ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴍᴇ ᴀᴄᴇʀᴄᴏ ᴀ ᴛɪ/ᴛʀᴜᴇɴᴏ✨

Cap 4.⚡

Mateo

Era la última clase del día, yo ya estaba arto de estar encerrado en esta prisión, justo en el momento que pensé eso, el timbre sonó, indicándonos que ya era hora de salir, tome mis cosas y salí a gran velocidad, lo único que quería ahora era fumarme un porro.

- Nos vamos? - les pregunté a mis amigos que venía a paso lento

- Tranquilo boludo, quien sos el rayo McQueen? - jodió Camilo

- Dale cállense, que quiero irme a fumar un porro - contesté

- Pero no a Pedro le molesta que fumes? - cuestionó Manuel

- Me chupa un huevo, que es lo que quiera Pedro - rodé los ojos

- Cuando será el día, que lo perdones - formuló mi amigo el pelón

- Cuando será el día, que no me jodas con eso? - alcé una ceja

- Boludo, no entiendo cómo es que le tienes tanto rencor, el ha tratado de apoyarte en todo - me miró fijo

- Boludo el jamás, ah querido arreglar las cosas, que se valla a la mierda, el me arruino todo lo que quería - me enoje

- Y antes de que digas algo, cállate que me pones de mal humor - agregue

- Ya está bien, boludo vam..... - una voz femenina interrumpió a mi amigo

- Mateo - me llamaron

Me gire nuevamente, para encontrarme con Michel, con sus semblante serio, y su amigo detrás.

- Dime - comenté

- No iríamos a tu casa?, Para el trabajo? - alzo una ceja

Me olvidé por completo...

- Ehhhh, no puede ser después, es que iré a la plaza - me rasque la nuca

- No, vez te dije que yo lo podía hacer sola - se dió la vuelta para irse

- No espera, vamos a ahora - la interrupi

- Epa, el turró ya tiene garche - jodió Camilo

- Cállate vos, cabeza de pija - atacó Michel

- Cállate Camilo, y vos Mich vamos - ordene

- Me llamo Michel, no Mich - corrigió la morocha

- Boeee, no que éramos amigos? - pregunte sarcástico

- No, dije que lo pensaría - acotó y empezo a caminar

Yo rodeo los ojos, y empecé a caminar detrás suyo, la verdad si no fuera por qué soy chusma, la hubiera dejado ir, para mí, es más importante un porro que una mina, deahhhh tiraba esa...

El camino fue en silencio, la verdad yo estaba acostumbrado a hablar, y esto para mí era incómodo o algo extraño, pero respete su silencio hasta que por fin llegamos a mi casa.

Caminamos hasta la puerta y la abrí, entre yo primero luego Michel, ahí dentro, pude ver a mi viejo.

¿Que no estaba trabajando?