) capitulo de esta historia!

Les voy a ser sincera, me había olvidado por completo que tenia que subir este capitulo jajajaja me emocione mucho con las historias de los seguidores, pero me olvide por completo de esto.

Así que nada, hoy tuve una noche de insomnio, literal son las 06:35 de la mañana y a las 7 entro a trabajar, así que no dormí nada, pero aproveche a completar esta historia para que puedan disfrutarla. 

Solo debo advertirles que hay un par de escenas fuertes, que me gustaría que lean bajo discreción y, si no quieren hacerlo, son libres de leer lo que gusten y hasta donde quieran. 

Solo eso. 

Sin mas preámbulos. Aquí les dejo el final de la historia. 

Lxs quiero! 

Lin!

***

Los días tranquilos en ese hermoso viaje habían llegado a su fin.

Kaghome no podía dejar de recordar todas las veces que ese hermoso hanyou la había tomado en cualquier parte de la habitación. En el único momento en que había salido de su interior, era cuando necesitaba ir al baño o cuando necesitaban comer o dormir, muy pocas horas al decir verdad.

Su cuerpo dolia un poco debido a toda esa actividad física, pero no podía quejarse. Aun pasado el celo de Inuyasha, este se encontraba pegado a ella como si fuese la ultima mujer sobre la tierra. La acariciaba, tomaba su cintura, besaba su frente, era todo lo que siempre había soñado. Aunque era verdad que sus peleas seguían siendo habituales, ahora no eran tan hirientes como antes. Inuyasha se cuidaba mucho en las cosas que le decía y, varias veces, lo encontraba mordiéndose la lengua para no contestarle de mala manera. Algo que, particularmente, le daba mucha ternura.

Ese violento y caprichoso hanyou intentaba controlar su naturaleza odiosa solo por ella.

-¿Tienes todo, Kaghome? – El peliplata se acerco a ella, tomando su mochila que, como siempre, estaba a reventar de las cosas que cargaba.

- Si, Inu. Vayamos con los chicos que seguro nos deben de estar esperando – El hanyou asintió con su cabeza, mientras se paraba en el borde del pozo y tomaba la cintura de esa niña para saltar dentro de él y las luces comenzaban a envolverlo.

Si tenia que describir como se sentía en ese momento, no sabría que contestar. Nunca, jamas, de todos los años de vida que tenia, se había sentido asi. Feliz, eufórico, completo, amado. Como si nada en todo ese maldito mundo pudiera salir mal. Con las esperanzas de tener algo bueno y lindo con alguien. Como si de verdad, el dia de mañana, pudiera formar una hermosa familia, como siempre había deseado.

ANTE TODODonde viven las historias. Descúbrelo ahora