Capítulo: 59

391 33 2
                                    

¿Bree y Austin? ¿Juntos? Con solo pensarlo se me revuelve el estómago. Pero, ¿Cuándo? ¿En qué jodido momento que yo no me di cuenta? Quiero decir, nunca les vi juntos por el instituto, ni siquiera saludarse, Austin no hacía caso a ninguna chica de aquí. Creía que yo era la primera.

- Pero si ni hablaban- dice Sara repitiendo lo que mi mente pensaba.

- ¿Y? Ella y Austin desde que se conocen han tenido ese especie de rollito, recuerdo que Bree lo llamaba su "juego íntimo" porque era algo sólo entre ellos, algo divertido y que la excitaba mucho, pues sólo se lanzaban miraditas, para al final tener sus encuentros. Al menos eso nos contó a mí y Marta- se explicó Melisa.

- ¿Y porque no nos dijiste nada?- pregunta molesta Sara.

- Porque ella nos pidió guardar el secreto- se muerde el labio Marta con pena- teníamos muchas ganas de decirles, de verdad. Pero Bree confió en nosotras, nos lo contó todo después de que supimos que tú y Austin estaban teniendo una especie de rollo.

- Si. Ella estaba muy molesta por eso, le dijimos que tú nos dijiste que no era nada, que solo fue un beso, pero ella decía que no. Pues Austin estaba comenzando a portarse frío con ella- me explica Melisa- y antes de irnos al pueblo de Marta, él definitivamente le dijo que ya no la quería más en su cama, palabras textuales de él.

- En ese tiempo Austin y yo comenzamos a vernos más- digo mordiéndome el labio.

- Sí. Así que ella se molestó mucho contigo. Creo que lo está superando, más ahora que sabe que Austin solo te uso...- Marta dejo de hablar al darse cuenta de lo que dijo y me miro apenada- perdona no quería...

- Tranquila. Si no es ninguna mentira. - digo fingiendo estar bien- las verdades se dicen.

- Volviendo al tema- interviene Sara- como quiera, ______ no tiene la culpa de eso- dice molesta.

- Exacto. Yo ni siquiera sabía nada. Y si tanto le importa le importa Austin y quiere estar con él, pues perfecto, ¡se lo regalo!- digo haciendo movimientos con las manos- todo para ella. - sentencio por último.

Marta que está a punto de decir algo, se calla mirando detrás de mí. Y noto que su humor cambia pasando a uno antipático, Melisa rodea los ojos como con fastidio, así que miro detrás imaginando la causa de ese cambio repentino.

- ¿Qué quieres, Leo?- le pregunta con fastidio Marta.

- ¿Contigo?- dice mirándola de arriba bajo con una mueca- nada- y bufa- vengo hablar con ______. - yo le miro algo incrédula al igual que él resto.

- ¿Conmigo? - él asiente- tú y yo no tenemos nada de qué hablar- digo cortante.

- Es importante- dice seriamente, la primera vez que le veo tan serio- por favor- miro a las chicas incrédula, ¿Sábe que existe esa palabra? Me lo pienso unos segundos y termino asintiendo, la curiosidad de saber que quiere me puede más.

- Esta bien, pero que sea rápido- comienza a caminar alejándome de las chicas y no me queda otra que seguirle, se detiene cuando llegamos a un lugar más apartado del patio- ¿Qué es lo tan importante que me tienes que decir?

- Se trata sobre Austin- yo bufo y me doy media vuelta para irme, pero él me toma por el codo girándome hasta chocar con su pecho, me echo atrás rápidamente y me suelto de su agarre- escúchame, por favor.

- No hay nada que me interese de ese hijo de puta- escupo molesta.

- Mira, sé que te lastimó con todo lo de la apuesta. Pero por favor, tienes que ayudarle. - yo le miro más incrédula aun.

- ¿Ayudarle? ¿Con qué? Es más, ¿Por qué debería de hacerlo? - pregunto desafiante cruzándome de brazos.

- Él lo está pasando mal. Muy mal. Te necesita.


Y así... el tiburón se enamoró del pececito (Austin Mahone y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora