8. Celos

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Kael comenzó a correr de nuevo al Claro. Era un día asqueroso, por Dios era un día de locos. Estaban todo el día de arriba para abajo. Caminó bufando y pegando patadas a la tierra levantando leves nubes de polvo.  Un hombre de pelo dorado. Igual que sus ojos. Una nariz un tanto aguileña y moreno. Era bajito y un tanto gordito. Era muy sabio y examinaba a todos. De repente se paró a mirar a Bianca con curiosidad. Se acercó con dos pequeños salitos y luego a Vikens. 

 Kael apareció y se hizo un silencio de cementerio. El Buho estaba pálido. 

 Si retrocedemos un par de años, cuando hubo The World Ward. El Buho había venido para avisar a Kael de que Eliria era mala, de que le estaba utilizando. Kael eso ya lo sabía y fue un error que se lo recordase, porque estaba lleno de rabia y odio hacia ella. El Buho resultó herido en un ataque incurable de rabia. Kael le hizo una cicatriz que iba desde su clavicula derecha hasta su cadera izquierda. Aquella cicatriz dañó muchos organos, pero consiguieron curarlo. Kael pasó una semana en calabozos. El Buho intentaba ir cuando Kael más tranquilo estuviera, pero al ver la mirada que le dirigió a Bianca supo que estaba perdido, o no. Katrina lo abrazó por la espalda intentando calmarlo. Kael tenía la cola tiesa y movía la punta como un pendulo, muy mala señal.

-Acercaos, felinos. -Dijo seriamente El Buho.  Kael se acercó y vio como Vikens cogía la mano de Bianca y entrelazaban los dedos. Aquello hizo comenzara a hervir de ira y rabia. Nadie que no fuera él podía tocar a aquella mujercita que le tenía loco. -Como ya sabeís, algo malo se acerca. No hablo de una The World War II. Sino algo mucho pero. Algo que casi acabará con una raza. Os ruego que me escucheís. Sí, está vez también será Kael el protagonista, pero habrán más personas. Bianca, la gata nueva, Vikens, el león y Katrina serán importantes, pero habrá un niño, muy importane. Un cachorro de lince llamado Cedric. Será decisivo, pero uno de los cinco morirá por salvar al resto. Esta guerra no solo os afectará a vosotros, afectará a todos los seres y se veran en la luz a los Humanos. Sí, estos seres de los que pertenecemos y que hemos hecho inferiores estarán a nuestro lado o contra nosotros. Aun queda para dicha batalla, pero van a haber 

-Puede -Dijo seriamente Kael.- Pero yo he aprendido de mi errores, y cuando tenga a esa puta entre mis manos, le arrancaré el corazón y se lo daré a comer a los buitres -Dijo con puro asco al tener en su mente la visión de Eliria. Todos se estremecieron al pensar a Kael y a Eliria juntos. Bianca y los recién llegados no entendian absolutamente nada. 

-Bien, es  hora de explicar todo Kael -Dijo secamente Enok y señaló a Katrina para que lo sujetara. Algo inesperado pasó. Bianca fue hacia el y le cogió de la mano. Notaba su nerviosismo y su creciente odio hacia Vikens, aun que aquellos no sabían por que. 

-Será mejor que lo cuenten sin mi -Sentenció El Buho, transformando sus brazos en dos alas de buho. - No quiero salir herido otra vez más -Dijo alzando el vuelo. Todos fueron hacia el comedor, gigantesco. Cogieron las mesas y las pusieron en circulo. Kael se fue al centro, él debía contarla. Pero Katrina estaría con él, y Bianca estaría cerca para abrazarle. Porque ella también sentía la necesidad de estar con él. De abrazarlo, de tocarlo y de acariciarlo. 

 Kael hinchó el pecho, comenzando a jugar con su cola, entre sus manos. Eso en él era un acto de debilidad y nerviosismo. Nadie le habiá visto hacer eso, y menos en público. 

-Yo... llegué aquí, tenía 16 años y ya era Cabo. Era debido a mi agresividad. Comencé a crecer, lo obvio, y llegué a los 25, me asignaron a una mujer hermosa de superior. Eliria, ella era, indescriptible. Ehm... -Se rascó la nuca.- Pues... ella, era como soy yo ahora. Se follaba a todo lo que se movía y finalmente caí en sus redes. Teníamos la misma edad, pero ella era la favorita de todos, asi que mamando pollas consiguió lo que era. -Gruñó.- Pero, bueno. Como ya sabreís las mujeres, soy bueno en el sexo, y al parecer cuando era más joven también. -Dijo sonriendo de lado, alzando el lado izquierdo de sus labios.- Jamás pensé que ella terminaría enamorandose de mi, pero bueno. Pasó. Al igual que el tiempo. Ambos estabamos juntos, o eso creía yo. -De repente su tono se volvió duro y lleno de repugnancia.- Y entonces, una noche me desperté por una pesadilla y ella no estaba en nuestra cama. Me vestí, ya os imaginareís porqué y la seguí. Seguí su olor. Al principio me resultó normal que no ocultara su olor por el campamento, pero salió. Ella era demasiado lista como para no ocultarlo fuera, asi que debía ser algo demasiado urgente. Me trasnformé y seguí su rastro hasta la barrera de los perros. Y allí la vi -Comenzó a temblar de rabia- Y, se estaba besando con el Lider de los Perros. Se estaban magreando -Kael rugió de odio.- Y, claro yo salté. Peleamos, los tres salimos heridos. Pero lo más impresionante es que yo apenas había tenido un par de rasguños, le partí un dedo al perro y a ella de casi le rompo un brazo. Cuando volví, vino El Buho y todo comenzó. En... el final de la batalla por así decirlo, me hizo la cicatriz del ojo y yo le dejé una marca de por vida -Sonrió de manera diabolica, todos se estremecieron y más de alguno se alejó .- Maté a su querido amado. Puede que la odiara, pero también la amaba, y no podía tocarla directamente a ella. Luego, todo se calmó de repente. Todos los bandos habíamos perdido a gente de los nuestros, y necesitabamos recuperarnos. Y bueno, aquí estamos. La guerra comienza de nuevo, y no sé porque. O puede que sí -Dijo seriamente mietnras miraba a Bianca. Ella lo miró irguiendo las orejas y tensando la cola. Kael se aproximó a ella con curiosidad, al verla tan tensa. Kael enroscó su cola con la de ella levemente y se separó.

-Y dar gracias a que os a contado la parte  más suave -Dijo Katrina, acariciando los hombros del macho dominante. Luego lo abrazó, besando su espalda cual novia, en realidad solo como amigos. Un estómago rugió, y todos se giraron para ver a Cardy. Un Margay bajito, que se miraba el estómago y luego sonreí a todos. La gente comenzó a reir. Ese chico siempre tenía un hambre voraz. Kael lo miró y se soltó de Katrina. No le gustaba revivir su pasado, asi que mientras la gente se animaba y comenzaba a hablar el se fue, ante la atenta mirada de  Bianca. Esta lo miraba preocupada. Besó la mejilla de Vikens mientras caminaba tras Kael. Vio que Katrina le analizaba y bajó la cabeza, siguiendo al macho más rapidamente. Se había sentido ofendida sí, pero eso no era una excusa. Cuando lo encontró al borde de la verja que llevaba al bosque lo miró. Kael miraba hacia el cielo, las estrellas y dislumbró una lágrima roja de su ojo con las cicatrices y una lagrima normal del otro ojo. Quería abrazarlo. Kael lo notó y se limpió las lágrimas adoptando una pose más agresiva hacia ella. 

-¿Qué haces aquí, gata? -Dijo secamente. Notó como Bianca volvía a ser herida por sus palabras y bajaba la mirada.

-Yo... solo me preocupaba por mi superior -Dijo, y de golpe, una luz de rebeldía se encendió en su interior.- Y ese no es motivo para que me llame gata, tengo un nombre y un rango.

-Un rango que no vale nada -Dijo Kael a la defensiva. Sí, le dolía tratarla así, pero no debía enamorarse otra vez. No podía.

-Pero al menos es algo, si quiere que le tenga respeto, tengamelo a mi.

-Ganatelo. -Dijo Kael. Tenía respuesta para todo, o eso parecía.

-Que me parezca a su ex, no es motivo para que me trate como me trata. Pensaba que tenía sentimientos, pero ya veo que solo quiere follar. ¿Pues sabe algo? Yo no soy una facilona, y me vale una mierda no conocerte  -Aquella rebeldía hizo que Kael deseara empotrarla contra el primer árbol y dejarle sin poder sentarse durante un mes y medio. Se le estaba levantando una erección tremenda, y poco Bianca lo notaría. 

 Ambos alzaron las orejas y la cabeza hacia detrás de ellos, acababan de escuchar un ruido. Kael entrecerró los ojos al reconocer a la figura que aparecía. Se le erizó el pelaje de la cola y comenzó a bufar. Mientras que Bianca ladeaba la cabeza con curiosidad.

-Vikens... -Susurró Kael con odio. Vikens pasó de su cara y se dirigió hacia Bianca.

-Hola blanquita -Dijo el león. Mientras la abrazaba le besaba la mejilla y miraba a Kael con regocigo interior. 

-Hole león -Dijo ella mientras miraba preocupada a  Kael. Parecía que fuera a saltar en un segundo a por Vikens. Y lo inesperado pasó. Vikens, para joder más a Kael besó a Bianca, y ella respondió al beso, acariciando sus mejillas. 

 A Kael se le hinchó la vena del cuello. Las rayas negras comenzaron a crecer, al igual que su musculatura. Iba a saltar de un momento a otro, a menos que...

Lágrimas de sangre ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora