Capítulo 0.

260 18 2
                                    


La vida cuando trabajas como secretaria puede que no parezca muy interesante, y en eso estarás de acuerdo conmigo. Pero que me dirías si te contara que mi jefe en mi marido desde hace 7 años y con el que tengo una hija de 5. No sé que pensarás tu pero ya te digo yo que mi vida no es para nada perfecta ni parecida a las películas en la que la secretaria vive feliz con su jefe, aunque esta noche va a pasar algo que cambiara el curso de mi vida, pero no nos adelantemos os voy a poner en antecedentes.

Mi nombre es Raquel Murillo, llevo prácticamente toda mi vida viviendo en Madrid, nos mudamos cuando nació mi hermana pequeña y yo tenia solo 7 años. Nací en San Sebastián, fui una niña feliz, aunque a los 17 años perdí a mi padre y quedamos solas mi hermana, mi madre y yo.

Estudié publicidad, finanzas y comercio, y desde joven no he parado de trabajar en diferentes empresas. Hace 10 años, en la celebración de mi 28 cumpleaños, mi mejor amiga, Alicia Sierra, de quien os hablaré mas adelante, tuvo la gran idea después de una borrachera monumental, coger un tren a valencia e irnos con lo puesto a pasar el fin de semana a la playa. Ese viaje supuso un cambio en mi vida. La segunda noche en Valencia, conocí a Alberto, el amor de mi vida, o eso pensaba. Fue a primera vista, como en las películas, en la barra de un bar, me invito a una copa, su amigo le invito a otra a mi amiga Alicia, y al final de la noche acabé en la habitación de su hotel. El era de Madrid, trabajaba en una empresa audiovisual que llevaba poco tiempo en España y ese fin de semana había ido a Valencia por unas reuniones.

Los meses fueron pasando y Alberto y yo hicimos oficial nuestra relación, al año ya vivíamos juntos en un pisito en el centro de Madrid junto a la plaza de Tirso de Molina. Al segundo año de relación, justo en nuestro aniversario, me llevo en un viaje sorpresa a Tenerife, y la ultima noche en una cena a la orilla del mar y con una luna llena enorme de fondo, me pidió matrimonio, y yo le dije que si.

En junio de 2013, nos dimos el si quiero en una pequeña ceremonia civil en una finca a las afueras de Madrid preciosa, y luego, tras nuestra luna de miel en África, decidimos comprar una casita en una urbanización tranquila de Madrid para comenzar a formar nuestra familia. Hasta ahora diréis que todo de película, bueno no os lo voy a negar, en ese momento a mi también me lo pareció.

Desde muy pequeña mi mayor sueño siempre fue ser madre y tras mas de dos años intentándolo, y después de varios abortos naturales, por fin quede embarazada. En octubre de 2015 nació mi hija Paula, y entonces comprendí que no había amor más grande que el de una madre a su hija. Desgraciadamente el nacimiento de Paula trajo consigo mi despido en la empresa en la que llevaba 4 años trabajando, despido ilegal que luego tuvieron que indemnizarme tras una lucha en los juzgados. Pero también coincidió con la gran noticia de que a Alberto lo ascendían a director de la sede en Madrid de su empresa, que desde hacia menos de un año había empezado a crecer a gran velocidad y ya estaba dentro del mundo audiovisual a nivel internacional. Alberto propuso a sus jefes que me contrataran sustituyéndolo en su antiguo puesto, pero aun teniendo un buen currículum solo me podría ofrecer trabajo como su secretaria. Os diré que siempre he sido muy cabezona y que nunca rechace un trabajo y este menos aun, podría pasar horas con mi marido dentro del trabajo y eso era un plus.

En este momento es cuando la historia empieza a torcerse. Y no os engañare, a mi me pillo de sorpresa. Después de 5 años de relación maravillosa y una hija en común nunca pensé que conocería a un Alberto totalmente diferente. El ascenso y mi entrada en la empresa, finalmente no supusieron pasar más tiempo juntos, si no todo lo contrario. Alberto comenzó a hacer muchos viajes de negocios, a los que yo no asistía porque según el, haría más falta en la oficina. Las cenas de trabajo se alargaban hasta altas horas de la madrugada, y la mayoría de veces llegaba a casa borracho, despertaba Paula con el ruido y empezaron nuestras primeras discusiones. 

Después de varios meses, nuestra vida se convirtió en una rutina insoportable en la que yo acababa durmiendo con Paula en su cama para evitar el olor a alcohol y el perfume de otra mujer en mi marido cuando llegara a casa y se tumbara boca abajo en nuestra cama. Por la mañana salía muy temprano para llevar a Paula a casa de mi madre y aprovechaba para desayunar con ella y desahogarme. Cuando llegaba a la oficina trabajaba desde mi mesa evitando entrar en su despacho todo lo posible y si tenia que entrar evitaba hablar con el mas de lo estrictamente necesario. Esta rutina se alargo por mas de un año, Paula ya tenia 3 y comenzó la escuela, al lado de nuestra casa y yo ya no tenia escusas para salir antes y evitarlo.

Dejamos de funcionar como matrimonio, solo seguíamos juntos por Paula, que adoraba a su padre. Una noche, me quede dormida en el sofá esperando a Alberto para encararlo e intentar solucionar esta situación que ya no había forma de sostener. Llegó de madrugada, borracho como siempre, y al entrar por la puerta, me desperté y como un resorte me puse de pie y lo encare.

-¿De verdad crees que me merezco todo esto Alberto? -Le increpé.

-No seas pesada Raquel, estoy borracho y muy cansado, vengo de cerrar un acuerdo importantísimo y solo quiero dormir.

-Es que de verdad que no comprendo en que momento tu familia dejo de ser importante para ti.

-Eso no es verdad y lo sabes, Paula y tu sois mi vida.

-¿Si? ¿De verdad me crees tan ingenua? ¿Crees que no huelo el perfume de otras mujeres en tu camisa? Que no se que la mayoría de las noches que sales no tienes reuniones, por dios Alberto soy tu mujer pero es que también soy tu secretaria, yo agendo todas tus reuniones.

-Son reuniones de ultimo momento, llegan desde mas arriba y no te las paso porque no veo necesario darte mas trabajo del que tienes.- Después de responderme tranquilamente intento pasar por mi lado para subir las escaleras y lo paré poniendo mi mano en su pecho .

-¡No hemos terminado de hablar! no puedes dejarme así, tenemos que solucionar nuestros problemas ya.-Estaba desesperada y no veía resultados de esta conversación.

-Déjame pasar Raquel, no tengo ganas de hablar de tus paranoias, no te he puesto los cuernos, tienes que dejar de ver tantas novelas con tu amiga Alicia, se te esta empezando a ir la cabeza como a tu madre. muñeca de la mano que tenia en su pecho e intento apartarla pero no lo deje.

-No me puedo creer que además de mentirme utilices la enfermedad de mi madre para insultarme, Alberto sabes perfectamente que no me estoy inventando nada de esto, vamos a solucionarlo por favor, hemos sido muy felices y podemos volver a serlo- empezaron a caer lágrimas de mis ojos cuando lo mire y no vi ni un solo atisbo de arrepentimiento en su rostro.

Me miró, y por un momento vi como su rostro se enfurecía, nunca había visto esa faceta de mi marido y nunca creía que lo que ocurriría a continuación seria el inicio de mi gran pesadilla.

-¡Estás loca! ¡Mírate, aquí llorando por algo que no tiene ni pies ni cabeza! Siempre has querido tenerme amarrado, no soportas que este triunfando y que tu te hayas quedado como una simple secretaria a la que ni siquiera le aceptan un aumento de sueldo. Pues claro que muchas noches salgo y voy a reuniones a las que ni siquiera hace falta, para no amargare aquí en casa contigo. Si hace meses que ni te toco, no debería extrañarte.

-No se porque estas siendo así Alberto, de verdad yo te quiero y se que tu a mi también, se que todo esto lo estas diciendo porque estas borracho.

Intente agarrarle con mis manos la cara para que me mirara y poder intentar un acercamiento pero no llegue a hacerlo. Me agarro por los brazos por los codos con mucha fuerza y ​​me empujo hacia un lado con tanta rabia que me golpee la cadera con la mesita de centro y caí en la alfombra entre esta y el sofá. El subió las escaleras sin siquiera mirarme y yo permanecí allí llorando durante el resto de la noche.


**

MUCHAS GRACIAS 

**

NOTA: Decidí finalmente poner este capitulo como capitulo 0 porque lo identifico como un capitulo de introducción a la verdadera historia. Sentía la necesidad de que conocierais un poco la vida de Raquel que como os habréis dado cuenta es la narradora. De igual forma me decidí por un narrador en primera persona y no uno externo porque me da la sensación de que de esta forma la historia es como mucho mas personal y sentimental. Solo espero que os encante y comentéis y votéis por ella, me haría muchísima ilusión, ya que es mi primera fic.


The secret letterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora