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Los jóvenes habían bajado al comedor, debido a que Molly Weasley había decidido hacerles una fiesta a su hijo y a Hermione por aquel nombramiento, Gisselle se acercó a donde se encontraba su padre y Sirius, quienes la esperaban con los brazos abiertos.
Sentando entre su padre y Harry, y a un lado de Potter se encontraba Sirius, la celebración dió inicio, todos parecían alegres ante la gran comida que Molly había preparado, pronto Bill y Arthur se unieron al festejo.
— Yo nunca fui prefecta.— comentó alegremente Tonks.— El jefe de mi casa decía que me faltaba ciertas cualidades.
— ¿Como cuáles?.— preguntó Ginny.
— Como la capacidad de comportarme.— respondió Tonks haciendo reír a todos.
— ¿Y tú, Sirius?.— aquella pregunta generó una gran risa en el mencionado.
— A nadie se le habría ocurrido nombrarme prefecto porque me pasaba demasiado tiempo castigado con James, el bueno era Lupin, a él si le dieron la insignia.— Gisselle miró con una sonrisa de orgullo a su padre.
— Creo que Dumbledore albergaba esperanzas de que yo ejerciera cierto control sobre mis mejores amigos.— terció Lupin.— Ni que decir tiene que fracasé estrepitosamente.
— Eso era por que te pasas la mayor parte del tiempo perdido con Agnes.— agregó burlonamente Sirius.— Tu madre fue prefecta de su generación, cuando comenzaron a salir, casualmente tenían rondas juntos, todos sospechábamos que hacían todo menos vigilar los pasillos.
— Eso no era en su totalidad cierto.— trató de defenderse Remus.
— Si claro, trata de ocultar sus intentos de procrear a Gisselle.
— ¡Sirius!.— reprendieron ambos Lupin.
— Bien, yo solo decía que el ser prefectos fortaleció la relación entre tus padres.— intentó parecer inocente.— Además que podían estar besuqueándose a altas horas y no les decían nada al ser prefectos, no que un pobre mortal debía tener un horario para no ser descubierto.— habló dramáticamente ocasionando la risa de quienes lo escuchaban.— Hablando de eso, Gisselle, tú no tienes permitido aún besarte con alguien, aún eres pequeña.
— En eso estoy de acuerdo contigo Canuto.— se le unió Remus, pero antes de que la joven intentara protestar fue interrumpida.
— Si supieran que se andaba comiendo a Malfoy el día del torneo.— le había susurrado para nada silencioso Fred a George.
— ¿Qué?.— exclamaron Remus y Sirius estupefactos.
Por parte de los demás presentes que habían escuchado se mantenían en silencio, Fred y George se reían al creer que nadie los había escuchado, por su parte Gisselle había escupido el jugo de calabaza en la cara de Harry, por lo que Potter en ese momento no sabía si reírse de la situación, pretender sorpresa o reclamar lo sucedido.
