6. Conteniendo el aire

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La bala salió disparada a la vez que Enok caía al suelo e intentaba recuperar aire. La pistola también había caudo al suelo y Kael estaba sobre el lobo, pégandole puñetazos en la cara, solo viendo rojo de ira. A sus amigos no se les tocaban. Nadie intentó pararlo, puesto que todos sabía que Kael en una pelea y lleno de furia era imparable. Ya no se escuchaban las suplicas del lobo, ni más huesos romperse ni músculos. La cara del lobo había quedado irreconocible. Kael le había hecho la cirugía a base de puñetazos. Seguramente había muerto a causa de una contusión cerebral de tanto golpe. Cuando el hombre se levantó tenía las manos ensagrentadas y los nudillos desgarrados de rozar contra huesos destrozados. Las cicatrices de su ojo rojo se habían abierto y parecía que tres lágrimas de sangre corrieran por su mejilla. En cambio, en el otro ojo, la pupila se contraía.
Miró a ver si Enok estaba herido. El serval seguíaen estado de shock. Casi nadie había visto a Kael en ese estado de rabia, y mucho menos en público. De repente, el tigre se giró y buscó con la mirada a su gatita recién llegada Bianca. Fue caminando hacia ella, que esta tiesa y pálida, a punto de desmayarse. Lo que sucedió a continuación nadie se lo esperaba. Kael se arrodilló ante ella y puso su frente en sus rodillas, pegando sus orejas al cráneo en señal de sumisión, de que le pertenecía. Bianca acarició la mejilla del macho con su suave y peluda cola a la vez que Vikens obervaba desde el lado opuesto, lleno de rabia y celos. Y ni él mismo sabía por qué. Kael se levantó y se fue, dejando a todos atónitos allí.
-Es la segunda vez que le veo hacer eso -Susurró  Katrina a Bianca. La gata la miró abriendo los ojos, pero sin decir nada.

Ya era la hora de la comida. Los nuevos se sentaban en una mesa al final, unida con los principiantes y si los de su rango eran amables, se sentaban con ellos. Y, a Bianca le había ofrecido sentarse con todos, al igual que a Katrina. Terminó por sentarse al lado de Bárbatos. Un corpulento y barbudo gato montés. Tenía pinta de todo menos de eso, aun que cuando se transformaba podía calcular su tamaño, y era brutal en las batallas. Al otro lado estaba Vikens, con el que conversavamente alegremente cuando las puertas se abrieron de goloe y entraba con la cabeza bien alta y las heridas curadas. El ego por las nubes y una camiseta de manga larga ajustada, negra al igual que el resto de su vestimenta. Kael. Todos se giraron para mirarlo, y el primero contacto visual fue con Bianca, luego Vikens y Bárbatos. Los celos se apoderaron de él y optó por tener un carácter más frío y distante que de costumbre. Caminó a la mesa de los rangos altos, donde estaba Enok, Katrina, Samalia, una jefaza médico, y gato del desierto. Muy mona, pero dificil para todos, menos para Kael. Ademas del hueco de Vikens e Yitex, un jaguar. Después de saludar a todos friamente se sirvió la comida y se sentó en su sitio con la vista fija en su dulce gatita. 
-Kael -Escuchó una voz de fondo y descubrió que Enok le hablaba.
-¿Qué? -Dijo secamente sin mirarle.
-Gracias por salvarme la vida.
-No las des, tú hubieras hecho lo mismo por mi.
-¡Le has destrozado la cara y lo has matado! -Bufó Yitex. -Va en contra de nuestras reglas.
-Como lo és que no haya vigilancia en los calabozos y patrullas por la frontera -Apuntó con un gruñido Kael, aparte de que Yitex era el emcargado de la seguridad. Con este comentario lo hizo callar. Katrina, que estaba al lado de Kael, enrosco su cola con la de él, notando como se relajaba. La miró de reojo y le guiñó un ojo de agradecimiento. Y en cuanto volvió la vista, los pelos se le pusieron de punta. Vikens le susurraba algo al oido a Bianca y esta movia la cola juguetona. Un gruñdo gutural salió de la garganta de Kael que se había tragado la comida cual pavo. Sin pensarlo dos veces, se levantó posicionandose tras Bianca y miró a Vikens cruzándose de brazos.- A nuestra mesa. Recoge a los demás jefes -Dijo de vuelta a la mesa mientras Katrina lo observaba. Poco despues todos estaban pendientes de Kael.
-Todos sabemos quien ha sido -Dijo al fin.- Y todos sabemos que es por mi culpa. Eliria sigue viva por mi culpa, y quiere sed de venganza. Asi que,El Buho no llega hasta esta tarde. Tenemos que planificarlo todo ahora. Ya sabemos que esto ha sido una advertencia. 
-¿Y qué pretendes que hagamos? -Preguntó una voz aguda.-
-Vamos a responder. Enok, tu redactaras la carta de guerra. Dirás que responderemos en 4 meses. Si después de eso obtenemos respuesta se habrá declarado la guerra. -Apretó la mandibula.- La época de celo es el mes que viene. Tenemos que esforzarnos en no descontrolarlanos como la última vez. Dos días después se doblaran los entrenamientos. Yo mañana voy a la ciudad. Voy a comenzar a hacer encargos. Esto es solo una parte. Pero que sepaís, que no voy a cometer el mismo error que hace 17 años.
-Bien. Esto es solo un plan, cuando acabemos de comer comenzaré a escribir. Pero estaría bien que fueramos preparando algunas cosas.
-Primero habrí que mandar patrullas aereas, no sabemos donde estan. -Dijo pensativo Yitex. -Doblaré la guardia. Hazme el favor de comprar camaras de seguridad, por la época de celo. 
-Bien, comenzaremos con los ascensos la semana que viene. -Dijo una voz grave. 
-Ya tenemos todo másomenos visto. Ahora, a descansar. -Dijo Kael levantandose. Se fue mientras que se quitaba la camiseta. Y es que un vicio de Kael era dormir durante hora y media tumbado en el sol. Cuando se colocó boca arriba cerrò los ojos, dejando caer los brazos.
No habrían transcurrido ni veinte minutos cuando de repente, algo peludo se tumbó en el estómago de Kael. Este abrió un ojo y se encontró con una barbilla pegada a su pecho y dos ojitos azules mirándole. Bianca estaba transformada y sobre él.

Lágrimas de sangre ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora