Durante los primeros segundos, que a mi me parecieron minutos, después de que se diera la vuelta no pude más que quedarme mirándolo. Después de darme cuenta de que estaba delante del jefe de los jefes, del puto CEO de Lisboa Media me hice pequeñita y los nervios aumentaron enormemente.
Era alto, si me acercara a él podría apoyar su barbilla en mi cabeza sin esfuerzo alguno. Tenía unas facciones marcadas que cualquier hombre envidiaría, sin necesidad de la apariencia de macho alfa. Vestía un traje negro con una camisa blanca y corbata gris, no se apreciaba una sola arruga en el atuendo, cosa que envidiaba. Pero me quedé embobada en su mirada mientras se pasaba una de sus manos por su pelo, revolviéndolo hacia atrás y después se rascó la barba y carraspeo mirándome.
-Le ocurre algo?- preguntó haciéndome reaccionar y sonrojarme.
-No perdone, lo siento, es que soy un poco torpe en las presentaciones.
-Bueno no se preocupe, esta tampoco es una situación corriente.
-Gracias, y lo siento de nuevo, estoy nerviosa.
-Bueno, tranquilícese, ¿le apetece un café antes de sentarnos?
-Si gracias
A pesar de mis nervios, cuando me paso la taza con mi café y rozo su mano con la mía no pude más que volver a mirarlo, aunque esta vez me aleje rápido y reaccione. Me indicó con su mano en mi espalda sin llegar a tocarme que tomara asiento y él hizo lo mismo frente a mi.
-Bueno señora Murillo ¿empezamos?
-Por favor no me diga señora, es más lo prefiero, el señora me hace sentir mayor y aún me considero joven para ello, que el anillo de casada no lo confunda-Le dije riendo
-Perfecto, pues Raquel, puede llamarme Sergio también si lo prefiere, el señor Marquina fue mi padre y nunca dejo que me llamen así.
-Está bien Sergio- Era raro pronunciar su nombre con tanta naturalidad-¿Y cual es esa propuesta?
-Bueno, antes que nada tengo que ponerla en antecedentes y contarle porque hemos decido realizar esta reunión de forma tan secreta.
-No he dicho nada a nadie porque el modus operandi me pareció bastante serio como describió en la carta.
-Se lo agradezco enormemente-Por como le cambio la cara pude darme cuenta de que era algo serio lo que me iba a contar.-Bueno le explico.
Abrió la carpeta roja que estaba en la mesa entre los dos y la giró hacia mí. Estaba repleta de documentos diferentes y un sobre, rojo nuevamente, que a primera vista parecía tener fotos dentro.
-Raquel las fotos que le voy a mostrar no solo afectan a la empresa sino que me atrevo a decir que también le afectan a su vida personal desgraciadamente
-¿Cómo?-Mi para debió ser un poema por enseguida él suavizó su expresión.
-Antes de que las vea le voy a explicar la situación.
Lo único que pude hacer fue asentir mirándolo a los ojos con mis nervios creciendo por momentos.
-Desde hace 6 meses en la empresa nos hemos dado cuenta de que algo no iba bien, sobre todo aquí en España. Aquí es donde producimos la mayor parte de nuestras series y películas pero desde hace meses estamos bajando el nivel y no por nuestra culpa desgraciadamente. Teniendo en cuenta que Madrid es la sede principal del país y desde donde se manejan todos los contratos no dudamos ningún momento de que las pérdidas ocurren desde aquí.
-Pero qué tengo yo que ver en eso, solo soy una simple secretaria.
-Tranquila, usted no tiene nada que ver, es más gracias a su trabajo hemos podido descubrir muchas cosas. Sabemos que es la secretaria de su marido Alberto Vicuña, nuestro director en esta sede y de quien desgraciadamente sospechamos de que esta haciendo negocios turbios a espaldas de la empresa para ganar dinero negro en su beneficio.
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The secret letter
FanfictionUn sobre rojo sin remitente y con el nombre de "Raquel" escrito en una caligrafía perfecta llega al buzón de la casa de la familia Vicuña Murillo para cambiar completamente la vida deRaquel Murillo. Una historia llena de valor, miedo, mentiras, s...