Capítulo 2

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Me quedé observando el sobre rojo en mis manos durante varios minutos hasta que escuché a Paula llamarme desde dentro de casa.

-¡Mamá que se va a enfriar la pizza no tardes!

-Ya voy cariño.

Volví a mirar hacia fuera esperando que aquel hombre de la moto regresara pero al ver que no era así, me gire subiendo las escaleras y volví a entrar en casa, cerrando la puerta con llave desde dentro. Dejé el sobre encima del mueble de la entrada junto a las llaves y me dirigí a la cocina. Paula y yo cenamos hablando animadamente sobre cómo había ido su día y si tenía muchos deberes para el fin de semana, ella negó diciendo que su profesora había decidido no mandar tareas para que ese fin de semana pudieran divertirse. Apenas quedaban dos semanas para terminar el curso y que empezaran las vacaciones de verano y ya habían hecho todos los exámenes.

Después de cenar y nos sentamos juntas en el sofá a ver una de sus películas preferidas mientras comíamos nuestros helados. A media noche y cuando ya estaban los créditos finales de la película, tenía a paula con su cabeza en mis piernas dormida desde hace casi media hora, pero sabía perfectamente que era mejor no moverla hasta que no tuviera el sueño profundo para que no se despertara. Apagué la televisión y la cogí en brazos para subirla a su habitación, la acosté y arrope solo con la sábana ya que esa noche hacía calor y después de darle un beso en la frente y encender su luz anti pesadillas salí de la habitación cerrando la puerta tras de mi.

Baje las escalera y recogí la cocina y el salón, dejando los 4 trozos sobrantes en un plató con una nota para Alberto para que pudiera comer algo cuando llegara arrastrando su borrachera. Aun me sorprendía que fuera generosa con el desgraciado de mi marido, pero ya lo hacía todo automáticamente, como resultados de los castigos que me daba cuando se me había olvidado dejarle cena.

Cuando me disponía a apagar la luz para subir a mi habitación me di cuenta del sobre rojo que había dejado en el mueble y que aún no había abierto. Decidí subirlo conmigo y leerlo en la tranquilidad de mi habitación y en mi cama. Una vez me acosté y solo con la luz de mi mesilla encendida, cogí el sobre y a la luz pude observar que en la cara principal de este estaba escrito mi nombre con una caligrafía perfecta, y por el olor y el tipo de letra había sido escrito con tinta china y pluma, lo cual me sorprendió bastante. Despegué la solapa con mucho cuidado para evitar romperla y saque el papel perfectamente doblado que había dentro. Al desdoblar lo, comprobé que era una carta escrita con la misma letra cursiva que el nombre del sobre y que seguía sin reconocer puesto que no traía remitente.

" Esta carta fue escrita a mano con el objetivo de evitar cualquier rastreo si hubiera sido escrita como un email. Además ha sido dejada en su buzón por un mensajero privado en el momento justo en que usted se encontrara en casa para evitar que cualquier otra persona pudiera cogerla y leerla. Le aclaro todo esto teniendo en cuenta que a priori puede ser algo extraño y se estará haciendo muchas preguntas. Se ha diseñado un protocolo para que esta carta solo pudiera llegar a sus manos. A sabiendas de que su perfil ha sido estudiado a conciencia para evitar errores y de que estoy convencido de que ejecutará cada paso que le señale a continuación, he de pedirle la mayor discreción en este asunto. No puedo contarle mucho más allá en este papel puesto que lo que voy a ofrecerle es de mucha importancia y he de hacérselo saber en persona. La convocó a una reunión el lunes en el edificio de Lisboa Media, en la planta 18 a las 09:30 de la mañana. Para evitar cualquier tipo de filtración ese día dejará su coche en el parking subterráneo, la barrera estará abierta para usted ya que la matrícula de su coche ha sido introducida en el sistema del parking privado, de esta forma podrá acceder a la planta 18 desde el ascensor directo que existe en el parking. Como sabrá los ascensores que existen en las oficinas solo llegan hasta la planta 15 puesto que las 3 restantes son privadas y poca gente puede acceder a ellas. Una vez esté en la planta 18 habrá alguien esperando, que le indicará el lugar exacto donde estaré esperándola para poder aclarar las muchísimas preguntas que se estará haciendo ahora mismo. No puedo decir nada más excepto que confíe y que asista a esa reunión que preveo que puede cambiar mucho su futuro.

The secret letterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora