ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴍᴇ ᴀᴄᴇʀᴄᴏ ᴀ ᴛɪ/ᴛʀᴜᴇɴᴏ✨

Cap 39. ⚡

Michel

El auto de Héctor avanzaba y con sigo mis nervios aumentaban, el miedo que me generaba el tan si quiera llegar a casa, era demasiado.

En todo el camino mi progénitor no soltó ni una sola sílaba, se veía sumamente enojado.

Después de varias advertencias de que me alejara de Mateo o mis amigos, y que no le haya hecho caso, era obvio que estaría molesto.

No sabías que haría en cuanto llegáramos, solo sabía que iba ser muy malo, debido a su expresión.

Mensajes llegaban y llegaban de Dylan preguntando si estaba bien, estaba tan preocupado, haciendo su típica teoría conspirativa, que claramente era cierta pero no lo iba a aceptar.

Dy.💗
Hey Mich ¿estás bien?

¿Está todo bien?

Michel contesta!

¡CONTESTA!

la concha de tu madre Michel, contesta o iré a tu casa.

Disimuladamente leía de reojo los mensajes, por qué más como esos llegaban y llegaban.

Rápidamente escribí un mensaje corto pero tratando de explicar lo que pasaba.

Obvio no le iba decir nada…

Michi.💗
Estoy bien Dy, no te preocupes, solo me tube que ir rápido por un problema con mis abuelos.
Estoy bien te amo💗

Dejé mi celular de lado izquierdo en las bolsas laterales de mi mochila.

Gire mi cabeza hacia la venta, viendo el paisaje de la boca y sus lindo colores.

El cielo estaba nublado y gris, las nubes de lluvia se veían cada vez más cerca, era relativamente un día triste.

Y en ese momento ví lo bello que era mi barrio, que casi nunca note por venir tan enterrada en mis pensamientos.

Y en ese pequeño de mi vida, una paz inundó mi ser.

Pero muy dentro de mi, tenía el presentimiento de que algo malo iba a pasar…

Después de que el camino, tan largo que tuvimos por fin llegamos a casa.

Dónde mis nervios se hicieron presentes más que nunca.

Fuera de la casa estaba mamá, sentada en una silla de madera viendo al piso, como todos los días.

Enseguida que nos vio, se levantó rápidamente y por obvias razones el miedo se apoderó de ella al ver la expresión de papá.

Yo salí del auto con mi mochila y pertenencias, y camine a paso veloz en dirección a mi madre.

Una vez que llegue a su lado, solo esperábamos lo peor.

—¡ADENTRÓ!.— grito mi progenitor con obvia furia

Las dos asentimos y enseguida corrimos adentro de la casa.

Dónde apenas y si puse un pie en aquella, y sentí un tirón fuerte en mi cabello, reteniendo me de avanzar.

—!VOS PENDEJA DE MIERDA!.— Héctor cerró la puerta del living
—¡ESTOY HARTO DE VOS!, ¡TE LO ADVERTÍ!.—