Quizás no había sido mi mejor idea. Derry continuaba en el suelo, ya sentado y recobrando el aire, la compostura y algo de dignidad mientras la gente hacía corrillo a nuestro alrededor. Mientras la gente cuchicheaba y murmuraba me apoyé en la pared, cerrando los ojos. Estaba en una encrucijada. Si me iba, llamarían a Seguridad, irían al barrio a buscarme y me detendrían por agresión y fuga. Si me quedaba, llamarían a Seguridad, vendrían aquí a buscarme y me detendrían por agresión. Tal vez prefería la condena sin fuga. Fruncí el ceño sin abrir los ojos y respiré profundo, por mucho que diga que fue en defensa propia, no iban a escucharme, tampoco a Gar, y si Gar abre la boca a él no le iban a encerrar. Tenía varias opciones, aceptar el cargo de agresión, el tiempo encerrada y la multa... O ir a juicio a intentar demostrar que fue en defensa propia y... Usar lo único que me podría dar algo de voz y poder delante de jueces y votadores.
Odiaba los juicios, eran lo más injusto que he llegado a presenciar en mi vida. Los votadores eran quién tenían la última palabra en caso de el Juez solicitar su valoración. Ellos votan lo que creen "justo", y su decisión es ley. Si deciden que una persona merece condena perpetua por haber robado una barra de pan, se cumple su decisión. Si deciden que un Primario no es culpable de asesinar a cuatro personas, se cumple su decisión. Y puedo asegurar que jamás han votado en favor a gente por debajo del tercer rango de color. No les importa. Y de normal los Primarios pueden comprar a los votadores. Yo sólo tuve que presenciar un único juicio, como testigo visual de un vecino de mi barrio. Un Secundario le había propinado una paliza a la mujer del acusado y él le golpeó con una barra de hierro varias veces. El agresor terminó con la cara destrozada y denunció. Sólo tuvo que decir que un Septario le había agredido para no querer escuchar nada más. A los votadores les dio igual que él había sido el primero en golpear a la mujer, o que ella hubiese perdido a su bebé por los golpes. Sólo les importó un lado de la historia. Nunca había sentido tanta impotencia al ver como se lo llevaban arrastrando por el suelo mientras pedía ayuda al abogado que le había tocado, que ni siquiera había intentado rebatir nada. Ningún abogado luchaba por nosotros.
Abrí los ojos cuando escuché las sirenas y la gente hacía un pasillo para que pasaran cinco agentes, con la mano ya preparada para sacar la vara o el arma. Suspiré y le tiré la mochila a Gar, que estaba quieto apretando la mandíbula, sabía que no tenía que meterse, por su bien. Shirly estaba al lado de su novio, en el suelo mientras le decía algo bastante enfadada.
- Bien, ¿qué ha pasado aquí? – Uno de los agentes revisó la escena con los ojos y luego se centró en mí, mirándome desafiante.
- ¿Importa lo que diga o vas a detenerme igualmente?
- Limítate a responderme, sextaria.
- Vino a pegarme, yo sólo me defendí. No es culpa mía que un pelo magenta sea un inútil.
- Vigila tu lenguaje – movió la porra aun enfundada y cogí aire.
- Fue autodefensa – Repetí-.
- Eso lo decidimos nosotros, y yo no veo que tengas ningún golpe.
- Porque yo sé defenderme, él no. ¿Tendría que haberme dejado golpear?
- Quizás.
Hice una mueca y resoplé. Sabía que no iba a llevar a ningún lado.
- Vas a tener que acompañarme.
El agente sacó unas esposas del cinturón y yo le miré entrecerrando los ojos. Podía notar como la gente seguía musitando entre risitas. Miré de reojo a Gar, que estaba ansioso y deseando entrar. Controlarse así era difícil para él, y más en estas situaciones, y más con lo que hay en juego. No creo que pudiese ir encerrada. Lo primero que hacen es lavarte con productos que eliminan todo lo que no es tuyo natural, como tatuajes semipermanentes o... tintes.
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Black and Blue
AdventureUn mundo gobernado por una escala cromática. Cuanto más puro sea tu cabello; mas poder, influencia, dinero y derechos tendrás. Magenta, cían y amarillo, los colores primarios. Los más puros y por lo tanto, con más poder. Rojo, verde y azul, los colo...