121. CROSSOVER

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SUPERNATURAL & HARRY POTTER

El ruido de cristales rompiéndose resonó por toda la torre de astronomía, no solo los de la ventana que se acababa de romper sino también los del pequeño recipiente que el rubio tenía en su mano. Por la ventana había entrado un hombre con gabardina muy golpeado, era como si hubiera salido de una pelea recientemente. Draco miró sus manos aliviándose al ver que no había ningún tipo de herida, se acercó corriendo al hombre y con la varita hizo una comprobación de su salud, en general estaba bien incluso el núcleo mágico, que era diferente al suyo. Utilizó un reparo para la ventana mientras mordía su labio preocupado, no podía bajarlo a la enfermería, y tampoco podía dejarlo ahí. Además eso le serviría para distraerse de sus problemas. Se acercó al hombre y transformó una astilla en un cojín y dejó al hombre descansando. Llevó su mano a su abdomen mientras se mordía el labio, debía huir lo antes posible de ahí, nadie podía saber lo que él llevaba. Ni Albus, ni Voldemort podían saber que llevaba dentro al hijo del salvador del mundo mágico. El hombre se sentó asustado mirando alrededor mientras sacaba una especie de daga de su manga apuntando a Draco. El rubio se mantuvo quieto mostrándose altivo.

- ¿Dónde estoy? ¿Dónde están Dean y Sam?- Draco se quedó callado esperando que el hombre se relajara, este lo hizo unos minutos más tarde consiguiendo que Draco se levantara y se acercara a él sentándose más cerca del hombre.

- Soy Draco Malfoy y está en Hogwarts, el colegio de magia y hechicería de Inglaterra.- Dijo el rubio mirando atentamente al hombre, no sabía que tan muggle era, pero el núcleo de magia que este albergaba era cálido y puro.

- Soy Castiel, un ángel de Dios.- Dijo dejando a Draco sorprendido unos segundos. Luego sonrió acercándose con cuidado y acariciaba el pelo del hombre notando un chispazo de magia celestial.- Hace unos segundos estábamos luchando contra Dios en Estados Unidos, debo volver.- Draco lo miró esperanzado antes de levantarse y ayudar al ángel hacerlo.

- Lléveme con usted, aquí corro peligro.- Castiel lo miró de arriba a abajo quedando su mirada en el vientre de este, Draco hizo una mueca incómoda dando un paso hacia atrás.- Esto es gracias a la magia, pero hay dos personas peligrosas que si se enteran me mataran a mí y a él.- Dijo tocando su vientre, el ángel suspiro antes de asentir y coger a Draco desapareciendo de esa torre.

No sabía que pasaría, si se pondrían otro foco encima al haberse llevado a ese chico con él. Había notado mucho mal en esa escuela, como la luz se iba oscureciendo a un paso lento pero persistente. Había visto la verdad en los ojos del rubio por eso se lo había llevado, no podía dejarle morir, y menos estando encinta.

*

El rubio sonrió mientras asomaba su cabeza por la ventana del Impala, jamás se imaginó que podría utilizar su magia para hacer el bien. Los hermanos Winchester en un principio había querido matarle, luego al comprenderlo todo lo aceptaron como uno más en el grupo de cazadores, enseñando lo básico para ser un buen cazador. Hasta el quinto mes de embarazo no dejó de ir a las cacerías, después de ese mes se tuvo que quedar encerrado en el bunker por dos motivos. El primero fue que su barriga ya no se podía disimular y el segundo factor fue que había visto a mortifagos por las zonas en las que ellos hacían las casas. Draco pasó muy mal los cuatro meses que estuvo encerrado, pero ver a su hijo nacer sano y salvo lo reconfortó de una manera que nada había hecho antes. El rubio nombró a su hijo Scorpius, este era rubio como él pero tenía los ojos de Harry. La llegada del niño fue una explosión de alegría para todos, Sam y Dean se volcaron en sus cuidados como auténticos tíos de este.

En ese momento se dirigían al aeropuerto para viajar a Inglaterra, a Draco le había llegado una carta de Mcgonagall comunicando que la guerra mágica había acabado saliendo Harry ganador de esta, le pedía que volviera para poder entregarle su título de mago. Aclarándole que debido a su desaparición a final de sexto año estaba libre de cualquier cargo. Draco había pensado mucho en eso, dándose cuenta que aunque en Estado Unidos estaba bien quería volver a su ciudad natal. Tenía un poco de miedo como reaccionaría la gente al conocer a Scorpius, este tenía ya seis meses y si no fuera por el tono rubio de su pelo sería la copia de Harry. Draco se giró viendo a Sam con su hijo en brazos durmiendo, Draco sonrió mirando a Castiel que estaba a su lado ligeramente ausente.

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