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Quarantine

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Me desperté al sentir un peso en mi pecho y unos calidos labios en mi mejilla

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Me desperté al sentir un peso en mi pecho y unos calidos labios en mi mejilla.

Abri levemente mis ojos y pude observar a mi linda novia con una gran sonrisa en su rostro, sus ojitos tiene pequeñas lagañas que para algunas personas son feas, pero para mí son perfectas, todo de ella es perfecta.

—Mi amor— la llamé ganandome un abrazo fuerte de su parte.

—Buenos días osito hermoso— sonreí por el apodo —Despierta necesitamos ir al supermercado para comprar la despensa—

—Sí, solo me doy una ducha y vamos— le contesté dandole un beso en sus labios.

—Voy hacer el desayuno— solo asenti con la cabeza para verla levantarse y dandome la vista de sus bragas negras de encaje.

—Que sexy— susurré para mi mismo después de que ella salió de la habitación.

Solté un suspiro y pasé mis manos por mi rostro, me levanté de la cama, acomodé las sábanas y agarré mi ropa junto con mi toalla para ingresar al baño.

Al estar adentro me quite mi bóxer, abrí la llave haciendo que el agua tibia cayera en todo mi cuerpo, agarré el jabon de chocolate que mi novia compró, ella sabe que cuido mucho mi piel, asi que como regalo de cumpleaños lo compró.

Cuando terminé de darme la ducha, me coloqué mi ropa y sali del baño secando mi cabello, sali de la habitación y baje las escaleras para ir a la cocina y ver a mi novia bailando y cantando mientras ponia los platos, sonreí por tenerla en mi vida y en el departamento.

—Preciosa— la llamé ganandome una de sus lindas sonrisas.

—Ya esta el desayuno osito, ven— extendió su mano la cual agarré cuando me acerqué.

Cada uno se acomodó en las sillas de la mesa y empezamos a comer.

—No puedo creer que la gente no aprenda— dijó mientras revisaba su teléfono —Esta situación ya hubiera pasado si la gente respetara las medidas de higiene y salud— gruñó.

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