Seasons

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Hubo un tiempo que sentía la ira impregnada en mí, que mi cuerpo se desvanecía sobre la música febril de gritos y sonidos vibrantes. Que el humo se expandía sobre el cielo nublado y el calor nunca llegaba a mis huesos. No había promesas de un futuro, y el silencio en las noches provocaban la pesadilla de una cadena sin fin.

¿Cuándo tienes quince no deberías crear sueños? ¿no deberías estar lleno de deseos? Deseos como sujetar una espada y cabalgar hacia la batalla contra las sombras. Pero yo, yo era una sombra, una oscura que se expandía sobre el horizonte. La edad de la ira, lo leí una vez. El tiempo que como un silbido termina en notas bajas. Cada vez más bajas. 

Él me decía Bucky. No Barnes como los demás profesores. Profesor Rogers. Nunca su nombre.

Un profesor más, un adulto mas, el mundo estaba plagado de ellos como los riscos opacos que solo miraban el cielo y no sus faldas.
Pero él no era como ellos, no era como todos los adultos que despreciaban nuestra edad, que creían que siempre estábamos equivocados y que de la vida sabíamos nada. No era como los adultos que creían entendernos, que creaban nuestras vidas para ahogar las suyas.

Y, aun así, yo me afiliaba para responder fríamente, para hacer invierno el más caluroso de los días, para congelar sus pinceles de verano.

Él era verano.
Yo era invierno.

¿Por qué siempre estás solo? Preguntó ¿porque no hablas con tus amigos? Insistió. Yo había dejado eso atrás, con el ultimo amigo que restaba de mi niñez, había soltado mi enojo hacia él y él huyo. Yo patee el suelo y golpee la pared hasta sangrar, pero no levante la voz para pedir que se quedara. Entonces el sol salió y se escondió, y luego como dos ríos que nunca se cruzaron. Luego yo era como un rio que nadie más quiso cruzar, y quise eso. Que nadie cruzara. Ni el viento, ni canciones, ni promesas.

Pero verano se detuvo en la orilla buscando dentro de mi caudal.

Yo era violencia, yo era rabia, yo no sentía la amabilidad tocarme. Esfumado sobre un canal sin retorno. Oculto en mi mismo anhelé, anhelé con fuerza, anhelé desde lo profundo de mi  desaparecer.

Que es… ¿qué es lo que tanto de aflige? Dijo. Deja que te ayude, ofreció.

Pero las palabras morían en mis labios, y salían ecos de palabras crudas.

No confió en usted.

Entonces confía en ti, confía que aquello quiere salir.

No.

¿hasta cuándo lo guardarás?

Hasta que deje de importar.

¿Qué dejara de importar?

Mi padre, mi madre.

Dos, tres segundos, estaba pisando falso.

Él no escucha y ella siempre grita, ella me dijo que no tenía padre, ella nunca me quiso y él tampoco… No, no diga nada, déjeme en paz, déjeme solo. Él bebe demasiado, él no habla, ella vende más que paquetes blancos, ella vende más que sonrisas. Él no hace nada, es como si no estuviera aquí. Los odio, los odio a ambos. Ellos saben lo que me hicieron y nunca me salvaron. Dejaron que me hundiera y no me rescataron.

¿Qué te hicieron, Bucky?

Resonante. Mis ojos se nublaron y ardieron, y un puño apretó mi garganta seca.

Era gente de mi padre o de mi madre, no lo sé, no lo sé. Solo había oscuridad y el: callate, callate niño, deja de llorar.
Deja de llorar.

¿Fue odio o tristeza? ¿fue culpa o vergüenza? Era todo y nada. Grité, grité tan fuerte que mis pulmones quemaron como el hielo. 

Desolación, luego olvido. Luego llanto. Y el verano.

Verano me abrazo y el eco de las pesadillas en mi mente solo hicieron que sintiera histeria. Sostente, sostente, algo dentro mío suplico sin palabras.

Y me rendí.

Me aferre a verano, con la ultimas fuerzas que me quedaban.

Hubo un tiempo que sentía la ira impregnada en mí, hubo días de tristeza y dolor, y también días de verano, días que el verano toco mi alma y sentí su calidez. Sin cruzar líneas él desapareció las sombras en mí. Y como las estaciones, el invierno se fue, pero también el verano, para dejar el otoño.

Un otoño perpetuo, con la caída de las hojas secas y la esperanza de que todo volvería a florecer, que los días oscuros no volverían jamás y que un día, un día lo vería otra vez, y esta vez lo llamaría por su nombre, su nombre en lugar de una estación.






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