Capítulo 14 - Una Boda en Arethies

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—Princesa Elin, casi no le reconozco

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—Princesa Elin, casi no le reconozco. ¡Siempre marcando un estilo moderno e impecable!

—¡Hey! —dijo Naga—. Déjela ir, le cuesta respirar.

—¡Lo siento! Es la emoción —dijo regresando a Elin al piso—. ¡La princesa Elin en Arethies! Debo estar soñando.

Por primera vez en toda esa confusión pudo ver su cara, ella sonrió tímida al tiempo que lo reconoció.

—Creo que perdí mi título hace tiempo —dijo ella —. ¡Qué gusto verlo, Príncipe!

—¡Tonterías, siempre será una princesa! Y POR FAVOR dígame, ¿qué está pasando con ese cabello? ¡Le queda tan bien y ese vestido!

Elin llevaba el cabello gris y ya le llegaba alrededor del pecho aunque todavía se veía irregular y manchado de negro en las puntas. Su vestido era una túnica simple de viaje.

—Él es el heredero al trono de Arethies, príncipe Alvare Guitel, el Príncipe de la Moda —dijo Elin a Naga —. Príncipe, él es Naga... Kame de las Montañas —Naga le dirigió una mirada fulminante y ella contuvo la risa.

—Un placer, Señor Naga —dijo Alvare saludándolo fuerte y firme con la mano—. ¡Oh, ya que están aquí, tienen que conocer a mi prometida! Es adorable. Debo confesar Princesa, que me sentí muy culpable cuando supe de la muerte del rey Hale, mucho más culpable cuando supe que la mandaron a matar un dragón. Lady Artita mandó a buscarla, al escuchar su historia insistía que debíamos casarnos cuanto antes y ayudarla, traerla aquí, pero nuestros caballeros nunca la encontraron y no pudieron continuar su búsqueda en las montañas.
Pensamos que había muerto hasta que nos dijeron que le vieron en Ghelken en un baile, ¡y después que saltó de una de las torres! ¡Empezamos a recibir historias tan extrañas que ya no sabíamos qué creer!

—Bueno, sí, combatí a un dragón —dijo y Naga se sonrojó un poco. Elin lo miró como si pidiendo permiso para revelar su secreto. Él asintió —, aunque casi me costó la vida. Um... el dragón está aquí.

—¿Un dragón? ¡Oh! Ya lo veo. ¡No es un tinte de cabello entonces! Justo le iba a pedir el nombre de su estilista, ¡me encanta!—le dijo Alvare a Naga, quien había aprendido a controlar su camuflaje para crear su propia identidad y color.
Se decidió por aquellos colores de la cueva donde conoció a Elin, optando por una piel pálida como la escarcha y un cabello azul oscuro—. En definitivo puedo también ver la sabiduría honorable de los dragones en sus ojos, Señor Naga. Bueno, bienvenido a Arethies, cualquier cosa que pueda hacer por usted, solo dígalo.

El Corazón de una Mala PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora