¿Donde quedó el Amor? //Yoonmin × Omegaverse//

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El omega alejó al alfa y se levantó mientras tenia sus orejas caídas y su cola escondida entre sus patas. El alfa se puso alerta cuando su omega comenzó a llorar.

— Y-Ya no me quieres. Por eso n-no quieres que yo tenga c-cachorros— Lloró el omega mientras subía las escaleras lentamente.

El alfa lo siguió mientras veía como el omega caminaba con su cabeza agachada. Dio un salto y quedó encima del omega haciendo que este cayera al piso.

— Yo si te quiero, omega— Dijo el alfa mientras pasaba su lengua por el hocico del omega— No llores. No me gusta que lo hagas.

El omega asintió con la cabeza mientras sacaba su lengua para así pasarla por el cuello del alfa.

El alfa se salió de encima del omega y lo ayudó a levantarse para después caminar hacia la habitación junto al omega.

Cuando llegaron a la habitación el omega dió unos saltitos antes de saltar a la cama para comenzar a mover las sábanas hasta tirarlas al suelo.

El alfa se quedó unos segundos viendo al omega hasta que decidió salír cuando el omega comenzó a buscar ropa del alfa en el armario.

El alfa quedó sentado afuera de la habitación mientras escuchaba los pasos del omega.

El omega se encontraba dentro de la habitación poniendo ropa del alfa en la cama junto a las suyas. Se subió a la cama cuando ya terminó y dió unas vueltas en el lugar antes de recostarse en la cama.

— Alfa— Llamó el omega mientras miraba hacía la puerta.

Segundos después la puerta fue abierta dejando ver al lobo de color negro parado fuera de la habitación mientras miraba como el omega se ponía patas para arriba y como sacaba su lengua.

El alfa caminó a pasos lentos hacia el nido en donde se encontraba el omega. Se subió a la cama y se acomodó al lado de su pequeño.

El omega se subió arriba del alfa y comenzó a lamer el hocico del alfa mientras movia su cola contento. El alfa sonrió y movió su cola mientras resivia los besos que el omega le daba.

El alfa gruñó cuando el omega clavó sus dientes en el cuello de su alfa.

— ¡Omega! No hagas eso— Gruñó el alfa.

El omega bajó sus orejas con tristeza y miró al alfa con ojos de cachorros. El alfa suspiró y pasó su lengua por el hocico del omega para así poderle subír el animo.

El omega se sentó arriba del alfa y se movió haciendo que el alfa gruñiera ya que el pequeño se sentó justo en su pene.

— ¿Por qué haces eso?— Dijo el alfa mientras miraba al omega.

— Porque te necesito, alfa— Dijo el omega mientras movía su cola.

— Yo igual te necesito, omega. Pero eso le corresponde a mi humano.

— Pero tú si puedes.

— Si. Pero mi humano tiene que hacerlo.

— Porfavor, alfa. Yo quiero que tú lo hagas, el humano me da miedo y no quiero que él me toque. Porfavor no dejes que él me haga eso.

El alfa lo miró con tristeza mientras quitaba al omega de encima suyo y se sentaba en la cama.

— Mi humano los ama. Sé que es un idiota y un imbécil, pero él los ama y está arrepentido por lo que les hizo. Él quiere quiere darles amor, por eso mismo lo que tú quieres hacer le corresponde a el.