Capítulo: 78

351 34 1
                                    

Narra Austin

Estos días han sido extraños y tristes. No he hecho otra cosa que pensar en _______ y en todo su sufrimiento. Me imagino que tiene que ser duro para ella esto, mucho más que duro, por eso cuando estoy con ella, en esos pocos momentos que me deja introducirme en su mundo, intento distraerla, aunque sea unos minutos. Ahora todo gira a su alrededor. Mi mundo gira entorno a ella. Por esa razón me jode tanto verla de la manera en la que está, pero sé que es algo por lo que tiene que pasar. No estamos juntos, no al menos de la manera en que me gustaría, pero me conformo con poder estar cerca de ella y abrazarla.

- ¿Me estas escuchando?- preguntó Leo, yo ruedo los ojos.

- Si, ¿y sabes qué? Me importa una ****- le digo irritado, él me mira ofendido y molesto.

- Pero, ¿Qué **** pasa contigo? - medio grita levantándose- tío, entiendo que tiene que ser duro que tú piba lo esté pasando tan mal ahora, pero esto es importante ¿o es que no entiendes?- yo le miro, casi nunca Leo se muestra tan molesto conmigo, con el mundo si, les mira de la manera en que me mira ahora y se muestra duro, suspiro profundamente.

- Ya lo sé, pero no pienso involucrarme en eso, punto.- digo tajante.

- ¿Por qué no? Austin es un buen negocio- intenta convencerme.

- No pienso irme a Barcelona cargado en droga, sabes que sólo me muevo aquí, es arriesgado querer "ampliar terreno", yo paso de eso.

- Tíio- dice alargando la i- no pasara nada, no es la primera vez que lo hago, y Martín me dijo que te lo proponga.

- No si ya me olía yo que esto no era obra tuya- digo bufando- pues dile a mi querido tío que no me pienso ir a Barcelona con esa mercancía, ¡tú estás loco! Es demasiada heroína, yo no cargo con eso- sentenció.

- Con todo el tiempo que tienes metido en esto y no lo terminas de pillar... no es una simple proposición, Austin. Es obligatorio. Martín quiere que nos encarguemos de eso nosotros. -

Yo ruedo los ojos molesto, le debo mucho a mi tío, pero odio cuando dispone de mí en el momento que le da la gana, sé que esto va así, a pesar de todo (del hecho de ser familia) no quiere decir que tenga preferencias, y que pueda hacer todo el tiempo lo que quiera, a pesar de que la mayor parte del tiempo el respeta mi espacio y mis decisiones sobre en qué terrenos o negocios meterme, no es así siempre. Como es el caso de ahora. Él es el jefe. En momentos como esto es cuando dudo si cuando quiera salirme de esto, él me dejará ir tan fácil como siempre he pensado. No creo que me amenace como harían otros narcos como él, o algo por el estilo, pero tampoco creo que le haga gracia el momento en el que le deje. Me pondrá pegas, pero en el momento que me canse de esto, me iré cueste lo que cueste.

- ¿Cuándo nos vamos?- pregunto resignado.

- Hoy, esta noche. - dice Leo- vente a casa de tu tío en la tarde para prepararlo todo ¿vale?

- Está bien- digo encogiéndome de hombro- me largo- digo levantándome y me subo en mi moto- nos vemos luego- y me despido de él con gesto de cabeza.

Leo cuando se trata de negocios es incluso más decidido que yo, es tajante, por eso supongo que será un buen narco. Pero yo... no, este es mi mundo de forma temporal.


Y así... el tiburón se enamoró del pececito (Austin Mahone y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora